Capítulo 3

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La caminata hacia la casa de su amigo duró aproximadamente veinte minutos. No estaba tan lejos del instituto pero decidió tomarse su tiempo para reflexionar sobre la vida en general.

El sol ya se escondía lentamente en el horizonte haciendo que las nubes se pintaran de un bonito tono rosa salmón, el viento que soplaba era algo fría haciéndolo estremecerse y abrazarse a si mismo.

Revisó su teléfono por si Jeongin le había respondido su mensaje. No lo hizo. Mordió su mejilla interna sintiendo una extraña pesadez en el estómago.

Discutieron en el momento en que le contó que pasaría la noche en casa de Jisung junto con Seungmin. ¿La razón? A Innie no le agradaban para nada sus otros dos amigos, nunca supo la razón exacta, pero imaginaba que era por la reputación que tenían.

No lo culpaba, él también había pensado que esos dos no eran más que unos delincuentes. Pero simplemente resultaron ser un par de payasos algo problemáticos y descuidados que sólo querían disfrutar de la vida rompiendo un par de reglas y bebiendo alcohol de vez en cuando, no había nada de malo en ellos.

Tenían esa fachada de chicos malos desadaptados pero una vez que los conocías era difícil tomarlos enserio. Menos cuando tenían un peluche color rosa, sucio y oloroso como "amuleto" de la amistad y buena suerte.

Perdió la cuenta de las veces que intentó que Jeongin se acercara a ellos para que los conociera mejor y quizás con buena suerte entablaran una amistad, pero siempre fracasaba rotundamente. No entendía porqué su mejor amigo aborrecía todo lo que tuviera que ver con Jisung y Seungmin, pero tampoco había mucho que él pudiera hacer a estas alturas más que aceptarlo e  intentar no pelear como hace un rato.

No iba a decir que no le importaba porque eso sería una gran mentira, probablemente pelear con In era una de las cosas que más le afectaban, si no era la que más. El menor siempre había estado con él cuando ni siquiera a sus propios padres les interesaba su bienestar, Jeongin era su hermano de otra madre, su única familia real. Era entendible que se sintiera así por haber peleado con él.

Pero tampoco podía ignorar a sus otros amigos sólo porque al más joven no le agradaran, entendía que se preocupase, porque In siempre fue demasiado sobre protector con él desde niños, pero también era un terco que no quería entender por más veces que quisiera hacerle entrar en razón.

Cuando finalmente llegó a la casa de Jisung sacó su teléfono móvil para mandarle un mensaje avisándole que estaba en la puerta. El peli castaño no tardo mucho en bajar y abrirle.

━Lixie ━saludó el mayor con una sonrisa feliz. ━ Ven, pasa, Minnie ya esta arriba ━

Jisung prácticamente le arrebató la mochila y le hizo señas para que le siguiera. Subieron hacia el segundo piso y con lo que Felix conocía de la casa sabía que se dirigían hacia la sala de juegos.

Otra de las cosas que caracterizaban a Han Jisung era la cantidad descomunal de dinero que tenía su familia al ser dueños de un bufet de abogados muy reconocido y sofisticado en Seúl. Prácticamente cagaba billetes el suertudo, o mas bien sus padres, pero técnicamente no había diferencias porque al ser hijo único era por ende el único heredero de la fortuna. Entonces teniendo unos padres que la mayor parte del día estaban afuera, todas las pijamadas y reuniones se hacían en su fabulosa casa.

━ Por fin llegas, ¿tuviste una conversación con Jesús? ━dijo Seungmin con aquel dejo irónico tan característico en él.

━ Hola Seunggie, también me da gusto verte. ━saludó con una sonrisa ladina mientras se adentraba a la gran habitación para sentarse junto al aludido.

El otro muchacho le lanzó un beso en el aire para luego volver a concentrarse en su juego.

Jisung llegó un momento después de él con algunas frituras y tres cajitas de jugo de manzana. Felix agradeció al recibir la cajita de zumo.

Daisuki | Hyunlix Where stories live. Discover now