¡𝗛𝗖𝗙! | Los negligentes padres de Quackity deciden mandarlo a una escuela privada de España para que se le quite lo "naco", pero el al principio está en total desacuerdo con la idea.
Debido a su pensamiento de que en esa escuela solo habrán morro...
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"Se están marchitado tus flores"
|Narrador Omnicente|
La tarde era soleada y hasta algo calurosa, era un día más entre las paredes de aquella escuela, pero al azabache hace ya tiempo se le había dejado de ser una tortura estar sentado en aquel pupitre, ¿y como no?, si podía ver todo el día a su novio, sin dudas cuando tienes alguien especial con quien compartir tu tiempo en el colegio todo se te hace más fácil.
Dibujaba al final de su cuaderno líneas y formas sin mucho sentido, perdiéndose en sus pensamientos, divagando y de vez en cuando levantando la mirada para ver a cierto chico de lindos ojos, a quien aveces cachaba también viéndolo y terminaba por darle una dulce e ilusionada sonrisa.
De repente el sonido de las notificaciones llegando al celular del Mexicano empezó a sonar, una y otra vez, llamando toda la atención de la clase.
-Perdón, olvidé que no lo tenia silenciado-Tomo rápidamente su celular y lo silencio.
¿Quién le estaría mandando tantos mensajes?, de igual forma no creía que fuera muy importante, a la hora del almuerzo lo revisaría.
La clase siguió con normalidad, pero la curiosidad lo empezó a carcomer, no tenía ni idea de lo que podría tratar dichos mensajes, pero decidió aguantarse hasta que pudiera hacerlo sin correr el riesgo de recibir un llamado de atención por parte del profesor.
¿Curioso no?, al principio del año planeaba portarse tan mal que lo expulsarian y volvería directo a México, y ahora solo podía pensar en lo feliz que le hacia estar allí, junto a todas esas personas que le hacían olvidarse de todo lo que le atormentaba en su país natal.
Las circunstancias habían cambiado y sus sentimientos también.
Como si de hermosas flores que habían crecido en un lugar totalmente inesperado se tratase.
Pero Quackity suponía que todo había cambiado para bien, ahora era feliz, era feliz pero no honesto.
(...)
Los pasillos se habían llenado, al contrario de los planes del de gorra, no había podido ver aquellos mensajes debido a que habia estado hablando con su novio y demás amigos, durante la hora del almuerzo.
-¡Vamos Quackity, pronto va a ser la hora de ir a Historia!-Le aviso Alexby esperándolo un poco más atrás del grupo.
-¡Ustedes vayan, yo tengo algo que ver!-Informó junto a su Locker aún abierto.
El contrario no se nego y apuro el paso para alcanzar a los demás chicos, el Latino sacó su celular y abrió el chat, era de un número desconocido el cual no le era nada familiar, tampoco reconocia el número, ni sabía bien de que país era el código numérico.
