⊱𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 𝟮⊰

955 116 41
                                    

JungKook salió de la cafetería con JiMin siguiéndole el paso; estuvo pensando bien todo y el como le diría las cosas, necesitaba hablar todo, no podía simplemente hacer como que nada estaba pasando cuando en realidad sí pasaban muchas cosas.

Se alejaron hasta un pasillo con un ventanal que daba hacia los dormitorios, JungKook se detuvo y giró para ver cara a cara a JiMin, admirando sus delicadas, pero varoniles facciones, sus labios pomposos, su cabello de un café rojizo, sus pequeños ojos que le gustaban tanto, su cuerpo bien formado, todo aquello que le había atraído.

Tomó aire y habló.

— ¿Cómo la pasaste ayer? — preguntó, para poder ver como introducía el tema a la conversación.

— Bien, bastante bien la verdad, me gustaría volver a ese restaurante, es lindo verte jugar con las máquinas. — rió levemente y JungKook sonrió.

— Que dicha que te gustó. — suspiró — JiMin, hay algo que te he querido decir desde hace tiempo, y no he sabido el como, pero creo que ya estoy listo. — dijo, totalmente serio y con un tono más neutro.

— Adelante, te escucho. — asintió su contrario dando un vistazo por el ventanal, observando el campus.

— Bueno, es que desde que te conocí en sentido que...

— Oh dios... — murmuró JiMin mientras continuaba viendo por el ventanal.

JungKook se molestó por eso pues estaba por confesarle sus sentimientos y JiMin no lo veía, pero cuando observó lo que su contrario también observaba lo comprendió.

Un chico corría de al menos tres otros que lo perseguían extendiendo sus brazos, tratando de alcanzarlos, las demás personas que estaban allí no entendían que sucedía, hasta que uno de los que perseguía se abalanzó sobre alguien que grababa divertido la situación, ocasionando que gritara al momento en el que mordió parte de su cuello, arrancando el pedazo de carne y luego haciendo lo mismo con su rostro, aterrorizando a todos quienes corrían y gritaban, alarmados.

— Hay que ir a ver. — susurró JiMin comenzando a caminar para salir del edificio, haciendo que JungKook saliera de su trance y lo siguiera, a paso apresurado.

— ¿Estás loco? No podemos ir ahí, viste lo que pasó. — intentó convencerlo, tomándolo por el hombro y dándole la vuelta.

— Precisamente por eso hay que ir, hay personas heridas, necesitan ayuda. — se deshizo del agarre y volvió a caminar.

— Pero puede ser peligroso. — recalcó JungKook poniéndose está vez frente a él, obstruyendole el paso.

— JungKook, necesito ir a ver esas personas, necesitan ayuda, puede que esté ocurriendo algo grave. — suspiró e hizo un lado a JungKook — Si te quieres quedar bien por ti, yo iré. — sin más retomó su camino.

JungKook lo pensó, podría ir con sus amigos y advertirles, pero no quería dejar a JiMin solo, no podía. Odiando a su corazón decidió correr tras él y salir de allí para ver todo el caos que sucedía afuera.

Logró alcanzarlo y quedó a su lado, sin sorprenderlo, y volviendo a retomar camino, todo estaba tranquilo, o bueno, relativamente, pues los gritos de afuera se escuchaban con más fuerza.

En eso la puerta que daba hacia el campus se abrió abruptamente, dejando entrar a una chica que apretaba con fuerza una herida en su abdomen, sin pensarlo mucho JiMin la tomó del brazo y jaló entrando al cuarto de conserjes junto a JungKook, haciendo esto debido a que uno de los que mordió a otra persona había entrado.

Una vez dentro la recostó ante la mirada nerviosa de JungKook, quien no entendía que estaba sucediendo y el porqué estaba sucediendo.

— Oye, oye, mírame, concéntrate en mi voz. — habló JiMin haciendo a la chica mirarlo por unos instantes para luego cerrar sus ojos con fuerza, el dolor que sentía era demasiado intenso — Soy Park JiMin, estudiante de la facultad de medicina, ¿cómo te llamas? — preguntó, tratando de distraerla y romper la blusa dejando ver con mayor claridad la herida, mostrando así una gran mordida de la cual brotaba mucha sangre.

— SooAh... — murmuró en un jadeo lastimero.

— Bien, SooAh, haré un poco de presión en la herida, está saliendo mucha sangre. — avisó e hizo un ademán hacia JungKook — Ven, pon tus manos sobre la tela que arranque sobre la herida, necesito mantenerla consciente.

