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—Tu postura al momento de pelear no debe ser del todo recta, pero tampoco muy encorvada, debe estar en un punto medio porque si no, tus movimientos serán torpes — le dio una espada de madera —Por lo pronto practicaremos con estás.

—¿Por qué no practicamos con unas reales? — Jimin hizo un puchero —Ya has visto que soy hábil.

—Lo sé, pero no quiero que te lastimes, por eso primero practicaras con estás que son inofensivas, ya cuando crea que estás más capacitado pasaremos a las espadas reales.

—Te preocupas demasiado.

—Es verdad, no quiero que te pase nada — se acercó y acaricio los cabellos del pequeño —Es mi deber protegerte.

—Y dejo que lo hagas porque eres el único que no me subestima — sus orejitas se hicieron presentes por las caricias que recibía —Es más, hasta has sido el único que no le importo que fuera Omega y comenzaste a entrenarme.

—Que seas Omega no significa que seas débil, solo es de pulir tus habilidades, aún recuerdo que tu papá me regaño cuando se dio cuenta — le jalo una de las orejas en forma de regaño —Siempre me meto en problemas por ti.

—¡Ay! Deja mis orejitas — se alejo y llevo su mano hacia la oreja lastimada —Pero aún así me quieres — él negó divertido.

—Claro que si, mi pequeño Omega — lo atrajo hacia su cuerpo —Siempre te querré — Jimin beso la mandíbula del más alto y después se acomodo entre sus brazos sonriendo, se sentía muy cómodo y seguro en ese lugar.

🐾🐾🐾

Abrió sus ojos con pesadez y escaneo todo el lugar, sintiéndose más relajado al encontrarse en la habitación que le había sido dada desde que llegó a esa manada, con cuidado se incorporó en la cama para después bajarse de esta y estirarse, sus huesos tronaron, sintiéndose aliviado al ya no sentir tanto dolor como antes. Fue muy tedioso casi no poder moverse debido al malestar pero ahora ya estaba mejor, según lo que le dijo Sooyon, el veneno poco a poco iba abandonando su cuerpo.

Entro al baño y tomo una ducha rápidamente, sabía que si se tardaba mucho tiempo en aparecer en la sala, Jungkook se preocuparía y llegaría a tratar de ayudarlo alegando que aún no se encuentra del todo bien.

Algo que no entendía es el repentino cambio que ha tenido el alfa con su persona, no le parecía malo pero no es común, es decir, cuando recién se conocieron tuvieron un encuentro para nada amistoso. La presencia del alfa le cayó pesada debido a esos aires de superioridad que desprendía, lo otro que no le gustó es que lo subestimaba demasiado, en verdad no entendía nada. Más tarde hablaría con Hoseok y le pediría ayuda para entender, debía saber cómo lidiar con un alfa.

Al salir del baño aseado se dirigió hacia el comedor donde seguramente se encontraba la familia ya reunida, después de desayunar les diría que quería ir a la cabaña en dónde se están quedando sus amigos.

—Buenos días — saludo al entrar.

—Buenos días Jimin— le sonrió Minki —Ve a sentarte, ya casi termino el desayuno.

—¿Quiere qué le ayude?

—No, tranquilo, tú aún debes estar en reposo.

No muy convencido acepto, volteo a ver hacia todos lados y no se encontró a ninguno de los alfas presente.

—¿En dónde están el alfa Seunghyun y Jungkook? — preguntó dirigiendo su vista a la mujer.

—Están en el despacho, pero ya pronto aparecerán.

Jimin mantuvo su mirada puesta en la mujer viendo cada cosa que hacía con detenimiento, en ese momento se puso a pensar en que si su madre no hubiera fallecido habría tenido momentos parecidos a este. Quiere mucho a su papá pero hay ocasiones en dónde se pone a pensar en como sería su vida si su madre estuviera, seguramente la Omega sería su consejera para los momentos en que no sabe que hacer o como seguir adelante. Probablemente hubiera sido su mayor apoyo cuando lo asesinaron a él.

Soy tu alfa y tu mi Omega Where stories live. Discover now