Apostando Todo 3: Todo o Nada (Furry Yaoi) [Terminada].

Quiero más de ti.

[Enzo]
Mi cuerpo se empieza a encender como nunca al besar a Harper, jamás hubiera imaginado que podría llegar a tener este tipo de emociones y sentimientos hacia una persona.

Nos separamos lentamente del beso:
— L-lo siento, Harper, me dejé llevar.

Se sonroja bajando después la mirada:
— Tranquilo, no me disgustó... De hecho, tal vez parte de mí también lo quería.

Eso me hace feliz, pero quiero parecer tranquilo:
— Dime, ¿te gustaría pasar la noche en mi casa?

Se ha vuelto algo tímido:
— N-no sé si debamos, además, mis hijos deben de estar esperándome.

Acaricio su mejilla:
— Ellos son adultos, no pasará nada si una sola noche te vas conmigo.

Se queda en silencio, me acerco a besar su mejilla:
— Aunque sea solo un momento, si te sientes mal o incómodo te llevo a tu casa, ¿de acuerdo?

Asiente con la cabeza, me encanta verlo de esa forma, tan tímido y frágil, no de una mala forma, más bien que lo hace ver más encantador.

Tomo dirección a mi casa, hubo silencio en el transcurso, pero no fue para nada incómodo, solo que un deseo fue creciendo dentro de mí.

Al llegar estando una vez dentro Harper se sorprende:
— Es un lugar grande, muy linda casa.

Bajo la intensidad de la luz me acerco a él para sentarlo en el sofá:
— Harper, ahora mismo hay algo que no puedo decir, solo puedo expresar.

Se pone tímido:
— ¿Y qué es?

No lo puedo soportar más:
— Esto.

[Harper]
Empiezo a sentir de nuevo sus labios con los míos, esta vez empieza a recorrer mi cuerpo por debajo de mi ropa, no siento el deseo de detenerlo.

En lugar de parar sus manos empiezo a acariciar su cuerpo, su calor aumenta y me agrada sentirlo junto a mí.

Empieza a besar mi cuello también quita mi ropa lentamente, empieza a besar mi pecho para después jugar un poco en mis pezones con su lengua.

Me hace jadear por la sensación, también empieza a quitar su ropa, nos dejamos llevar a tal punto donde solo quedamos en ropa interior.

Me cubro con una almohada avergonzado de llegar a esta situación, el se acerca para decir en voz baja:
— Disculpa, no quiero hacerte sentir mal, ¿quieres que me detenga?

Guardando silencio un momento se empieza a separar de mí, pero algo me impulsa a abrazarlo dándole un beso:
— No... Quiero que sigas, no te detengas ahora.

Eso lo hace sonreír:
— Como gustes, Harper, gracias por dejarme hacer esto.

Baja su bóxer exponiendo su gran miembro ya goteando un poco, parece que en verdad quería hacer esto. No deja de sorprenderme que los alfa puedan tener miembros así.

Se apega a mi y beso su cuello, siento que sus manos se deslizan hasta mis caderas para después dejarme totalmente desnudo a lo cual me mira unos instantes:
— Nunca había visto así de cerca a un omega.

No puedo abrir los ojos de la pena:
— No te burles de mí.

Besa mi mejilla:
— No me burlo, me encanta tu cuerpo. Ahora que lo pienso, puedo decir que lo tienes todo, eres alguien maravilloso en tu forma de ser, en tu pensar, ya que estoy viendo tu cuerpo también en lo físico eres asombroso. Te amo como no te imaginas, te has clavado muy en lo profundo de mi corazón.

Sin dejar que le pueda responder me besa de nuevo usando su lengua, la recibo como puedo jugando un poco con ella.

Sus palabras no son las únicas que me demuestran lo que siente, sus acciones, la delicadeza con la que recorre cada espacio de mi ser me hace sentir que es verdad lo que dice.

Me aferro más a él a lo que deja de besarme solo un momento:
— Dime si te llega a doler.

