CAPITULO XVIII

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—¡Boom! —Grito Steve dándose paso entre las ramas. —Bada Bing, Bada Boom. Ahí está, Henderson. La roca del Cráneo. —Camino hacia ella. — En tu cara. En tu estúpida y arrogante cara.

Dustin, que se encontraba a unos pasos atrás de Steve, lo miro sin contexto.

—No es posible. —Miro primero la brújula que tenía en sus manos y luego a la gran roca.

Steve se burló de él; abriendo y cerrando su mano, imitando sus anteriores palabras.

—Ni aunque la tengas adelante lo admites. —Steve recargo ambas manos por su cadera. —No admites no tener razón, imbécil.

Luego, Eddie salto sorpresivamente de una de las rocas. Llevándose toda la atención de ambos.

—Estoy de acuerdo. —Dijo Eddie. —Tu, Dustin Henderson, eres...un total imbécil.

Una sonrisa de alivio se formó en el rostro de Dustin. 

—Pensamos que estaban muertos. —Dustin corrió hacia él y lo abrazo.

Eddie le devolvió el abrazo.

—Sí, yo también. —Le menciono entre el abrazo. —Yo también.

Eddie y Steve se miraron y se saludaron desde lejos.

En eso, el diminuto tacón de Beverly sonó con fuerza al dar pasos sobre las ramas y hojas que se encontraban en el suelo. Los chicos giraron al escucharla, encontrándola con un gesto serio y los brazos cruzados.

—¡Dios, Beverly! —Dustin fue tras de ella y la abrazo sorpresivamente. Tan fuerte, que la hizo retroceder unos pasos y dejándola con una expresión pasmada.

Beverly, que tenía los brazos en el aire, sintió como su corazón la inundaba la calidez del abrazo del pequeño amigo y aunque fuera un poco tarde, fue correspondido. Dustin sonrió.

Al separarse, Beverly sintió la mirada de Steve.

—Rose. —La saludo aquel que portaba una sudadera amarilla. No lo expresaba pero, se sentía relajado en verla a salvo.

—Harrington. —Le respondió la chica haciendo un movimiento de cabeza.

Poco después, el resto del grupo llego, incluyendo dos caras nuevas. Robín se acercó a Beverly, dejando salir un gran suspiro.

— ¿Están bien? —Pregunto mirando a ambos prófugos, y estos asintieron con la cabeza. Aquella chica, froto el brazo de Beverly como acto de preocupación; le dio sonrió levemente. Como respuesta, la chica con chaqueta le devolvió la sonrisa y recargo su mano con la de Robín; agradecida.

Detrás de Robin, se acercó un chico de la edad de Dustin. Aportaba una gran sonrisa.

—Entonces tú eres de quien Dustin habla—Menciono. —Soy Lucas Sinclair, mucho gusto. —Levanto su mano y Beverly la estrecho.

Beverly inclino un poco su cabeza, recordando de donde conocía ese nombre. Y por último, se avecino una chica de cabello rizado que cargaba una bolsa grande de papel.

—Traemos comida—Indico tanto a Eddie como a Beverly. —Llámame Nancy. —Se giró a la rubia, con cierta timidez.

Eddie no tardo en husmear todo el contenido de comida y devoraba todo lo que le fuese posible. Quedo agachado, recargando ambos brazos sobre sus muslos. Por otra parte, Beverly llevaba su segunda botella de agua y comía todo de un poco, aunque no de la misma manera que su pareja. En ese tiempo, el grupo contaba lo sucedido en la mansión Creel y en como todo sincronizaba con la muerte de Patrick, hasta que Robín dijo algo que inquieto a Beverly:

HEALER | Eddie MunsonWhere stories live. Discover now