Cap. 24

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Narra autora

Tiempo; presente

— ¡Enfermera! ¡Enfermera! ¡Por favor, ayuda! — gritaba desesperado el hermano de Jimin desde la habitación que lo tenían. — ¡Enfermera, por favor! ¡Mi hermano no responde! Jimin, por favor responde, mírame, dime algo, por favor. — le suplicaba el joven a Jimin cerca del rostro.

Jimin, por un lado, se notaba cada vez más pálido y no respondía a los llamados desesperados de su hermano. Las enfermeras junto a un doctor entraron a la habitación lo más rápido posible y sacaron a Jihyun de la habitación para que le diera espacio al doctor. Jihyun estaba muy preocupado, sus manos sobre la cabeza rezando al cielo por su hermano, su cabello estaba algo desordenado y su rostro frustrado con lágrimas en los ojos. El chico no dejaba de caminar de un lado a otro por todo el pasillo del lugar, suplicando que su hermano estuviera bien.

Solo habían pasado once horas desde que Mérida y la madre de Jimin habían ido a descansar a su casa y ya el pelinegro estaba una vez más cerca de la muerte. Los doctores en la habitación hacían todo lo que estaba a su alcance para que el joven reaccionara, pero se les hacía imposible, pues el pelinegro había tenido recientemente una operación delicada y aparte de eso estaba aún bajo observación. El caso de ahora se trataba de un paro cardíaco. Pero ¿Cómo? ¿Era posible que el joven tuviera un paro a tan temprana edad? La situación en la que se encontraba puede que lo provocara, pero, lo que en ese momento tenía preocupado a su hermano era si Jimin pudiera salir de esto y se salvaría una vez más.

Jihyun sin saber qué más hacer decidió llamar a sus padres para que fueran con urgencia al hospital. Estos nerviosos y desesperados no lo pensaron dos veces y salieron camino al lugar.

— ¡Ayuda, ayuda, ayuda! — decía el doctor una vez dentro de la habitación. — ¡El paciente no responde, no respira, no tiene pulso!

El doctor ordenó darle el RCP ya que era una técnica útil que podía salvar vidas, pero aun así el chico no reaccionaba.

Los aparatos conectados al chico tenían un solo sonido el cual indicaba que su corazón no seguía latiendo. Los doctores aun así seguían intentando reanimar al chico con todo lo que tenían.

— El chico no responde. ¡Sigue sin responder!

— Vamos, una vez más, ¡Carguen!

La madre de Jimin llegó al hospital unos quince minutos después.

— ¿Dónde está? ¿Qué está pasando? ¿¡Y Jimin!? — preguntaba una y otra vez con desesperación a Jihyun. Jihyun le explicó lo más calmado posible lo que había sucedido en la habitación de Jimin. — ¡No, Jimin no! — la señora se movió rápidamente hacia la habitación de su hijo, la puerta estaba cerrada, pero se podía notar por una pequeña ventana cuadrada de cristal a los doctores haciendo lo posible por salvar al chico. — ¡Jimin, por favor resiste mi amor! No me dejes, ¿Sí? Eres fuerte. Tú puedes con esto.

Entre llantos y lágrimas la señora solo rezaba para que su hijo estuviera bien, lo que no sabía era que su hijo ya no respondía más a las técnicas de reanimación dadas por el doctor y las enfermeras que invadían la habitación.

— Olvídenlo. No se puede hacer más nada, el chico no responde. — les comentó el doctor a las enfermeras presentes dándose por vencido. Todos agacharon la cabeza mirando a Jimin sobre la cama. — Hora de muerte: 10:09 am.

En cuanto la madre de Jimin escuchó lo que el doctor había dicho, sus ojos se abrieron como dos platos, desconcertada porque había escuchado. Ella no podía creer lo que sus ojos estaban viendo, se negaba a creerlo. El doctor salió de la habitación con una expresión de tristeza en su rostro y miró a la señora. Los dos se miraron en silencio, la madre de Jimin desesperada por saber algo, solo pudo mirarlo con esperanza. Jihyun a su lado, tratando de ser fuerte ante cualquiera de las respuestas que el doctor diera, esperaba ansioso.

Mi Para Siempre || PJM Where stories live. Discover now