Sorprendido.

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[Harper]
Fue algo raro ver agitado a Blake cuando toque a su puerta pata ofrecerles algo de tomar, tal vez interrumpí algo.

Al menos parece no sucedió nada malo, eso es bueno. Ahora estoy en el trabajo más atareado que nunca, faltaron varios meseros, no puedo dejar solo el lugar así que voy a ayudar a atender a las personas, por suerte lo supo Enzo quien me quiere ayudar.

Es lindo que lo haga, solo que se nota que no está acostumbrado a este tipo de trabajos, se nota como va perdiendo la paciencia y le falta habilidad.

Aun quedan varios platos por entregar y han llegado nuevos clientes, estamos del otro lado de una puerta con ventanilla mirando un poco:
— Enzo, toma un momento para descansar, estaré bien, haré todo mientras te relajas un momento.

Me toma de la cintura para apegarme a él:
— Harper, no te quiero dejar solo, es mucho trabajo para ti solo. Van a tener sus consecuencias nuestros meseros.

Niego con la cabeza:
— No hagas nada, cuando vuelvan yo hablaré con ellos, estoy seguro de que fue algo importante, recuerda que varios de ellos son estudiantes.

Desvía su mirada:
— si no pueden con el compromiso no deberían de estar aquí.

Me pongo de puntillas para besar su mejilla:
— No seas tan duro, te aseguro que no es por gusto, muchos tienen la necesidad de salir adelante, deberías de ser más flexible. ¿Sabes? Yo fui como ellos cuando estudiaba, así empecé en este lugar.

Se sorprende:
— Oh, vaya, no sabía eso. De acuerdo, dejaré que hables con ellos, y dame cinco minutos, no sé cómo puedes con esto.

Me besa en los labios y después me suelta, tomo una charola donde pongo varios platillos que voy a entregar tan rápido como puedo con el cuidado de no tirar nada.

No me doy cuenta de a quién le hago la entrega, solo al número que tiene la mesa, es un alivio que sea de esa forma para trabajar más rápido.

Después de hacer varias entregas llego a la mesa de quienes habían llegado, no pongo mucha atención al estar enfocado en hacer la anotación:
— Muy buenos días, una disculpa la tardanza, tenemos unos pequeños problemas de personal. ¿En qué les puedo servir?

Escucho la voz de un hombre, me imagino es el padre:
— ¿No tienen ni la amabilidad de vernos a la cara? Eso es algo descortés.

Suspiro para después retirar mi mirada de donde anotaba:
— Lo siento señor yo...

Suelto aquella pluma con los ojos cristalizados, el hombre se levanta de la mesa abriendo los brazos:
— ¡Steel! Eres tú, en verdad eres tú.

Me recibe en un fuerte abrazo:
— Así es Harper, soy yo. No has cambiado mucho, me sorprende haberte encontrado haciendo esto.

Me siento muy emocionado de verlo después de tanto tiempo:
— Normalmente no estoy aquí atendiendo, pero tuve que cubrir a nuestros meseros.

Frota su mano en mi cabeza:
— Siempre ayudando pequeño hombre hiena.

Nos separamos y saludo a su familia:
— Hola Samantha, un gusto saludarte de nuevo. Este pequeño debe ser Steven, y está linda niña debe ser Harper.

Sam también me saluda:
— También me da gusto verte de nuevo, y sí, son ellos. No es una sorpresa que los conozcas, el día en que nacieron me atacaron los medios por todos lados, lo bueno es que mi Steel me ayudó a tener privacidad.

Steel de dirige a sus hijos:
— Saluden a su tío.

Me da un pequeño sentimiento de emoción que lea diga eso, más ellos no se notan felices de hacerlo:
— No debo de acercarme a extraños.
— Me da miedo.

Eso le hace molestar un poco:
— No sean maleducados y...

Lo interrumpo:
— Déjalos, no los obligues si no quieren.

