Capítulo 10: Final

93 12 13
                                    


- Por favor Jiwoo, abre - timbró nuevamente con la última esperanza que le quedaba.

La puerta se abrió y una figura complemento a lo que conocía, apareció frente a ella.

Jiwoo tenía las ojeras marcadas, el cabello despeinado, y la ropa terriblemente holgada. Claro, para Sooyoung lucía tan linda como el último día que la vio, pero incluso en la belleza, reflejaba lo terriblemente mal que lo estaba pasando.

Cruzó los brazos, tapando correctamente su bata. Sooyoung se quedó sin palabras. Al notar que no gesticulaba, tomó la puerta para cerrarla.

- Perdóname Jiwoo, por favor.

- No - contestó con simpleza - No puedo perdonarte, ni tampoco quiero hacerlo.

- Jiwoo por favor escúchame. Es verdad, era una puta mujeriega que no concientizaba los sentimientos de las demás personas, pero te lo dije muchas veces y lo repetiré siempre. Cambiaste mi vida Jiwoo, desde que entraste a mi consultorio, no soy la misma. Y sí, estaba en una relación, y sí, tenía una amante, pero cuando te conocí, no pensé en eso, porque solo eras tú y este enorme sentimiento bajo mi pecho. No he podido dormir, necesito tenerte conmigo. Mi pasado concluyó, por favor confía en mí esta última vez. Jamás te mentí, todo lo que te dije fue real.

- De ese modo, me alegro que nunca me dijeras algo más que un te quiero - respondió fríamente.

- No soy perfecta Jiwoo, pero estoy segura que juntas podemos crear la perfecta historia de amor que -

- Escucha Soo - suspiró cansada - ¿Por qué buscas ser perfecta? Si lo que me contaste de tu familia es verdad, debes entender que no tienes porque encontrar a la mujer perfecta, porque tú debes ser tu propia mujer ¿Comprendes? 

- Sí, lo sé, pero, no podré avanzar si no me perdonas Jiwoo. De verdad te necesito conmigo.

- Te advertí que si todo era una mentira -

- Pero no lo fue - interrumpió - Jamás lo fue. 

Jiwoo la miró y aunque sus ojos repletos de lágrimas suplicaban una oportunidad más y su corazón le gritaba que la abrazara y olvidara todo lo ocurrido, su orgullo no se lo permitía.

- No puedo perdonar doctora Ha - Sooyoung bajó la mirada, derrotada - No puedo perdonarla porque yo si estaba enamorada.

Para cuando Sooyoung levantó la vista, la puerta estaba cerrada.

La jornada laboral continuó terriblemente. Su estado de ánimo decaído ocasionaba que los días fueran lentos aunque el tiempo avanzaba rápido.

Sin tener autorización, poseía el retrato de Jiwoo sobre su escrito. Incluso en una ocasión, una paciente le señaló lo linda que era la chica de la fotografía y ella con orgullo respondió que era su novia.

Jiwoo, Jungeun y todo el mundo tenía razón, solo era una idiota a quien le acechaban los traumas de su niñez. Sooyoung necesitaba crecer y cuidar a esa niña pequeña que tanto dolor conservaba.

Ocupó su mente en cursos y otras actividades que no lograban sacar a la menor de sus pensamientos por completo.

Le dió a Jiwoo un tiempo de luto, aun así, en ocasiones caía en debilidad y le enviaba mensajes de texto, sin procurar acosarla demasiado. No quería ser una molestia pero definitivamente no permitiría que la menor pensara que la había olvidado, o peor aún, que no valía la pena luchar por ella. 

- Chae, no sabes lo agradecida que estoy. Te debo una - colgó el teléfono con una sonrisa.

Escuchó un estruendo en su ventana y brincó, debía darse prisa si quería llegar sin ser atacada por la tormenta.

Cirugía para Sooyoung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora