Cirugía para Sooyoung

Capítulo 9: Elevador

Tres horas después de vagar por la ciudad, arrojó las llaves de su hogar completamente disociada. Sooyoung no creía lo que acababa de pasar. Sí, no era la primera vez que le sucedía algo así y quedaba su infidelidad al descubierto, pero había perdido a Jiwoo, de verdad se había terminado y le era imposible seguir su vida sin ella.

Se tiró al colchón y admiró la fotografía que le tomó unos minutos antes de la tragedia; salía preciosa, estaba tan feliz teniendo el mejor cumpleaños de su vida. No era así como tenía que acabar la noche, así no era el plan, Sooyoung le diría que la amaba y disfrutaría de la velada más linda de todos los tiempos, pero en su lugar la envío a casa cubierta de pastel, con el vestido roto y el corazón hecho pedazos. Estaba preocupada también y deseaba llamarla para preguntar si llegó bien a casa, pero ni siquiera merecía la respuesta. 

Miró el reloj, ya era de noche, pero no lo suficientemente tarde para cambiar. 

Se puso de pie, tomó una gran bocanada de aire y se dirigió al espejo - Jungeun tiene razón. Siempre la ha tenido. Soy una maldita por jugar con las mujeres y no darles el lugar que merecen. Ahora estoy pagando las consecuencias de cada mala acción.

Arregló su blusa lo mejor que pudo y limpió un poco su maquillaje que se encontraba casi nulo por el tormentoso llanto.

- A partir de hoy, una nueva Ha Sooyoung nacerá. No lo haré por ti Jiwoo, sino por mí, porque necesitas una mujer a tu altura y no una basura - tomó de nuevo sus llaves y salió corriendo del edificio. Curiosamente no le costó demasiado conseguir un taxi. El camino fue una agonía y para su desgracia el poco tráfico hizo el recorrido más corto que de costumbre.

No se sentía preparada, Jinsol era la persona con quién había compartido los últimos años de su vida y rompería todo lazo con ella. Sin embargo, Jinsol tampoco merecía apestarse de ella, y si un día Jiwoo la perdonaba, estaría completamente lista y soltera.

El edificio de Jinsol siempre le dió pavor, era innecesariamente largo, pero eso no importaba ahora. Pensó en llamarla para no despertarla pero contaba con un juego de llaves así que prefirió simplemente entrar y ser lo más rápida posible, no soportaría demasiado ver cómo le rompía el corazón a una de las personas que más quería. 

Era miércoles, eso significaba que Jinsol estaría sorprendida de ser visitada finalmente, para mala fortuna de su novia, su sorpresa no sería buena, pues la visita no significaría felicidad como Jinsol tanto quería.

- Basta - rio - Sabes que ahí no - ni siquiera el ruido de la entrada llamó la atención a la pareja. 

En la cama se encontraba Jinsol con otra mujer, siendole infiel, traicionandola.

Cuando la chica se subió arriba de ella para continuar besándola, pudo ver el rostro de la doctora junto a la puerta de la habitación - Mierda - rápidamente se apartó de ella y se cubrió con la sábana, procurando tapar también a Jinsol.

- Soo-Sooyoung ¿Qué estás haciendo aquí? - Jinsol tartamudeó pero la atención no estaba en ella.

- Kim Jungeun... - murmuró, sintiendo su alma romperse.

Ahí estaba ella, su mejor amiga, su colega, con quién imaginó un futuro perfecto desde que estaba en la universidad, acostándose con su novia. Jungeun, la leal amiga a quien le contaba sus aventuras y su preocupación por dejar a la mujer, ahora estaba entre sus brazos.

- ¿¡Qué mierda es ésto!? - Sooyoung estaba furiosa, nunca le habían visto la cara de estúpida, y jamás pensó que la persona en quien más confiaba sería la amante de su pareja.