Veo que mete unos dedos a su boca para después sentir como me empieza a estimular por mi entrada, masajeando lentamente haciendo que dé algunos gemidos.

Empieza a introducir lentamente, uno por uno, solo me puedo sostener de él de manera temblorosa, hace mucho que no siento estas sensaciones.

Al pasar unos momentos saca sus dedos a lo cual se separa de mí:
— Creo que estás listo, pero antes... ¿Te importaría?

Señala su gran miembro, bajo hasta el para sostener con ambas manos, lamo un poco sus grandes bolas y después empiezo a lamer su glande.

Lo voy metiendo lentamente y con cuidado para empezar a chuparlo sin ser capaz de poder meterlo todo así que masturbo la parte faltante.

Lo hago más rápido a lo cual escucho sus jadeos de placer, me sostiene suavemente por la cabeza deteniendome:
— E-espera, si sigues así me voy a venir.

Se dirige a un cajón de cerca sacando un condón el cual se empieza a poner, es bueno saber que se preocupa por tener seguridad en la intimidad.

Separa lentamente mis piernas acercando su miembro a mi entrada hasta el punto en que siento su punta tocarme, pero no avanza:
— ¿Po-por qué te detienes?

Me mira sonriendo:
— Quiero que me digas que lo haga.

Me pongo muy rojo:
— Eso es vergonzoso, no me hagas decirlo.

Se acerca a mí lamiendo mi cuello:
— Vamos, por favor.

No lo puedo resistir:
— Te pido por favor... Mételo en mí, s-solo con cuidado.

Ríe leve:
— Gracias.

Empieza a meterlo lentamente, hace que salgan gemidos de mí cada vez más altos por lo profundo que está llegando.

Llega el punto en que lo mete todo y se detiene, yo sigo tembloroso tratando de soportar cuanto puedo, duele, pero a la vez se siente un gran placer.

Después de un momento empieza a hacer un movimiento de caderas para embestir y moverse dentro de mí, no hago más que aferrarme gimiendo más en alto por la excitación.

También se escuchan los jadeos de Enzo, empieza a besarme de nuevo haciendo que mis gemidos se vuelvan ahogados.

Con una de sus manos empieza a masturbarme también a la vez que sus embestidas se vuelven más intensas y rápidas, no puedo soportar por mucho tiempo.

Con un último gemido ahogado hace que me venga, sin embargo, él se sigue moviendo dentro de mí haciendo que gima sin control al estar sensible.

Dando sus últimas embestidas se empieza a venir también, tras detenerse a respirar un momento lo saca, se quita el condón y lo tira como es debido.

Se acuesta haciendo que quede sobre su pecho:
— ¿Te ha gustado? Te ves muy callado.

No puedo verlo a los ojos:
— Me ha gustado, pero ahora que hemos terminado, me siento con mucha vergüenza sin poder creer lo que hicimos.

Siento que soy rodeado por sus dos brazos:
— Fue lo mejor que me ha pasado en la vida, tampoco yo puedo creer lo que hicimos, esto me hace muy feliz.

Me relajo un poco más:
— Creo que me siento igual... Yo... Te... Amo.

Se sorprende de ello:
— ¿Escuché bien? Dime que no es mentira.

Acaricio su pecho:
— No lo es, te amo, Enzo, me encantaría que pudiéramos ser novios.

Me abraza un poco más fuerte:
— Por supuesto que quiero eso, quiero que seamos pareja. Te amo, Harper, eres él mejor.

Me hace feliz verlo así, pero me deja sin aire:
— Enzo... ¿Podrías... ser más... delicado?

Me suelta un poco:
— Lo siento, estoy muy emocionado, este es el mejor día de mi vida definitivamente. No te voy a fallar, voy a hacer lo que sea para no fallarte.

Lo abrazo:
— Tampoco quiero fallarte, gracias por todo.

Me quedo abrazado de él, ambos nos damos caricias hasta quedar dormidos.