•02•

2.3K 268 24
                                    

—Hola Jimin — saludo un alfa de cabellos castaños rojizos y una sonrisa encantadora —¿Cómo estas?

—Hola Hobi, bien ¿y tu? — devolvió el saludo con tranquilidad, aún no comprendía cómo es que el alfa podía tener una preciosa sonrisa a cualquier hora de día, él difícilmente lo hacía.

—Bien, pero, disculpa si sueno entrometido, ¿por qué estas solo?, vi que ibas en dirección de casa de Jin, pensé que estarías ahí.

—Oh si, fui a su casa pero tenia una cita con Jackson, así que solo lo salude y ahora regreso a mi casa — se encogió de hombros —¿Quieres ir conmigo? — pregunto, Hoseok asintió — Entonces vamos.

Jung Hoseok es un alfa mayor que él, a sus 21 años es muy cotizado en su manada y Jimin se burla de eso ya que Hoseok es un sol que con una amabilidad sorprendente deja en claro a las y los omegas que no acepta debido a que esta esperando a su destinado y por eso mismo no desea ninguna relación.

Es feliz de tener a Hoseok como uno de sus mejores amigos, esté a pesar de ser un alfa no lo menosprecia por el simple hecho de ser omega y le ha demostrado un millón de veces que esta a su lado por cariño y amistad, no porque es el hijo del lider de la manada.

Este alfa a estado en las buenas y en las peores, agradece que lo defienda de los alfas que tratan de sobrepasarse, Jimin puede hacerlo pero han habido ocasiones que no y Hoseok a llegado a su ayuda.

Hoseok y Jin han sido amigos suyos desde que era un cachorro, estuvieron a su lado cuando su madre falleció y jamás le dejaron solo. Ellos fueron los únicos que estuvieron tratando de que saliera adelante y dejara atrás todo esa tristeza, aunque les costo, lograron que ese pequeño volviera a sonreír y desde ahí fueron forjando una gran amistad que hasta el momento sigue en pie y nada puede destruirla.

Muchos han dicho que Jimin y Hoseok terminaran siendo pareja por su cercanía pero ambos saben que eso no será así, respetan la amistad que tienen.

Cuando llegaron a la cabaña del omega, entraron y subieron a su habitación, no se preocuparon en saludar ya que sabían que el padre de Jimin no se encontraba en esos momentos. Entraron a la habitación y Jimin se acomodo en la cama, Hoseok se quedo a una distancia prudente en uno de los sillones que estaban bien acomodados al rededor.

—¿Te sucede algo, Jimin? — pregunto viéndolo fijamente, desde que lo encontró, noto que se encontraba un tanto pensativo y distante.

—No, claro que no — respondió sonriendo —Estoy bien.

—Jimin, sabes que a mi no puedes mentirme — se acomodo mejor, ahora cruzando una de sus piernas sobre la otra —Te conozco desde hace varios años y se cuando algo te atormenta o molesta.

—Es que en verdad no es nada Hobi — río rascando su mejilla —Son solo pensamientos míos. Es que no se el porque, pero siento que papá a cambiado mucho en estos meses.

—¿No has hablado con él?

—He intentado, pero cuando trato de hacerlo me dice que no puede porque tiene que resolver asuntos de la manada — suspiro desganado —Entiendo que debe velar por la manada, es el alfa líder, pero me gustaría que al menos me diera unos minutos de su tiempo.

—Es que así debe ser, tiene que dejar tiempo para ti al ser su hijo y sobre todo, eres el único familiar que tiene — sonrió tratando de animarlo — Trata de intentarlo una vez más, si no te hace caso, yo mismo hablare con él.

—No es necesario Hobi — negó mientras sacudía sus orejitas blancas que recién había salido de su escondite.

Sus orejas normalmente salían cuando se encontraba agusto y con alguien que confiará, pero le molestaba que estas salían cuando ellas querían, no cuando el lo deseará, era como un acto reflejo de su cuerpo. Lo mismo le pasaba con su cola, pero con ella tenia un poco más de control.

—Claro que lo es, lo haré para que esas tiernas orejitas se mantengan paradas porque tu estas feliz — se levanto de su asiento y las acaricio tomando por sorpresa a Jimin, este sin poder evitarlo comenzó a ronronear y hacer su cabeza en dirección de la mano que lo acariciaba, sonriendo por lo bien que se sentía.

—¡Ya! — grito separándose del alfa, Hoseok tenia aquella costumbre de acariciar sus orejas y le hacia burla porque su lado omega lo disfrutaba demasiado, tanto que dejaba salir a su parte animal —Siempre haces eso, me tomas como que fuera un gato casero — hizo un puchero cruzándose de brazos.

—Lo siento, me es imposible no hacerlo cuando dejas que salgan tus orejas.

—Te gusta molestarme — profundizo su puchero.

—Bueno, también — dijo divertido.

Jimin iba a protestar pero se detuvo al captar algo, se enderezó en su lugar y movió sus orejitas tratando de captar de nuevo ese ruido extraño.

—¿Qué pasa Jimin? — frunció el ceño, confundido por el repentino cambio del omega, sabia que si adoptaba esa posición es porque  captó algo, Jimin era muy perceptivo a cualquier cambio en su ambiente debido a su instinto de Gato, tenia un sentido más agudo que los lobos de la manada.

—Algo se acerca — murmuró mientras se levantaba de la cama —Parece como que una manada viene corriendo hacia aquí — tomo su espada y la colocó en su espalda — Y no parece que vengan solo a charlar —Hoseok asintió y se levanto de su lugar.

—Vamos, debemos ir a ver que sucede.

Ambos salieron corriendo de la casa del omega y se sorprendieron al ver quienes estaban ahi, ambos se tensaron y Jimin sin pensarlo gruñó mostrando sus dientes.

—¿Qué hacen aquí los lobos del este?

🐾🐾🐾

¿Quiénes creen que son?

Gracias por leer bebés, trataré de subir un par de capítulos más en lo que va del día. Gracias por leerme, son lo mejor de lo mejor en este mundo. Jamás lo olviden, ¿Si?<3

Bye~❤️

Soy tu alfa y tu mi Omega Where stories live. Discover now