CAPITULO XXVI

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—¡Aguarden! —Grito Robín cuando vio como Beverly seguía a Nancy.

Momentos atrás, la tierra volvió a sacudirse, dejando a todos en el suelo y desconcertados. Cuando el suelo dejo de moverse, Nancy miraba fijamente hacia una dirección y no dudo en dirigirse a ese punto. Beverly fue tras de ella.

—¿Esa es tu casa? —Pregunto Beverly cuando ambas se detuvieron y observaban lo mismo.

—Sí. —Le respondió Nancy

—Bien. —Dijo la rubia e inicio caminata hacia aquella casa, dejando a unos centímetros atrás a Nancy que no tardo en seguirle paso.

Beverly escucho pasos a sus espaldas y sin dejar de caminar, se giró y estiro su brazo hacia Eddie para que la tomara de la mano y él le correspondió.

Posteriormente, al llegar a la casa, Nancy abrió la puerta con nerviosismo. Steve saco su linterna y apunto el camino, guiándolos. Las partículas flotantes los seguían, el aire era pesado y muy frio, algo así como entrar a un refrigerador. Incluso, se sobresaltaron por el fuerte sonido que emitía el viento y la casa se alumbraba en ocasiones por la intensidad de los relámpagos rojos.

—¿Así de tétrica es allá arriba?—Pregunto Beverly con cierto humor haciendo referencia al hogar, mirando las enredaderas que estaban por todos lados.

—Necesitan alguien que limpie, Wheeler. —Le siguió Robin

Pero a Nancy no le hizo ninguna gracia.

—Vamos. —Indico la susodicha, volteando hacia las escaleras. —No quiero quedarme más tiempo del necesario.

Robín fue la primera en seguirla y posteriormente, el dúo prófugo. Sin percatarse que Steve se detuvo y quedo a medias escaleras, dándose cuenta de algo.

Se dirigieron a la habitación de Wheeler y parte del clan, se posiciono a los costados de ella. Nancy abrió su armario y se alzó de puntillas para alcanzar una caja de zapatos, la recargo sobre su tocador, quito la tapa muy segura y se encontró con... unas zapatillas.

Beverly soltó la mano de Eddie al notar la cara de asombro de Nancy; no era buena señal.

—Oh no...—Expreso Eddie al notar el lenguaje corporal de su pareja.

Nancy tomo las zapatillas, confundida.

—Esas no son armas. —Recalco Eddie al señalarlas. —¿No las dejaste en otro lado?

—Vivo con una niña. —Le respondió Nancy. —Se dónde guardo mis armas. Además, tire estos zapatos hace años.

Beverly se alejó del grupo y se acercó al armario anterior, husmeando a caja, ropa, cajones, de todo, en busca de aquellas armas. Lo que llamo la atención de Beverly, fue que el fondo hayo un par de patines negros.

—¿Patinas, Wheeler? —Pregunto Beverly al girarse al resto, mostrando los patines que sujetaba en sus dedos.

Nancy enfoco toda su atención a aquellos patines.

—Yo regale... esos patines...—Comento, desconcertada.

Beverly frunció el ceño por que no entendió lo que estaba diciendo. Le restó importancia, se agacho y dejo en el suelo los patines negros que juraba que se veían semi nuevos. Pero en eso, encontró tirado un libro de pasta dura, lo coloco entre sus manos y noto que la portada tenia escrito;

SECUNDARIA HAWKINS || ANUARIO || 1983

Se acercó a Eddie y este, poso sus ojos en ella. Beverly le entrego el álbum y Eddie lo tomo, confundido.

HEALER | Eddie MunsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora