¡𝗛𝗖𝗙! | Los negligentes padres de Quackity deciden mandarlo a una escuela privada de España para que se le quite lo "naco", pero el al principio está en total desacuerdo con la idea.
Debido a su pensamiento de que en esa escuela solo habrán morro...
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"No tengas miedo"
|Narrador Omnicente|
Había puesto a dormir a Luzu en uno de los demás habitaciones, le ordenó a uno de los empleados que lo vigilará y ante cualquier cosa le avisara de inmediato.
Fue directo a su habitación, y rebusco entre todas las cosas de su esposo, en casa cajón, cada mueble, cada repisa.
Hasta que debajo del colchon encontró las dichosas fotos, al verlas no resistió y fue corriendo al baño de la habitación, vomitando.
¿Como carajos fue capaz?
Había estado casada con un monstruo durante tantos años.
Se sentía tan culpable.
No había podido salvarlo pero quizá podría hacer que Daniel y Edward pagaran por lo que le habian echo a Luzu.
Saco su celular y marcó un número.
—Hola, buenas tardes, ¿Hablo con la abogada Cruz especializada en Abuso Infantil?—Interrogó, respirando suavemente para tratar de calmaese.
La conversación fue breve, pero concisa y directa.
Busco en uno de los cajones hasta encontrar un sobre, donde guardo las fotos, eran su mayor prueba, ni podía perderlas por ningún motivo.
Salió de la habitación y bajo hasta la sala, Edward se había ido, agradecía un poco aquello, si lo llegaba a ver seguramente lo mataría.
Vio a su esposo, trataba de mantener la calma, pero le costaba demasiado, después de lo que había echo no le quedaba absolutamente nada de aquel escaso "cariño" por el hombre.
—Daniel...~ —Llamo suavemente acercanodose, hace demasiado no usaba aquel tono.
Logro llamar su atención rápidamente, observo como tomaba una copa de vino y la llenaba hasta un poco más de la mitad con aquel alcohol, sus labios pintados de rojo oscuro se acercaron lentamente a la copa y bebió un poco; se acerco seductoramente al hombre y se sentó en sus piernas, Daniel estaba realmente sorpendido, ¿por que se comportaba así de la nada?, no se quejaba, digo el no quería a Jennifer pero nunca dejo de atraer le sexualmente.
—¿Por qué tan cariñosa de repente Jennifer?—Interrogó con una sonrisa divertida, posicionando sus manos en la cintura de la contraria.
La oji carmin sintió un profundo asco tan pronto sinto las manos del contrario en su cintura.
—Por nada, solo siento que hemos estado muy peleados últimamente—Acerco la copa de vino a los labios de Daniel, haciendo que la tome.
Acerco su cara a la del contrario, y justo cuando estaban a escasos centímetros la mujer se levantó rápidamente de su regazo, dejando extraño al hombre, dejó la copa en la barra.
