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Roger abrió la puerta sin ganas encontrando a la persona que menos creía que vería.

—¿Anita?.

—Hola Roger...

—¿Q-que haces aquí?.

—Vengo a dar mi apoyo, oí lo que le pasó a Brian y a tu hijo... Lo siento mucho.

Roger miro a un lado mientras apretaba mas a el la camisa que tenía puesta.

Una de las tantas camisas de Brian.

—Ya llevan un mes... Nadie sabe de ellos... Es como si se hubieran esfumado de la fas de la tierra...

—Lo siento demasiado... —Dijo y le sonrío levemente.— Llámame si es necesario, voy a ayudarte.

—Esta bien... Gracias.

Anita le dejo un pequeño papel con un número y se fue.

...

—¡No, Anita! ¡El necesita un hospital!, ¡Míralo como está!, ¡Rufus está enfermó!, ¡Esta amarillo!, ¡Esta muy mal!, ¡Vomita todo!, ¡Anita por favor llévalo a un hospital!.

—¡No puedo, Brian!, ¡Es solo un virus estomacal seguro!.

— ¡Si mi hijo muere por negligencia tuya juro que te haré el resto de tu vida miserable!. —Grito May sin piedad alguna mientras sostenía a su hijo entre sus brazos.— ¡Llévalo a el hospital!.

—¡Que no!, ¡No lo haré!, ¡Por fin tenemos todo lo que queríamos juntos!, ¡Una casa, una relación estable, un hijo!, ¡Brian por fin lo tenemos!.

—¡Estas loca!, ¿¡No oyes lo que dices!?, ¡Yo estoy casado!, ¡Tengo a mi esposo más que preocupado en mi casa!, ¡Tengo un hijo con Roger!, ¡Roger es mi todo! ¡Anita por favor, déjame ir y no presentaré cargos!, ¡Por favor Anita!.

—¡Es todo lo que queríamos!, Creo que un momento solo te va a dejar pensar con claridad, nos vemos mañana, te amo.

Y sin más, Anita salió de la habitación.

Brian grito una maldición y miro a su hijo, el cual se encontraba amarillo, el blanco de sus ojos también lo estaba.

—Rufus... Mi amor, ¿Como te sientes?.

—Papi, no me siento bien...

—Tranquilo, amor. Pronto saldremos de aquí, ¿Si?

El menor asintió sin ganas, Brian lo abrazo con mucho cariño acariciando su cabello.

—Buscare la forma de escapar... Te lo prometo.

...

—Cuéntame, Roger. ¿Como conociste a Brian?. —Pregunto Anita sonriente mirando a Roger.

Roger sonrió poquito, mezcló su té con el azúcar y hablo.

—Fue tan extraño... Yo estaba leyendo debajo de un árbol, el llegó y se sentó a mi lado, yo no sabía que se había sentado allí. Después me habló, yo lo mire, quede fascinado por todo el... Su sonrisa, sus ojos, sus rizos, sus labios... Nunca había visto a un hombre tan apuesto, hablamos poco, me invitó a salir y yo acepté más que feliz... Después me confesó que el percibía mi olor, me comentó que me busco por cielo, mar y tierra. Yo me enamore tan rápido y cuando menos lo espere, el me estaba besando... Los únicos labios que he probado son los de Brian, y ese beso, ha sido el mejor de todos... Recuerdo su rostro cuando nos separamos, sus ojos brillantes, una hermosa sonrisa en su rostro...

La voz de Brian resonó en su memoria justo después de ese beso.

Tus labios son tan deliciosos”

—¿Y que más?.

—Dijo que mis labios eran deliciosos... Yo me lancé a sus brazos otra vez besándolo... Pasamos como una hora en eso, entre beso y beso, pocas palabras, solo ahí, besándonos... Pretendiendo que eso nunca iba a acabar. Brian ha sido mi felicidad todo este tiempo.

—¿Y el momento de la mordida?. —Dijo viendo la cicatriz de los dientes de Brian en su cuello.

—Fue... Espontáneo, yo lloraba por la vez que me dijiste que me alejara de el, me sentía muy mal, yo... Yo pensé que el se iría contigo, el entro a la habitación después de mi, me acorraló, me habló, me abrazo y consoló... Después el se encontraba posicionado en mi, dandome besos y mimos, me sentía bien, pero... El después dijo que ya no lo soportaba, que deseaba morderme, tomo mis muñecas y me miro, yo me removi y el me mordió... Dolió, dolió muchísimo, después sentí calor, después sentí deseo, después nada... El me había soltado. Me beso.

—¿Y celo?.

Un sonrojo apareció de pómulo a pómulo en la cara del rubio.

“Te haré ver las estrellas.”

“Recuerda quien es el puto pasivo.”

“Eso es amor... Todo de ti, todo.”

“¡Brian!”

“¡Oh, Roger!”

—Fue lindo, Brian tuvo cuidado... Aún que eso solo fue al principio, después se "desató"... No quiero dar detalles.

—Entiendo...

—Lo extraño...

...

—No puedo estar un segundo más aquí... Esto me asfixia... ¿Rufus como te sientes?.

—T-tengo ganas de vomitar...

—Ven amor... Necesitas hacerlo para que te sientas mejor.

Rufus asintió, Brian tomó un balde vacío que había dejado Anita y lo puso en frente de su hijo, el cual se digno a soltar todo lo que tenía en el estómago.

—No vamos a pasar un día más aquí... Mañana nos vamos.

Te amo, Brimi... Siempre seré tuyo.”


𝐃𝐮𝐥𝐜𝐞 𝐚𝐫𝐨𝐦𝐚 𝐚 𝐦𝐢𝐞𝐥. [𝐌𝐚𝐲𝐥𝐨𝐫/𝐎𝐦𝐞𝐠𝐚𝐯𝐞𝐫𝐬𝐞]Onde histórias criam vida. Descubra agora