Capítulo 21: Quiero Que Me Entrenes

136 11 15
                                    

Después de que el funeral de Rengoku por fin haya terminado, la chica salío de la vivienda de este con la cabeza gacha, mientras caminaba de manera lenta sin nisiquiera ver hacia donde iba, por eso mismo casi choca con varias personas en el camino pero eso poco le importó

«Pobre del hermano de Rengoku-San» pensó la chica sin dejar de caminar y sin levantar la cabeza. Podía sentir como sus ojos comenzaban a humedecerse una vez más, pero poco le importó aquello

La chica siguió caminando sin levantar la cabeza, pero su camino fue interrumpido por el repentino choque contra una persona a la cual no le quería ver la cara

-Lo siento -se disculpó la chica sin nisiquiera levantar la mirada

Después de decir eso, Ayame estuvo dispuesta a seguir su camino, pero aquella persona con la que choco la detuvo tomándola del brazo. La acción de la persona desconocida hizo que Ayame levantar la mirada enojada dispuesta a protestar, pero al reconocer a la persona que tenía frente a ella no tuvo más opción que atorar sus palabras en la garganta

-¿Estas bien? -quiso saber aquella persona sorprendida, mientras tocaba las mejillas ya mojadas de Ayame en un intento de limpiarlas, pero la chica se lo impidió quitando su mano de golpe

-Estoy bien, solo necesito estar sola -hablo desviando la mirada, al mismo tiempo que trataba de soltarse del agarre del chico que tenia frente a ella

Ante la acción de la muchacha, el chico enojado apretó más el agarre evitando que la chica se soltara y por consiguiente lasrimandola un poco sin darse cuenta

-M..Me lastimas, Tokito -se quejó Ayame con una expresión de dolor en su rostro

-¿Por que no me miras cuando me hablas? -cuestiono el chico aligerando un poco el agarre al ver que estaba lastimando a la chica, pero sin soltarla del todo

-Por favor, sueltame -pidio apunto de llorar, pero nisiquiera eso hizo que el chico la soltara

-¿Acaso me odias? -cuestiono un tanto dolido por la actitud de la chica

Ante la pregunta Ayame miró de forma sorprendida al chico, pero enseguida bajo la cabeza tratando de evitar su mirada

-N...No te odio, así que no te preocupes por eso -respondío dándole una sonrisa forzada al chico- Ahora, por favor sueltame -pidió amablemente

-Sigueme -dijo el chico ignorando por completo la petición de Ayame y comenzando a correr hacia un lugar desconocido para la chica sin soltar la mano de esta

-¿D...Donde vamos? -quiso saber la chica, pero el chico nisiquiera le respondió ya que estaba concentrado en llegar al lugar

Después de estar corriendo como por 20 minutos, los dos por fin llegaron a un lugar apartado de la sede de los cazadores de demonios donde estaban cayendo hojas de color amarillo debido al otoño (multimedia)

-Hojas de Ginkgo Biloba... -susurro la chica sorprendida al llegar al lugar- ¿Por que me trajiste aquí? -preguntó mirando al chico con curiosidad

-Deja que las hojas se lleven tus lágrimas

Después de escuchar las palabras del chico y sin poder evitarlo más Ayame comenzó a llorar sin parar, mientras el chico la miraba sin saber que hacer

-¿P...Puedo abrazarte? -preguntó secandose las lágrimas de sus ojos, que no paraban de salir

Ante la pregunta de la chica, Tokito no respondió si embargo si se acercó a ella para que está lo pidiera abrazar y está sin decir nada más lo abrazo

-Gracias -susurro comenzando a llorar una vez más, esta vez en el pecho del chico, haciendo que por el peso de la chica Tokito se sentará en el suelo

Después de estar llorando por unos minutos, la chica se quedó dormida sin darse cuenta en el regazo de Tokito y este para no despertarla se quedó quieto en el lugar, mientras miraba su rostro dormido

-Se ve muy linda cuando duerme -susurro el chico, sorprendiendose por sus propias palabras

«¿Que rayos estoy diciendo?» pensó el chico con un pequeño rubor en sus mejillas, sin embargo enseguida se tranquilizó

Después de unos 30 minutos dormida, Ayame se despertó y se sorprendió al darse cuenta que había dormido sobre el regalo del chico y eso provocó que se levantará de golpe sorprendiendo un poco al chico por lo repentina que fue la acción de la chica

-S...Siento quedarme dormida -se disculpo la chica haciendo una reverencia nerviosa

-¿Ya te sientes mejor? -preguntó el chico mirando a la chica de forma preocupada

-S..Si, gracias por ayudarme -respondío de forma rápida, aún sonrojada

-Bien -dijo dándole una sonrisa a la chica, la cual hizo que esta se sonrojara más- Entonces volvamos a casa

-Si

Luego de esta pequeña comversa, ambos cazadores volvieron a la finca del pilar, ya que se estaba haciendo tarde y debían cenar. Al llegar ambos entraron a la vivienda y se dirigieron cada uno a su habitación para ponerse algo más cómodo

Después de haber hecho todo lo necesario para estar frescos y cómodos, ambos comenzaron a cenar de forma tranquila, hasta que la voz de la chica interrumpió el ambiente

-Tokito, ¿puedo pedirte un favor? -preguntó dejando de comer para poder mirar al chico, quien al escuchar su pregunta la miro confundido

-¿Que pasa? -preguntó con curiosidad, por qué aún que no lo admita si le interesaba lo que le quería decir la chica

-¿M....Me podrías entrenar? -pidió nerviosa por la respuesta que le podría dar el chico

-¿Porqué quieres que te entrene? -quiso saber de forma sería

-Quiero hacerme más fuerte. Si sigo con este nivel no podré proteger a nadie, nisiquiera a ti -explicó mirando al chico de forma sería y eso hizo que el chico se sonrojara un poco

-Yo no necesito que me preotegan, después de todo soy un pilar -respondío tratando de calmar su nerviosismo

-¡Yo quiero protegerte! -dijo decidida- ¡Así que por favor, di que sí! -pidio una vez más, mientras miraba al chico a los ojos de forma suplicante

Tokito al ver la intensa mirada de la muchacha no tuvo más opción que afirmar con la cabeza, para que está lo dejara de mirar de esa manera, pero ante su respuesta solo se ganó un abrazo de la chica, la cual estaba emocionada

-¡Gracias por aceptar! -gritó para luego soltar al chico y seguir comiendo con una sonrisa

-Si... -dijo, para luego seguir comiendo sin saber por qué su corazón latía anormalmente rápido

Después de que ambos terminaron de comer se fueron a su habitación, pero antes de que el chico entrara a la suya hablo llamando la atención de la chica

-Comenzamos el entrenamiento mañana -avisó, para luego entrar a su habitación

La Hija Mayor De Oyakata-Sama (Kimetsu No Yaiba) [Tokito X Ayame] LIBRO 1Where stories live. Discover now