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Habían pasado días desde el último encuentro con Kenjaku

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Habían pasado días desde el último encuentro con Kenjaku. Itadori quedó a cargo de Choso, su hermano, y Hiro por parte de la petición de Satoru. No había más noticias del hombre de la cicatriz luego de haberse llevado a Satoru, Hiro no sabía que hacer, estaba en constante choque con su misma por permitir que el hombre que poseía el cuerpo de su padre escapara con su figura paterna.

El trío acordó derrotar a las demás maldiciones que rondaban por lo poco que quedaba en Shibuya, los tres se habían convertido en cazadores de demonios.

Pero ya hay dos personas cazandolos.

Anteriormente.

23 ciudades están casi destruidas. La seguridad del primer ministro y de los diferentes representantes gubernamentales, es incierta. ¡Un vacío político! ¡Es un vacío literal!

En una de las tiendas de shibuya, se encontraba una niña comiendo a mordiscos una comida enlatada. La niña fué llamada por un desconocido hacía la salida, incitando a qué la pequeña fuera hacía el.

─ Ven.. ven.. es peligroso aquí.. Toma un baño caliente.. y puedes cantar canciones.

─ ¿Dónde está mamá? ─ Preguntó con inocencia

─ ¡Mamá y Papá.. y tu hermana mayor y hermano menor y el profesor! Todos está ahí.

─ No tengo un hemano menor y odio a mi profesor.

─ No tengo hermano menor. Y odio a mi profesor.

─ ...? ¿Estás bien? ¿Quieres agua? ─ Agarró una botella de agua

─ Da... Me..

Al salir a darle agua, la niña se encontró una maldición gigante con dientes afilados, el hombre había sido creado por el para atraer a su presa quién era la niña. Al tenerla para el, un jóven cayó clavándole su katana en todo el centro de la cabeza.

Perdón. ¿Te asusté? ¿Estás herida? ─ Sonrió tiernamente. ─ ¿Estás con alguien? ¿Cómo tú mamá o papá?

No lo sé.

¿Has caminado mucho? ─ Miró sus piernas lastimadas, el chico se agachó a su altura abrazando sus rodillas con sus brazos. ─ Ya me lo imaginaba.. ¡Has hecho un buen trabajo! ─ la maldición se acercó lento hacía el chico para comerlo. ─ ¿Puedes verlo, verdad? ─ Preguntó a la niña, la chica le asintió.

Rika por favor, trata de no exagerar.

Al llevar a la niña a un lugar seguro, el jóven fué hacía los altos mandos.

𝗦𝗘𝗖𝗢𝗡𝗗 𝗖𝗛𝗢𝗜𝗖𝗘  © | Yuuta Okkotsu  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora