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me levanté debido a un dolor en el cuello y pude ver algunos colores en el cielo, estaba amaneciendo

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me levanté debido a un dolor en el cuello y pude ver algunos colores en el cielo, estaba amaneciendo.

podía sentir el latido tranquilo de marcos, realmente no me quería levantar pero íbamos a terminar los dos con contracturas.

- mar, arriba dale - le dije en voz baja mientras le sacudía un poco el hombro

- ¿qué pasó? - preguntó con la voz ronca por recién levantarse

- nos quedamos dormidos en el sillón, vamos a las camas que mañana nos va a doler todo

ambos nos levantamos y caminamos a paso lento hacia adentro, en el sillón se encontraban juliana y maxi que se burlaron de ambos.

llegamos a la puerta de las habitaciones y cuando estaba por entrar a la de las chicas marcos me agarra del brazo y me frena.

- pri, vení conmigo dale

me lo dijo en una tonada tan linda que, además del sueño que tenía, no me pude negar.

entramos a la habitación de los chicos para acostarnos en su cama, el boca arriba y yo en su pecho, como en el sillón del patio.

realmente me gustaba estar así.

-

me levantó la música que pusieron por los altavoces, marcos ya no estaba a mi lado.

- ¿dormiste bien? - me preguntó nacho que estaba doblando su ropa

- muy bien - le dije sonriendo burlona

- no sabía que ya estabas durmiendo con gente

se me acercó un poco, no retrocedí.

- solo dormimos abrazados, no te pongas celoso, nachito

lo esquive y me dirigí a la habitación de las chicas para agarrar ropa.

- ¿dónde dormiste vos? ¿con salta? - me preguntó la tora, no me molestaba decirle la verdad pero ya le había visto un par de actitudes que no me gustaban para nada, debía cuidarme sobre qué le decía.

- sí, en su cama

me hicieron un par de burlas pero no les presté demasiada atención, me cambié en un bikini y salí a comer algo.

en la cocina estaban martina y nacho bastante pegados, al verme llegar el último se separó rápidamente, logrando que la líder de la semana me mire enojada. no me iba a hacer problema por eso.

- buen día, chicos - les dije sonriendo, la noche anterior no me dejaba estar de mal humor. aparte, quería demostrar que lo que ellos hacen no me afecta

ninguno me respondió, tome una manzana y me dirigí directo a la salida.

- ¿me convidas unos mates, catita? - le pregunté sentándome al lado, en la ronda estaban alexis, tora, agustin, maxi y coti

- estábamos hablando sobre a quién va a salvar martina - me dijo maria laura pasándome un mate

- uh para mi a holder no, después puede ser impredecible pero tomás se tiene demasiada confianza por sus seguidores - les comenté a todos

- para mi también, si martina no lo salva él se va, estoy seguro que el público lo odia - dijo maxi

- alfa también tiene posibilidades de irse, no se que tanto garpa afuera un viejo que mandonea a todos -

romina se sumó a la charla, se notaba bastante enojada.

- ¿qué te pasó, ro? - pregunté devolviendole el mate a cata

- tomás anda diciendo que lo uso a thiago, todo bien pero solo intenté que el pibe se avive. en ese grupo no paran de mentirle y me molesta que diga que le lleno la cabeza a thiago cuando es completamente al revés

- thiago se va a dar cuenta, romi. tarde o temprano va a ver que vos solo quisiste ayudarlo - le dijo la tora

seguimos charlando un poco más hasta que llegó el momento del almuerzo, comimos bastante callados, para mi la tensión de las nominaciones seguía en el aire.

me senté al lado de marcos, como ya acostumbrabamos desde el primer día.

- no estabas cuando me levanté - le dije susurrando un poco, la mayoría ya había terminado de comer, nosotros incluidos, pero estábamos en la mesa haciendo fiaca

- te veías muy cansada y no te quería levantar, prima

- si te soy sincera, es la primera vez desde que llegamos que dormí bien

le sonreí y me sonrió, realmente seria una pena que se vaya en primera instancia.

- entonces vamos a tener que dormir juntos más seguido

me gustaba lo que me hacía sentir tan solo a días de conocerlo pero no debía dejar que eso me juegue en contra, estaba en esa casa para ganar.

-

las actividades del día siguieron normalmente, tampoco es que pudiéramos hacer mucho.

las peleas continuaban, aunque eran mínimas, y pude notar como alianzas surgían, como por ejemplo la tora con cata y alexis, aunque dudaba que eso dure.

yo ya comenzaba a tener más afinidad con algunos, como coti, julieta, agustín y marcos. nacho era un tema aparte, no conocía casi nada de él pero cuando nos cruzábamos había algún que otro histeriqueo, casi como con marcos.

me estaba preparando para la cena, justamente martina iba a salvar a alguno de los de la placa. aunque le duela aceptarlo era obvio que no iban a ser ni marcos ni agustín, ese grupo parecía odiarlos.

cuando salí de la habitación pude ver en el sillón como marcos le hacía masajes a coti, algo que no me gustó. particularmente porque ella era muy hermosa.

me los quedé mirando por unos segundos y decidí salir a tomar un poco de aire, me molestaba sentir celos a tan solo unos días de conocerlo.

- te lo andan robando, prima - me dijo nacho llegando a mi lado, claramente la última parte fue burlandose del salteño

- no es de mi propiedad para que me lo roben, nachito. él es libre de hacer lo que quiera como yo lo soy

- es bueno saberlo

me miró de arriba hacia abajo y se fue, me metí en un lindo histeriqueo.


-

martina terminó salvando a alfa, no me sorprendia para nada.

me daba incluso risa que estén tan confiados con que tomás se salva, estoy segura que es el primero en irse. no había ninguna chance de que se vaya marcos o agustín, por lo menos en esta instancia no.

estaba en la cama charlando con juli, era de las que mejor me caían.

- yo a vos te veo muy pegada a marcos, incluso están diciendo que durmieron juntos - me dijo entusiasmada

- me llevo bien, es lindo y me hace reír pero no pasó nada más allá, ahora anda muy pesado a coti

- ay, nena. con vos estuvo desde que llegó, hace dos segundos que esta con coti, vos haceme caso y espera un poco que van a estar juntos

ambas nos sonreímos, lo que yo no sabía en ese momento que ella iba a ser una de las principales personas por las que iba a llorar en la casa.

amor en juego | marcos ginocchio Kde žijí příběhy. Začni objevovat