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me había encantado que nuestras familias se conocieran, le dio incluso más solidez a lo que teníamos con marcos. su hermana era un amor de persona conmigo, me contó miles de anécdotas del salteño cuando era chiquito.
con mi hermana habían pegado muy buena onda, haciendo que se nos hiciera costumbre desayunar los cuatro juntos los días que ellas se quedaron en la casa. me ponía triste pensar en que no iba a volver a suceder algo así.
poco a poco los familiares se fueron yendo, la gente los iba eliminando, el último que quedaba le daba inmunidad en la una de las últimas placas logrando que sea el líder de la semana. tan solo habían quedado valentina y luz.
estábamos con marcos en la pileta, a pesar de que sabíamos que el verano se estaba acabando el calor no se iba, y de paso aprovechabamos los pocos momentos que nos quedaban dentro de la casa, no nos queríamos ir sin sentir que habíamos hecho de todo.
nuestras hermanas estaban juntas en la habitación, no tenía idea qué estaban haciendo pero me alegraba que hayan congeniado tan bien, se parecían muchísimo en personalidad. las próximas cenas familiares iban a ser muy tranquilas.
- si vos ganas no te sientas en la obligación de salvarme a mi - me dijo marcos prácticamente acostado sobre los escalones de la pileta, yo estaba más adentro nadando un poco
obviamente en mi cabeza lo iba a salvar a él, aunque sabía que era uno de mis mayores competidores dentro del juego, si no lo salvaba se iba a quedar de igual manera. tampoco me interesaba salvar a otro participante, no tenía relación con los últimos que quedábamos, más allá de nacho pero igualmente creía que se iba a quedar.
no se lo podía confirmar en voz alta porque seria contado como complot, aunque él no tuviera ningún tipo de intencion en convencerme.
me acerqué hacia él para colocarme a su lado, buscaba en todo momento sentir su presencia.
- vos tampoco, salva a quien creas más conveniente salvar. no me voy a enojar si elegis a otro - le dije colocando mi mano en su pierna y mi cabeza en su hombro, me transmitía demasiada paz
- ¿vos crees que llegamos juntos a la final? - preguntó acomodandose mejor en el escalón, ya no estaba más recostado
nos podía ver juntos en la final, ambos contentos por todo lo que habíamos conseguido y progresado como personas. creía con tantas fuerzas que iba a ser de esa forma que era imposible que me sacaran de la cabeza aquella idea.
- estoy segura de que vamos a llegar juntos, pasamos por muchas cosas acá dentro, si no nos sacaron antes ¿cómo lo van a hacer ahora?
en todo momento de la conversación yo jugaba con los dedos del salteño, era una costumbre que siempre hacia cuando charlábamos, por algún tipo de razón me generaba calma.
- no se ellos seguro tienen gente afuera, capaz alguno se va antes - dijo apoyando su cabeza sobre la mía, en su voz se podía notar cierta preocupación
