Apostando Todo 3: Todo o Nada (Furry Yaoi) [Terminada].

No es tan sencillo.

[Harper]
La semana ha sido algo pesada, solo por el hecho de que gracias al perfil que me hizo Drake para tener citas ocasionó que mi jefe Enzo se diera cuenta y ahora se pone más atento para que salga con él.

Ahora que es sábado en la noche estoy con Blake, el compromiso de Drake es ahora, así que no puede estar con nosotros.

De pronto mi hijo me saca de mis pensamientos:
— ¿Qué tienes? Te veo muy cansado, tal vez distraído, ¿algo te tiene así?

Trato de olvidar todo:
— No pasa nada, solo necesito distraerme.

Pone una sonrisa especial, esa que me demuestra que tiene un plan en mente:
— Vamos a salir a un lugar especial para ello, tal vez me regañes luego, pero si puedo hacer que te sientas mejor valdrá la pena.

Tengo miedo de ello, ahora me toma de la mano para llevarme con él al auto. Una vez ahí conduce a dirigirse no sé a dónde:
— ¿Qué tienes planeado, Blake? Sé que no es nada bueno por lo que me dijiste.

Mientras conduce me dice:
— Bueno, a este lugar me trajo Drake cuando cumplimos los dieciocho. Fue más por un capricho mío así que si te vas a enojar que sea conmigo.

Solo quiero que me diga:
— Si me dices ahora el castigo no será tan grave.

No deja de tener esa sonrisa a pesar de que sabe que lo voy a castigar:
— De acuerdo, es un lugar donde hay bailarines "especiales", hoy es noche de omegas.

Eso me altera:
— ¡¿Qué?! ¿Cómo se te ocurre que yo esté en un lugar así? Sobretodo no puedo creer que hayas ido a un lugar así.

Baja un poco sus ánimos:
— Padre, soy joven y estaba entrando en mi primer celo, tenía curiosidad y supongo que es mejor a haber tenido relaciones.

Al menos tiene un punto, pero que no crea que va a estar libre de esto:
— De acuerdo, pero durante la siguiente semana vas a llegar en las tardes a la casa, no me importa si tienes entrenamiento quiero que llegues a comer.

Obvio no le parece la idea:
— No me hagas eso, solo te traigo para que te diviertas un rato, ¿puedes ponerme otro castigo?

Tiene que ser algo que le recuerde no hacer estas cosas:
— No, eso vas a tener que hacer y punto.

Suspira:
— Bueno, al menos voy a tratar de disfrutar esto.

Llegamos, parece que hay varios omega formados para ver el show.

Una vez adentro camino con cuidado porque la luz es tenue, no estoy acostumbrado a esto, solo voy siguiendo a Blake:
— A todo esto, ¿cuánto gastaste en venir aquí?

Él no deja de ver hacia el frente viendo que salen algunos alfa:
— Eso no importa, solo disfruta, aquí te dejaré mientras yo voy por otro lado, nos vemos en un rato.

Se va alejando:
— ¡Blake, no me dejes!

Se va perdiendo en la multitud, no puedo creer que me haya dejado solo, me siento en un lugar apartado esperando no ser visto por alguno de los bailarines.

Salen varios hombres, puedo ver en un san Bernardo se acerca a Blake, al menos alguno de los dos le saca provecho, espero que lo haga ya que no pienso dejar las cosas así.

De pronto uno de ellos llama mi atención, un enmascarado, pero con disfraz de policía, eso me recuerda... Damian.

[Enzo]
Me tocó salir ahora como policía, todos aclaman de verme salir, a todos les gusta verme porque nunca los dejo tocar demás por lo que suelo ser el más deseado.

Entre movimientos que puedan parecer sensuales para ellos con la música de ambiente empiezo a buscar en quien puede caer a mis encantos.

De pronto veo a... ¿Harper? Esto es perfecto, lo haré mío, se hace el decente, pero ahora puede ver que también puede ser débil ante sus deseos.

Es perfecto que su mirada está clavada en mí, me acerco a él mientras otros intentan tocarme, los evito para ir frente suyo.

Una vez estando ahí puedo notar algo raro, sus ojos están cristalizados, aun así retiro la ropa hasta quedar solo en un arnés del pecho, un bóxer negro ajustado, los zapatos y el cinturón con esposas.

Tomo sus manos para que recorran mi cuerpo, puedo sentir cuan tembloroso se encuentra, me empiezo a acercar cada vez más.

Teniéndolo cerca suelta una lágrima:
— Te he extrañado tanto Damian.

Trato de no salir de personaje:
— Yo soy quien quieras que sea, soy todo tuyo esta noche.

[Harper]
De pronto veo mi realidad, solo es un lobo alfa que trata de hacer su trabajo, su voz me es familiar, pero no puedo pensar en eso ahora.

Me retiro soltando mis lágrimas:
— Lo siento, señor, no puedo hacer esto.

Los demás me empiezan a abuchear e insultar por dejarlo ir, tal vez todos quisieran tener esa oportunidad, pero yo no.

Me acerco a Blake:
— Blake, llévame a casa ahora.

Quien le baila a él trata de acercarse:
— Vamos, déjate llevar, amigo.

No dejo que me toque:
— Déjeme en paz, y Blake, por favor, te lo suplico.

Al ver que no estoy bien se disculpa y se levanta para que ambos salgamos del lugar, una vez afuera me pregunta:
— ¿Qué sucedió?

Me contengo:
— No pude con esto, me trajo recuerdos al ver a ese hombre, solo quiero irme a casa.

Me abraza, después entramos al auto:
— Está bien sentirse mal, pero ya debes de aprender a soltar o nunca podrás vivir en paz.

En ese momento no puedo más:
— ¡No es tan fácil, Blake!... Perdóname hijo, no quería gritarte, es solo que es mucha presión, todos piensan que por pasar mucho tiempo es sencillo, pero no lo es...

Me acaricia la espalda:
— Perdóname tú a mí, creo que no te estamos comprendiendo. Queremos con toda nuestra alma que seas feliz que ignoramos lo mucho que te duele.

Me siento más calmado:
— Gracias por siempre intentar animarme, ustedes son lo mejor de mi vida, los únicos que me mantienen de pie. Te diré que tal vez incluso tenga un trauma con lo que pasó, ver al hombre que amaba y quería estar a su lado para toda la vida, ahora ya no está. Perderlo de esa forma, dando su vida por la mía siendo el acto de amor más grande de todos.

Me vuelve a abrazar:
— Supongo que si encontrará a alguien igual sentiría lo mismo, o tal vez estuviera peor de como te sientes porque tú siempre haz tenido fuerzas para seguir, aunque sea solo por nosotros, pero nos demostraste una sonrisa desde el día de su partida, con lo difícil que debió ser, además, aún teniendo el corazón destrozado nos diste todo el amor que pudiste. Por más dañado que estabas seguías adelante, por eso eso sé que también eres capaz de salir de ese se temiendo, sin embargo, ya no te quiero presionar a que te esfuerces más, respetaré todo a si tiempo, solo no olvides que tus hijos te aman y te apoyan igual que lo has hecho siempre.

Llorando me aferro a él, siempre guardando lo que siento para al fin soltar al menos algo de lo que siento es un alivio, siempre agradeceré a la vida por los hijos que me ha dado, también son mis amigos, son mi todo.