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Bully

-Bebé Potter no sabe ir al baño- la voz brulona de Draco hizo rabiar a los Gryffindor y reír a las demás casas

Harry estaba sonrojado pero no sabía si era por la vergüenza de ser humillado ante toda la escuela o por lo bien que se veía Draco con las mangas de la camisa arremangadas, la corbata floja y esa sonrisa tan grande que hacía brillar más sus ojos.

-Dejalo ya, Malfoy- para su suerte tenían su mejor amigo para defenderlo cuando el bonito chico rubio le hacía la vida imposible y él no podía defenderse ya que estaba más absorto en detallar cada parte de este.

-Espera ¿tú eres su padre?- preguntó el de ojos grises como si de verdad tuviera aquella duda, la solemnidad de las palabras hicieron balbucear al pelirrojo

-¿No?- dudó Ronald

-Entonces no te metas- eso causó más risas e indignación.

El asunto era que Harry había tenido un terrible accidente en la clase de defensa, un boggart lo había asustado más de la cuenta provocando penosamente que no pudiera controlar sus necesidades fisiológicas, en otras palabras, había mojado sus pantalones frente a toda la clase y por supuesto que Draco Malfoy jamás dejaría que lo olvidara.

Era increíble como Draco siempre estaba ahí, se enteraba de todos sus movimientos, de todo lo que hacía, a dónde iba y con quién estaba, usaba todo para molestarlo, el rubio lo trataba tan mal, que ni a Harry ni a sus amigos se les hubiera pasado por la cabeza que Draco tuviera otras intenciones que no fueran hacerle la vida imposible.

-¿Qué está pasando aquí?- la voz de Snape hizo callar a todos y dispersar a los entrometidos

-Potter quiere ir al baño- soltó Malfoy con una sonrisa provocando que Harry casi se le fuera a los golpes o directo a besarlo, aún no podía decidirlo y es por ello que se quedó inmóvil y con un gran sonrojo en las mejillas, por el contrario, su amigo si que había decidido irse contra el rubio.

-¡Señor Weasley!, no tolerare un comportamiento violento, cien puntos menos a Gryffindor, ahora regresen a sus clases- los leones se quejaron regresando por dónde habían llegado.

Draco y sus amigos se fueron tras su jefe de casa, el de ojos grises volteó sobre su hombro para guiñarle un ojo a Potter seguido de una sonrisa que solo podia prometer problemas; Harry sintió el piso moverse y una estúpida sonrisa involuntaria tiró de sus labios, al menos, por un pequeño instante hasta que su amigo volvió a hablar

-No es justo, él fue quien empezó- se quejó Ron abrazando a Harry por los hombros tratando de reconfortalo sin saber la clase de pensamientos que el azabache tenía instantes atrás.

-Y yo lo voy a terminar- se sorprendió así mismo con aquella determinación pero recordó las palabras de su padrino

A los Black solo debes demostrarles que estás a su altura para que te respeten

Y tal vez regresarle una de sus tantas bromas a Draco haría que al fin lo tomara en cuenta...después de seis años

Te molesta porque a los Malfoy no les enseñan como expresar sus emociones, solo hacen que las oculten, eso quiere decir que el hijo de Lucius quiere algo más que una amistad contigo

O tal vez, solo tal vez, su tío Remus tuviera razón

-¿A qué te refieres?

-¿Quiere llamarme bebé?, él será el bebé- a Weasley no le quedaba duda que Harry si pudo haber ido a Slytherin, esa sonrisa le estaba empezando a dar miedo

-No entiendo

-Haremos una poción, una que lo haga pasar por el mismo ridículo que yo

-Eso es todo, amigo

Ambos chicos celebraron corriendo a la biblioteca, algo debía haber para poder humillar a Malfoy frente a todos.

Y tal vez que por fin tomara en cuenta a Harry, no como su blanco de bromas sino como su igual, como su amigo, como...

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-Muy bien, ¿qué están tramando?- Hermione los miraba interrogante, no era normal para ella verlos pasar tanto tiempo en la biblioteca, no sin tener que amenazarlos

-Nada- dijeron los dos tratando de mantener las apariencias

-¿Entonces por qué están leyendo un libro de pociones?

-Sabes que Snape nos odia, estamos por reprobar

-¿Por qué no me dijeron antes?- y los chicos solo se vieron con terror cuando su amiga se sentó frente a ellos, no que no la quisieran ahí, bueno, no la querían ahí pero solo porque los reprenderla y los haría desistir de su maquiavélico plan- no importa- siguió ante el mutismo de sus amigos- Snape siempre les deja las pociones más raras a sus peores alumnos, díganme que les dejó

-¿Envejecimiento ?

-¿Descontrol de orina?

Ambos respondieron dudosos, hasta el momento no llevaban nada, ni siquiera sabían por dónde iniciar o lo que querían

-¡Oh!, eso es sencillo, pero jamás lo van a lograr con esos libros

La chica saltó de su asiento para buscar el material correspondiente, luego de mostrarles los libros correctos, ella aclaró algunas dudas que podrían llegar a tener y a pesar de que ellos le pidieron su ayuda para la creación, Hermione dijo no, pero los dejó segura de que solo debían seguir las instrucciones en orden y entonces aprobarían la materia.

Grave error

¿Quién deja a Harry y Ron solos con un libro de pociones?