Sin chistar JungKook obedeció, poniendo la tela sobre la herida y luego haciendo presión, ensuciando sus manos de sangre y sintiendo aquel desagradable olor, pero sentía que algo andaba mal, era muy fuerte, y sin bien era desagradable a su olfato, parecía ser que a JiMin no le hacía nada, como si solo él pudiera sentirlo, extraño.

— Dime SooAh, ¿que fue lo que ocurrió? — preguntó buscando algo que pudiera servirle.

— No sé... un hombre me tiró... me mordió... duele mucho. — chilló, retorciéndose.

— Tranquila, estaremos bien, yo lo sé, además... — y antes de que continuara un fuerte golpe en la puerta captó la atención de ambos hombres — Que demonios...

JungKook elevó uno de sus dedos ensangrentados a medio de sus labios, haciendo seña de que guardara silencio, JiMin simplemente asintió y cambió de lugar con JungKook quien se puso de pie y se alarmó nuevamente al escuchar otro golpe, pero con mayor fuerza.

Se puso detrás de la puerta, agudizando su oído, escuchando gritos, algunas maldiciones, y gruñidos, muchos gruñidos, como si afuera hubieran cientos de animales rabiosos.

— ¡Ah! — gritó la chica y otro golpe se hizo presente contra la puerta, pero está vez con JungKook obstruyendola.

— Dile que se calle. — regañó, asustado.

— Oye, oye, calma, estarás bien, pero debes guardar silencio. — pidió JiMin, comenzando a perder la calma que había estado tratando de conservar.

— ¡Duele! — gritó y otro golpe se hizo presente.

Está vez JungKook se recostó contra la puerta con fuerza mientras JiMin trataba de cubrir la boca de la chica con su mano y así evitar más gritos que captaban la atención de lo que sea que estuviera afuera.

El silencio volvió y los gruñidos se escuchaban cada vez más lejos, haciendo a JungKook suspirar de alivio, hasta que percibió como el sonido de huesos detrás suyo se escuchó, al voltear vio como la chica elevaba la cabeza de forma inhumana e intentaba morder a JiMin, cosa que lo hizo reaccionar rápido y la alejó con una patada, pero eso no sería suficiente, pues se levantó, con sus ojos totalmente negros y pequeños hilos de sangre saliendo de su boca.

— Hay salir. — murmuró tomando la mano de JiMin — ¡Hay que salir! — gritó y abrió la puerta.

Al salir ninguno se esperó lo que vio, de espaldas a ellos habían unas veinte personas más o menos, y al voltear estaban justo como la chica, con ojos negros y sangre saliendo de su boca, apenas los vieron gruñeron y la chica también salió.

— ¡Corre! — gritó JungKook nuevamente mientras salía de allí y comenzaba a correr por el campus, encontrando más de esos en su camino, tratando de esquivarlos sin soltar la mano de JiMin.

Recorrieron todo el campus con aquellas personas de ojos negros siguiendolos hasta llegar al otro lado y entrar, pero sin dejar de correr notando casi todo desolado, desacelerando el paso.

— ¿Qué mierda es eso? — preguntó JiMin, dejando la calma totalmente de lado.

— No sé, pero hay que salir de aquí. — respondió JungKook apretando un poco más el agarre a la mano contraria.

Caminaron por el extenso pasillo con varios salones a sus lados, sin encontrar a nadie, hasta que de la nada un hombre de ojos negros apareció del lado de JiMin.

Sin pensarlo JungKook abrió la puerta de uno de los salones y metió a JiMin allí, mientras el forcejeaba con el hombre y trataba de evitar que lo mordiera, pues parecía que eso era el común denominador de todo el caos.

JiMin cayó con fuerza al piso, vio a su alrededor y notó que no había nadie, luego a JungKook y sin pensarlo lo tomó con fuerza de la camisa y lo jaló hacia adentro y luego cerró la puerta con fuerza, puso seguro y trató de mover el escritorio que estaba cerca para obstruir el paso, lograndolo.

Hubo varios golpes más hasta que ya se dejaron de escuchar, rendido JiMin volteó a ver a JungKook quien observaba su brazo con temor, al acercarse sintió como la sangre bajaba hasta sus pies.

Aquel hombre había logrado morder a JungKook.

Stay Alive «KookMin» •COMPLETA Where stories live. Discover now