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Jungkook tocó la puerta una vez, luego otra y después de la tercera pensó que quizá no había nadie dentro, pero el sonido de la perilla moviéndose le demostró lo contrario.
Y de repente la puerta se abrió y una fuerza invisible golpeó todo su cuerpo, miel y canela lo envolvieron por completo, infiltrándose por sus fosas nasales, acariciando su ser por todos lados, el cosquilleo le recorría desde los brazos hasta sus piernas y se amontonaba en su abdomen, era casi como si hubiera entrado en su celo, notó con horror como su lobo despertaba de inmediato, jadeante.
"B-Bogum, te dije que-..."
Taehyung se paralizó, Jungkook también, ambos se miraron por unos segundos, el pelinegro tenía miedo de respirar, miró a Taehyung de pies a cabeza, su piel estaba cubierta por una delgada capa de sudor, usaba solo una ancha camiseta blanca que cubría gran parte de sus shorts, estaba sonrojado hasta el cuello, se le veía dificultad para respirar.
Luego paseó sus ojos por la habitación, detrás de Taehyung había dos camas vacías, el cuarto era igual al suyo, para su sorpresa Bogum no se encontraba por ninguna parte.
Tomó fuerza para hablar.
"¿Qué... Qué está pasando?" Preguntó, incrédulo, quizás estaba soñando. Nada tenía sentido.
El aroma provenía claramente de Taehyung, no podía ser de nadie más, sus hormonas estaban afectando a su lobo bruscamente, debía ser Taehyung, no había nadie más ahí ¿Verdad?
Sin pensarlo dos veces, Jungkook avanzó quedando con un pie dentro de la habitación, un jadeo de sorpresa salió de la garganta de Taehyung cuando el alfa se acercó a su cuello, olfateando diréctamente la fuente de aquel dulce olor y comprobando de una vez que efectivamente, era de Taehyung.
Inhaló fuertemente, sin vergüenza y suspiró al llenar sus pulmones de aquel dulce y puro aroma.
"¿Q-Qué estás haciendo?" Tartamudeo el castaño, su voz sonó como un débil gemido que solo incentivó a Jungkook.
Y de repente todo tuvo sentido.
"¿Omega?" Gruñó bajito, sin alejarse del cuello del otro, lo escuchó tragar saliva.
"Eso no es de tu incumbencia..." Respondió Taehyung, Jungkook no entendía de dónde sacaba fuerzas para responderle así.
Incrédulo, el pellinegro se separó un poco de su cuello para mirarlo a los ojos, las pupilas del omega estaban tan dilatadas que sus ojos se miraban casi completamente negros.
"Taehyung... ¿Estás en celo?" Murmuró, en respuesta Taehyung bajó la mirada, sus ojos clavados en el piso cuando Jungkook escuchó murmullos en el pasillo, ¿Sus compañeros? Quizá.
Un instinto posesivo se apoderó de él, obligándolo a entrar por completo a la habitación y cerrar la puerta tras de sí, no quería que nadie viera u oliera a Taehyung en ese estado.
