18

256 27 19
                                    

—¡Bri!, ¡Ya basta déjame!. —Río el rubio mientras Brian dejaba besos en sus mejillas y le hacía cosquillas.

Al acabar con las cosquillas, Brian unió ambas narices haciendo un lindo beso esquimal que el rubio siguió con gusto.

Al separarse Brian susurró.

—Dios, eres hermoso.

—Estoy despeinado y mal vestido.

—Sigues siendo hermoso.

Brian lo beso mientras hacia cosquillas de nuevo.

—¡Oye ya!, ¡Ya no más!.

Brian acepto de dejar de hacer cosquillas, junto ambas frentes con cariño mientras el rubio lo abrazaba muy feliz.

Al estar completamente juntos, Brian encima de él rubio abrazándose con cariño, Brian susurró.

—Te amo.

—Yo más. Te amo mucho más.

Sonrieron.

...

Rufus se aferró al cuerpo de Roger mientras éste le hacia mimos viendo las caricaturas que le gustaban a el pequeño, Roger suspiro algo aburrido, bueno en realidad estaba mas que aburrido, Brian se encontraba en el supermercado comprando algunas cosas para ver una película ellos dos solos en la noche.

A Roger eso le emocionaba, le encantaba pasar tiempo a solas con su Brian.

No solo por sexo, oh no, claro que no, amaba como Brian se comportaba, como lo trataba, como lo abrazaba, como le hablaba.

Amaba eso con toda su alma.

Minutos después llego May con un par de bolsas, le sonrío a Roger y camino a la habitación de ambos a dejar las cosas.

Después de una hora, dejaron a Rufus en la habitación durmiendo.

Brian y Roger fueron a la sala, se sentaron en el sofá muy juntos, empezaron a comer y ver la película, lo menos que hacían minutos después, puesto esteban ahora besándose con cariño.

Los labios de ambos estaban levemente hinchados y rojos, Brian guío sus labios a las mejillas el rubio, este soltó una risita suave mientras dejaba que Brian besara todo lo que quisiera, después se volvieron a besar, al separarse Brian hablo suavemente.

-¿Como haces para volverme más adicto a ti todos los días?.

Roger sonrío y acaricio las mejillas de Brian felizmente y susurro.

-No lo se.

-Me tienes mal... Muy pero muy mal.

Volvieron a besarse con cariño.

Al separarse, Brian susurró.

—Ya deseo que seas el señorito de May.

—Ya lo soy, ni necesito casarme contigo para que me des tus apellidos.

—Igual quiero que ya sea oficial.

Brian sonrió levemente mientras miraba el potente azul cielo en los ojos del rubio.

—¿Que tal si tú y yo nos besamos más y llevamos esto a otro nivel?.

Roger río levemente mientras asentía.

...

—Soy Roger Taylor, vengo a denunciar una desaparición.

—¿Nombre de la persona?.

—Rufus May Taylor y Brian Harold May, es mi hijo y mi esposo. Hace tres días fue a ver a su familia junto con mi hijo y desde ahí no los veo... —Roger explotó en lágrimas y hablo. —Se que Brian no me dejaría jamás y menos llevándose a mi hijo el cual es mi felicidad entera... Por favor, ayúdenme a encontrarlos, quiero a mi familia de vuelta.

—Daremos la alerta Amber y buscaremos a ambos, pondremos a los oficiales a trabajar, por favor, déjenos su número de teléfono para llamarlo en caso de emergencia.

Roger hizo aquello, y se fue.

No paraba de conducir, siempre lo hacía, hace menos de un mes se había casado con Brian y el había desaparecido hace tres días junto con su hijo.

Y algo le decía muy en el fondo.

Que Anita Dobson tenía que ver.

...

—Anita, dame a mi hijo. —Pidio Brian intranquilo. —Por favor, Anita, estoy preocupado por el. Quiero tenerlo en mis brazos, es mi bebé.

—Esta bien, Brian. Esta durmiendo.

—Te lo ruego, Anita. Quiero a mi bebé.

—Agh, bien. Ya voy por el.

Anita salió de la habitación cerrando la puerta con llave, Brian suspiro viendo su tobillo amarrado con una cuerda.

Extrañaba a Roger, extrañaba todo, no entendía siquiera que hacía allí.

¿Por que Anita lo secuestro?.

Si tan solo no hubiera salido, tal vez estaría allí con Roger, juntos, amándose.

Sabía que Roger lo buscaba, pues hace unos días escucho la televisión y en las noticias decían su nombre y el de su hijo.

May suspiró recordando a Roger, hasta que Anita entro a la habitación.

—¡Papá!.

Brian sonrió y alzó sus brazos, Anita le dio a Rufus mientras Brian besaba su cabeza conteniendo lágrimas.

—Mi Rufus, ¿Estas bien, bebé?.

—Si, papá.

Brian sonrió, acarició la mejilla de su hijo y hablo.

—¿Haz comido?.

—Comí galletas hace unas horas... Pero ya tengo hambre de nuevo.

Brian lo miro unos segundos y hablo.

—Después te darán algo de comer, amor.

—¿Y mamá?.

Esa pregunta hizo que Brian dejará de sonreír para su hijo y en cambió sus ojos se llamarán de lágrimas

𝐃𝐮𝐥𝐜𝐞 𝐚𝐫𝐨𝐦𝐚 𝐚 𝐦𝐢𝐞𝐥. [𝐌𝐚𝐲𝐥𝐨𝐫/𝐎𝐦𝐞𝐠𝐚𝐯𝐞𝐫𝐬𝐞]Where stories live. Discover now