UNTIL THE END

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"A veces debemos hacer lo correcto sin importar lo que sentimos"

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"A veces debemos hacer lo correcto sin importar lo que sentimos".


Anteriormente, al inicio el viaje, Beverly le narro a su novio los sucesos que ocurrieron al reencontrarse con Vecna. Obviamente a Eddie se le llenaron de dudas la cabeza, no era necesario que lo dijera, hizo infinidades de gestos en sus ojos mientras escuchaba. Espero a que terminara para preguntarle cada una de ellas, logrando encerrarse en la conversación.

—Cuanto más lo pienso, más me arrepiento por no haberlo golpeado. —Apretó los dientes, mientras cerraba los ojos unos momentos por el enojo.

—Nada más porque no te salen rayos por los ojos, amor. —Bromeo Eddie. —Tus golpes no se comparan con la mirada que haces cuando te enojas.

—No soy consciente de ello.

—¿No? —Estaba a punto de estallar a risas. —¿Qué no recuerdas como me mirabas cuando nos reencontramos?

—Pero no quería golpearte.

—Pero si ahorcarme. —Recalco

—No es lo mismo. —Objeto y él acabo riéndose.

—Estar contigo hace que me olvide que soy el mayor en la relación.

—No se nota. —Beverly Ironizo.

Volteo a verlo y ahora era ella quien estallo a carcajadas después de ver su reacción. Él no consiguió continuar con la seriedad y termino por unirse a los grandes carcajeos.

—Hablando enserio...—La chica se aclaró la garganta. —si te sientes cansando, puedo conducir yo.

—¿Sabes conducir? —Pregunto, sorprendido.

—No —Se encogió de hombros, despreocupada.

Eddie meneo la cabeza sin deshacerse de su sonrisa, percatándose de esa mirada angelical.

—¿Quieres que te enseñe?

Beverly asintió energéticamente con la cabeza. El chico no podía con tanta ternura.

—Está bien. —dijo feliz. —Te enseñare una vez que encontremos un lugar más espacioso, ¿qué opinas?

—¡Si! —Agudizo su voz e intercambiaron sonrisas alegres.

Por desgracia, ese ánimo no duro.

El rostro de Munson cambió drásticamente tras reanudar la mirada al volante, pisó el freno de golpe y enseguida, extendió su brazo muy cerca del pecho de Beverly para brindarle protección ante el inesperado acto. Tan pronto que el vehículo se detuvo, desabrocho el cinturón de seguridad, volvió hacia su novio y quedo con ambas manos en el aire, examinándolo con la mirada.

Eddie comprimió los parpados y labios por el esfuerzo intuitivo de su cuerpo, causándole una dolencia en las heridas del abdomen. Beverly comenzó a temblar al notarlo, le daba miedo inclusive tocarlo. Reunió valor y con pequeños tactos logro tenerlo de las mejillas.

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⏰ Última actualización: Feb 01 ⏰

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HEALER | Eddie MunsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora