Illecebra ✠ lumity

꙳ ﹡ ⛧ capitulo 12

La noche fría y joven en New York, las personas caminaban normal por la calle del gran Brooklyn sin ninguna preocupación, como si el clima friolento no afectara sus cuerpos. Como si más allá de sus ojos no existieran ángeles que caminaban entre humanos, demonios disfrazados de mortales conviviendo entre ellos, siendo sus amigos, sus cómplices e incluso sus parejas.

Nadie sabía o tenia presente a lo que se enfrentaban día a día, todo era una montaña rusa, difícil de subir, y difícil de bajar.

Amity salió de su casa en cuento el reloj marco las 10:45 de la noche. Luz la esperaba en su auto, la pelimorada había optado por usar algo fuera de lo común en ella. Unos pantalones de cuero ceñido a sus piernas, una camiseta de seda negra metida por dentro junto a un cinturón de una marca famosa. Tenía sus clavículas expuestas, un collar delgado alrededor de su cuello y unas botas del mismo material de sus pantalones.

Luz quería que se mostrara totalmente diferente a lo que era normalmente, y pues... había hecho su mejor intento para no gritar con su imagen normal de una chica "pura".

Abrió la puerta del auto entrando al vehículo con timidez, giro su rostro encontrándose con la potente mirada de Luz sobre ella, mirándole cada prenda y viendo más allá de su piel tersa, lamio sus labios por instinto, pensando en lo sexy que se veía Amity.

—¿A dónde me llevaras? —dice Amity sacándola de sus pensamientos pecaminosos.

—A un lugar oculto, ya te lo dije. —se acerca para tomar su barbilla y besar sus labios— Te vas a divertir mucho.

—¿Con divertir te refieres a asustarme por cualquier persona diferente a mi que vea? —cuestiono.

Luz soltó una risa ronca, negó con su cabeza para proseguir a conducir fuera de la ciudad.

Amity miraba por la ventanilla las luces de la ciudad, junto a la hermosa vista del rio y el puente.

—Luz. —pronuncio de pronto.

—¿Si?

—¿Te has enamorado alguna vez? —se atrevió a preguntar.

Luz permaneció en silencio, la respuesta era muy obvia, ella si se había enamorado una vez, de alguien físicamente igual que Amity, había sido su perdición en este mundo. Pero ante los conflictos que mantenían en aquella época, Amber decidió terminar con ella, y pronto después murió en manos de un soldado.

Luz había quedado tan resentida y enojada, sintiendo por primera vez un corazón roto, lagrimas bajando por sus mejillas y la impotencia haciendo estragos en su cuerpo.

No pudo soportar aquel dolor y acabo con la vida de aquel soldado. En venganza de su amada Amber.

Todavía dolía, y por esa misma razón se acercó a Amity.

—¿Luz? —volvió a pregunta la pelimorada.

—Sí, lo hice. —acepto el demonio— Pero quedo en el pasado, hace muchos siglos atrás.

—¿Siglos? ¿Qué edad tienes?

Luz sonríe.

—Ya te dije que tengo 25 años.

—Si ajá, hablo del real, ¿Qué edad tienes?

—5700 años. —confeso.

Amity abrió sus ojos de par en par.

—Joder, ¿Es en serio?

—¿Sorprendente no? Aun me veo joven y sexy.

—¿Es decir que vives desde la creación del universo?