Sonríe y se sienta de nuevo:
— Muy bien, ¿sabes algo? Nuestra hija se llama así por ti.

Se me hace tierno de su parte:
— Nos perdimos tanto tiempo que en verdad no creí que fuera así, algo dentro de mí quería creer que te acordabas de mí cuando supe cual era su nombre, me halaga que sea de esa forma, gracias Steel.

Me pregunta:
— ¿Cómo han estado Blake y Drake? Ya deben ser grandes hombres.

Le sonrío:
— De hecho podría decir...

Alguien interrumpe:
— Disculpen, ¿quién atiende aquí?

No debo olvidar que estoy en el trabajo:
— En seguida voy a su mesa, deme un momento.

Miro ahora con Steel:
— ¿Les puedo ayudar en algo? Me gustaría seguir conversando, pero supongo que no me puedo dar esa libertad de descansar aquí.

Me sonríe siendo comprensible, me da su orden y después tomo la orden de la persona que preguntó por el servicio.

Regreso rápido a la cocina para que prepararan las ordenes, Enzo me espera serio de brazos cruzados:
— ¿Quién era él y por qué estaban tan cariñosos?

Lo abrazo:
— Ay, Enzo, no tienes de que preocuparte, como puedes ver está con su familia, además, ¿no reconoces quién es?

Mira por la ventanilla para apreciar detenidamente:
— No me digas que es...

Sonrío:
— Sí, es Steel, él jugador de americano.

Se mora una pequeña emoción:
— Lo admiraba hace unos años, es bueno jugando, solo que está a punto de jugar en su última temporada. Tener una foto con él podría darle mayor popularidad al lugar, ¿crees que pueda?

Que bueno que ya no está molesto:
— Cuando esté lista su orden podemos ir ambos, te aseguro que siempre estará dispuesto a hacerme un favor.

Me mira sorprendido:
— ¿Cómo es que lo conoces?

Suspiro recordando:
— Hace varios años cuando vivía en mi ciudad de origen estaba con él, nos empezamos a hacer amigos de una forma inesperada ya que de donde venimos los omega no son bien vistos, pero después de algunos eventos llegamos a crear vínculos, incluso a mí me sorprende que aún se acuerde de que existo.

Se nota la felicidad en Enzo, incluso agita la cola, no hay mejor señal que esa.

Una vez está lista la comida primero entregamos otros pedidos y los dejamos al final para ir los dos con él.

Enzo no se puede contener mucho:
— Saludos cordiales señor Steel, no pude evitar la presencia de alguien como usted en este lugar, un gusto tenerles aquí a todos ustedes.

Le sonríe:
— Muchas gracias, he de suponer que sabe quien soy. ¿Es tu jefe, Harper?

Asiento:
— Sí, lo es y quiere decirte algo.

Se acerca a decirle con voz algo baja:
— No solo soy su jefe.

Me hace sonrojar levemente:
— Solo dile lo que querías.

Steel se confunde:
— ¿Y qué pasó con...?

Lo interrumpo:
— Luego hablamos de eso, es una larga historia.

Entiende que hay algo mal:
— No pregunto entonces, ¿y qué puedo hacer por ustedes?

Enzo responde:
— Me preguntaba si... ¿Podemos tener una foto con usted para después ponerla en este lugar?

Ríe leve:
— Claro que sí, sería un gusto.

Su esposa e hijos no quieren salir así que Sam nos ayuda a tomar la foto, después Enzo pide una donde solo salga el con Steel, aunque creo que esa no la usará de manera pública.

Nos retiramos para dejarlos comer, Enzo se pone a apreciar las imágenes mientras tanto salgo para seguir atendiendo a las personas.

Siempre me es agradable verlo y más de sorpresa, ahora que está aquí debería de hacer una reunión, también hay alguien a quien podría ver.

Apostando Todo 3: Todo o Nada (Furry Yaoi) [Terminada].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora