MAPA ESTELAR

MAPA ESTELAR (Capítulo 5) •LUCHA DE DEMONIOS•

—Te ves realmente hermosa, me gusta verte así, sonriendo y poniendo las semillas en cada agujero, estoy seguro que será un jardín hermoso de geberas —dijo, acercándose lentamente a mí, me tomó de la cintura, sin importarle que estuviera llena de tierra, me llevó hasta él y nuestros labios se perdieron en un cálido beso, —te amo Lilith, es tan bonito tenerte en mi vida, haces que todo sea mejor, es que no hay otra mujer como tú, ni mandándola a hacer, ni buscándola con lupa, eres perfecta, al menos para mí lo eres, no sé que sería de mí, sin ti, nunca te vayas y si me voy no me dejes ir, por favor —decía, desperté de golpe, llorando, con la mano en el pecho, odiaba volver a la realidad, una realidad en la que Inexth ya no estaba, recordarme en ese sueño me dolía tanto, porque en ese sueño me vi, me vi tal cual era mi vida antes de que mi casa se volviese una jaula.

Yo sonreía, traía una coleta alta y un vestido color palo rosa, me sentía bonita, tan bonita, entre sus brazos yo era todo lo que él quería que fuese, pero sobre todo podía ser lo que yo quería ser, porque con él yo podía ser completamente libre, no existía una jaula que hiciese prisioneras a mis alas.

No entiendo en qué momento fue que todo cambió, no lograba comprender como fue que Inexth pasó de amarme tanto a odiarme, a querer destruirme, a dejarme en un encierro total.

Mis pensamientos y mi dolor fueron interrumpidos por sollozos que venían de la habitación de Apolo, salí de la cama, tomé una bata, salí de mi habitación, me acerqué a su puerta y toqué, él abrió, estaba llorando, las lágrimas corrían por los caminitos que se forman al lado de sus ojitos, muchos dirían que son pequeñas arrugas, para mí eran el camino que me llevaba a un mapa estelar, que me mostraba la más hermosa de las constelaciones.

—Pequeña Lilith, perdóname.

—No hay nada que perdonar, ¿qué pasa?

Él no dijo nada, solo negó con la cabeza e intentó esconder su rostro.

—Apolo, puedes decirme lo que sea, puedes confiar en mí, no voy a juzgarte.

—Lo sé, solo que nadie me ha visto llorar, no puedo llorar frente a nadie, solo me han visto llorar tres personas en toda mi vida.

No dije más, solo lo abracé, el lloró, levanté su rostro y limpié sus lágrimas, sonreí, él se acercó a mí,  —no sé cómo es que logras hacer esto, pequeña Lilith —dijo, viéndome a los ojos, no podía sostenerle la mirada por mucho tiempo, su mirada hacia que mis piernas perdiesen el control, Apolo me veía y yo olvidaba que me dolía la vida.

—Es solo que me duele la vida, que me duele mi pasado, mis errores, me duele mi ex —dijo, viéndome con los ojos llenos de dolor, yo ya había visto ese dolor antes, yo ya había visto unos ojos así tan llenos de dolor, los había visto en mi espejo, cuando Inexth me dejó, así que entendía perfectamente el dolor de Apolo, pero por alguna extraña razón, su dolor me dolía.

—Búscala, habla con ella, dile que la amas, que la extrañas, yo puedo ayudarte a dar con ella —dije, dolió decirlo, pero nunca había sido egoísta y no iba a empezar a serlo ahora.

—No, de nada servirá, ya la he buscado y lo único que hace es gritarme y humillarme, pero tiene razón, yo le he mentido tanto, la engañé.

—No busques justificar los malos tratos de otros con tus errores, a mí me dejaron plantada el día de mi boda y no vas a escucharme hablar mal de Inexth, porque no podría, no puedo hablar mal o tratar mal a alguien que ame o amé, porque las cosas no son así, está bien que cometiste errores, pero eso no le da derecho a nadie a tratarte mal, es justificar la violencia, y sí Apolo, cometiste muchísimos errores, pero eso no le da derecho a usarte de trapeador y menos es correcto que tú se lo permitas solo porque sientes culpa por todo lo que hiciste en tu pasado, reconcialiate con tu pasado para que puedas vivir tu presente y logres tener un futuro, porque no logras soltar el pasado y con eso estas matando tu presente y deteniendo tu futuro —dije, tratando de tragarme el nudo en la garganta.