MAPA ESTELAR

MAPA ESTELAR (Capítulo 8) •PEQUEÑA LUNA DE CHOCOLATE•

—No sé porque razón me manda estas rosas, pero no las quiero, las voy a devolver, además cualquiera que me conozca bien sabe que no me gustan las rosas.

—Ya las recibiste, igual no importa, supongo que se sintió con la confianza de enviarte esas rosas.

—¿Confianza? ¿De qué hablas, Apolo, estás viendo como me dejó? ¿Qué confianza crees que pude darle? En fin, no quiero hablar, Cat llega en unos momentos, así que báñate y vístete.

—¿Y eso por qué?

—Cat te sacará de aquí a escondidas, te llevará a ver a tu mujer e hijos.

—¿Es en serio? ¿En serio vas a hacer eso por mí? Ay mi pequeña Lilith, es que eres tan hermosa, y ya te dije que ella no es mi mujer.

—Ajá, como digas, Apolo —dije, subiendo las escaleras hacia mi habitación.

Habían pasado unos veinte minutos cuando tocaron a mi puerta.

—Adelante —dije.

Cat entró dando pequeños saltitos, sonreí al verla entrar, parecía niña chiquita.

—Pero mira como estás, no puedo creer lo lastimada que estás, pareciera que te atropellaron.

—Se ve peor de lo que se siente.

—Creo que es al contrario, pero lo vas a negar para que yo no me enoje con el pelafustán ese.

—Cat, ya basta por favor, eres demasiado grosera.

—Y tú demasiado ingenua, no quiero hacer esto Lilith, nos pones en riesgo a las dos, voy a llevar a un prófugo.

—Entonces no lo hagas, Cat, no estás obligada a hacerlo, no tienes porque hacerlo, te pedí un favor, pero puedes decir que no.

—No, no quiero hacerlo, pero tu quieres hacerlo y con eso me es suficiente para hacerlo.

—Ay Cat, él extraña a sus hijos, es justo que los vea.

—Sí, pero también verá a su esposa, Lilith, ¿eso te hace sentir bien?

—No me hace sentir nada, yo solo lo estoy ayudando, él y yo no tenemos nada.

—Ay Lilith por favor, sigue haciéndote tonta.

Tocaron a la puerta.

—Adelante —dijimos Cat y yo al mismo tiempo.

Apolo, cruzó por la puerta, se veía tan bien.

—Apolo, te espero en el garaje, para esconderte y llevarte con tu familia.

Cat me dio un abrazo y salió.

—Gracias por hacer esto por mí, Lilith.

—Nada que agradecer.

—¿Sabes? Yo planeaba escaparme en unos días más, porque me enteré que Ricardo Arjona vendrá a dar un concierto a la ciudad y es mi cantauotor favorito, y quiero ir.

—¿Es en serio? Ah que bonito, pues entonces ve, yo te ayudo.

—Sí, siempre quise ir, aunque iré solo.

—Pues vamos a comprar tu boleto.

—Yo busqué la manera de comprarlos mientras estuve en prisión.

—¿Comprarlos? ¿En plural?

—Sí, son dos boletos.

—Ah, ya veo.

—Sí, es que será el mejor regalo de cumpleaños de mí para mí, no me gustan mis cumpleaños, pero este quería que fuera distinto.

—¿Tu cumpleaños? ¿Cuándo cumples años?