Capítulo 55: Control Y Regreso

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Era una noche nublada y Eliane se encontraba caminando por un bosque con una expresión vacía en su rostro, como si estuviera en un trance. La demonio siguió caminado con dificultad, hasta que llegó a un lago de aguas cristalinas iluminadas por la poca luz lunar que dejaban entrar las nubes y sin pensarlo se lanzó a él hasta que llegó al fondo sin dar señales de estar respirando

—Ríndete de una buena vez —dijo una voz en la mente de la demonio

La voz en la cabeza de la demonio, hizo que está abriera los ojos poco a poco, hasta que su vista llegó a los rayos de luna que traspasaron la superficie del lago

—Ayame... —susurro recordando a su pequeña hermana mientras se encontraba aun en el fondo del lago, ya que como demonio no necesitaba aguantar la respiración estando bajo el agua

—Pareces estar triste, Koyuki —dijo una voz en la cabeza de la demonio—. Si me dieras el control completo de tu cuerpo, estas cosas no pasarían

—Había olvidado que aun estas en mi cabeza —hablo Eliane (Koyuki) en su mente

—Oh vamos, como puedes olvidar a tu querida maestra —se quejó la voz un poco ofendida

—Tú no eres mi maestra, jamás lo fuiste —contrataco Eliane con enojo

—Y sigues con eso —hablo la voz con decepción—. ¿O acaso has olvidado quien te convirtió en quién eres actualmente?

—¡Cierra la boca y vuelve a dormir! —grito la demonio, al mismo tiempo que se metía el dedo índice de su mano derecha en su cabeza, (tipo Douma cuando está buscando los recuerdos de la madre de Inosuke) para luego lanzar una llamarada en su cerebro y así silenciar la voz de su cabeza

—Nos veremos de nuevo Koyuki, siempre estoy dentro de tu conciencia —dijo la voz por última vez antes de desaparecer por completo

Cuando la voz desapareció, Eliane soltó un suspiro de fastidio para luego salir de fondo del lago de manera rápida. Luego de salir del lago, la demonio comenzó a dirigirse a su base secreta, ya que estaba a punto de amanecer

[Con Ayame]

Ayame se encontraba teniendo una batalla con Karol, mientras trataba de mantener su temperatura en unos 25° bajo cero

—Has mejorado mucho en muy poco tiempo, Ayame —comentó el chico a su compañera

—Todo gracias a ti, Karol —contestó Ayame con una sonrisa

—Deberíamos volver, Oyakata-Sama solo nos dio un par de semanas para saltarnos el entrenamiento Hashira —comentó mirando hacia la dirección donde estaba la sede de la cofradía

—Tienes razón, ya es hora de volver —susurro mirando hacia la misma dirección que su compañero

Luego de esa conversación, ambos chicos volvieron a la posada donde se estaban quedando y comenzaron a prepararse para volver a la sede de los caza demonios. Cuando ya estuvieron listos, ambos cazadores bajaron a la recepción de la posada

—Ara, ¿ya se van? —pregunto la dueña de la posada, quien era una anciana de cabello blanco y hermosos ojos color amarillo al momento de ver a ambos cazadores con sus cosas

—Así es, Urara-San —respondió Ayame con una sonrisa—. Ya volvemos a casa

—Vuelvan cuando quieran y cuidado en el viaje de regreso a su hogar —comento la anciana con una sonrisa

—Gracias, Urara-San —agradecieron ambos cazadores con una sonrisa

Luego de esa pequeña conversa, ambos cazadores emprendieron rumbo hacia la sede de los cazadores de demonios de manera rápida, ya que de manera lenta les tomaría más o menos un par de días llegar y a una velocidad más alta se tardarían, un día imedio en llegar a su destino

Mientras viajaban hacia la sede, Ayame y Karol comenzaron a conversar de la infancia de cada, para no aburrirse en el camino

—¿Y entonces que paso después? —pregunto Karol con curiosidad por lo que Ayame le estaba contando

—Mamá nos termino regañando por comernos los dulces sin permiso, aunque después de unos minutos nos termino dando uno a cada una si le prometíamos no volver a comer dulces sin permiso jajaja —explico la cazadora con una sonrisa divertida, aunque por dentro estaba un poco triste por recordar cosas de su infancia—. Por supuesto Koyuki no cumplió la promesa y volvió a comer dulces sin permiso

—Tu hermana sí que era una maleante —comento el pelirrubio con una sonrisa burlona

—Se podría decir que sí. Ella siempre me arrastraba en sus travesuras y por eso terminábamos ambas castigadas

—Me hubiera gustado haber conocido a tu hermana cuando era humana, quizás nos hubiéramos llevado bien

—Quizás... —susurro con tristeza, lo que hizo que Karol se sintiera mal por eso

—L...Lo siento, te hice recordar ese momento —se disculpó de manera rápida

—N...No pasa nada, Karol. No puedo estar siempre triste por lo que le paso a mi hermana —respondió con una sonrisa forzada—. Es hora que afronte la realidad tal y como es

Después de eso y después de un día, ambos cazadores llegaron a la sede de la cofradía

—Bueno, ya estamos aquí —hablo el cazador mientras ponía ambas manos en su cintura—. ¿Dónde quieres ir primero?

—Iré a ver a Ruby, estoy preocupada por ella —contesto la chica mirando a su amigo—. Si quieres tu puede ir donde quieras

—Entonces aquí nos separamos —dicho eso comenzó a caminar. Sin embargo, detuvo su andar enseguida y eso confundió a su amiga

—¿Qué pasa? —pregunto Ayame de manera rápida al ver a su amigo detenido y mirando el suelo

—¿Qué es eso? —pregunto sin mirar a su amiga, ya que estaba mirando a una especie de gusanos redondos en el suelo

La chica se acerco a su amigo, para ver que estaba viendo el suelo. Sin embargo, esta se sorprendió al ver lo que estaba en el suelo, lo que la obligo a pisar a una de esas criaturas de manera rápida, lo que sorprendió a su amigo

—¡¿Por qué hiciste eso?! —pregunto Karol sorprendido y asustado por la actitud de la chica

—¡Estas cosas no son criaturas normales! —grito al mismo tiempo que tomaba la criatura que había pisado con anterioridad y la analizaba—. ¡Mírala bien y dime que te parece¡

Luego de las palabras de la muchacha, el chico miro bien a la criatura con mas detenimiento por un momento, hasta que de un momento a otro miro a su amiga sorprendido

—E...Es el ojo de un demonio, y por el numero que tiene grabado, diría que es la luna superior cuatro —explico de manera rápida y nerviosa

—¡Así es! ¡los demonios han encontrado la sede y mi padre puede estar en peligro! —dicho eso la chica comenzó a correr hacia la finca de su padre seguida de su amigo

La Hija Mayor De Oyakata-Sama (Kimetsu No Yaiba) [Tokito X Ayame] LIBRO 1Kde žijí příběhy. Začni objevovat