Capitulo 6: La verdad

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Daba miedo.

Los ojos de Sooyoung brillaban intensamente y parecía que flotaba todo el tiempo sobre una nube.

Regresó a trabajar y sus compañeros se aterrorizaron ante lo exageradamente amable que era. Hyunjin incluso tuvo que cuestionarse si era una trampa y si su trabajo estaba en juego. Nadie podía creerlo, la doctora Ha bailaba al caminar, se veía radiante, fresca, y por primera vez, su aura no gritaba intensidad, sino, una hermosa paz.

- ¡Muevete! ¡Muevete! - Jinsol gritaba de pie, moviendo exageradamente las manos.

Su prima jugaba para un equipo nacional de hockey. Ninguna de las dos era aficionada al deporte, pero los golpes y la sangre en el equipo femenil hacía que lo disfrutaran.

Escuchó una leve risita a su lado y Jinsol volteó - ¿Qué es tan gracioso?

- Nada - ni siquiera la miró. Sooyoung estaba intentando no morir de un ataque después de que Jiwoo le mandara una imagen de un perrito deseándole buenos días.

Miró de reojo que Jinsol no estuviera observando y llevo su celular a su pecho, gritando emocionada.

- ¿Qué? - respondió Jinsol al sentir movimiento a su lado y al encontrarla totalmente sonrojada.

- No es nada. Jungeun me recordó mis citas agendadas y ya la conoces, es una idiota - hizo un gesto dándole a entender que bromeaba con frecuencia.

- Como sea, le volvieron a romper la nariz a Yeojin.

- ¿Qué? ¿De nuevo? - se levantó - No entiendo cómo lo hacen, ni siquiera agachandome llegaría a su nariz.

Jinsol sonrió, abrazándola por la cintura. Adoraba esos momentos - Son unas profesionales.

Ambas sintieron la vibración en el bolsillo de la doctora e inmediatamente ésta sacó su teléfono - Oh, debo irme.

Salió corriendo entre la gente mientras contestaba. Jinsol rodó los ojos pero estaba acostumbrada a su ausencia. Le envío un mensaje diciéndole que le trajera un hot-dog cuando regresara, pero Sooyoung nunca regresó.

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¿Qué si Jiwoo necesitaba ayuda porque su televisor no quería encender? Por supuesto que iría.

¿Qué solo era una trampa para que vieran películas juntas? ¡Claro que se quedaría ahí!

Después de la tercera cita y por regla de Jiwoo, finalmente se besaron y Sooyoung no podía caer más enamorada de lo que ya lo estaba.

La doctora amaba besar, lo hacía exquisitamente y siempre decía que un buen beso, era el inicio para un buen sexo. Y aunque en su pasado, apresuraba las cosas, besando chicas para después llevarlas a la cama. Con Jiwoo era totalmente diferente, y podía pasar horas besando sus labios sin una segunda intención.

Claro que lo deseaba, al final de día estaba besando a la chica que le gustaba y su cuerpo reaccionaba con naturalidad, pero iba más allá. No podía separar sus labios de los de ella, y cada vez que se despedían, volvían a besarse y las horas pasaban nuevamente.

Sooyoung descubrió en ella, lo hermoso que eran las etapas de una relación y no tenía intenciones de apresurar sus pasos, porque aunque lo deseaba como el infierno, disfrutaba cada momento con ella.

Suspiró entrando a su casa, dejando caer las llaves y su bolso una vez que entró.

- ¿¡Qué estás haciendo aquí!? - su alma abandonó su cuerpo y la adrenalina llegó cuando al entrar, encontró a Jinsol sentada en el sillón con los brazos cruzados y una cara no muy buena.

Cirugía para Sooyoung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora