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Los leones no cazan

Tom "imbécil" Riddle (como Harry lo llamaba) llevaba una semana en Hogwarts, para la mala suerte de Harry, fue elegido para formar parte de las casa de las serpientes, decir que no le afectó la decisión del sombrero sería mentir (gritó cuando dieron el resultado y luego vomitó) pero aquello solo le hizo dejar atrás sus lágrimas y tomar la iniciativa de cazar a su escurridiza serpiente.

-¿Cómo que los leones no cazan?- el tono ofendido de Ron hizo rodar los ojos de Hermione

-No Ronald, las leonas son las que salen a cazar, los leones cuidan a las crías

-¿Entonces como voy a cazar a Draco?- la preocupación eran notoria en la voz de Harry, pero el sabía que no era un verdadero león ¿verdad?

-Un momento, ¿los leones comen serpientes?

El libro que leía la castaña fue azotado de forma abrupta parando el parloteo de sus amigos

-¡No son animales!, lo que quieres hacer es conquistar a Draco con gestos románticos, no lo vas a cazar para acabar con su vida- el pelirrojo y el azabache intercambiaron miradas, esas que hacían perder la paciencia a la castaña- así que ve con Blaise y Pansy para descubrir que le gusta al rubio oxigenado y déjenme leer a gusto ¡por favor!- volvió a tomar su libro y se encaminó a la salida

-¿Por qué está tan molesta?

-No lo sé, algo le hiciste- Harry se encogió de hombros

-¡No le he hecho nada! ¿y por qué siempre es mi culpa?

-Para ser sinceros no lo sé, pero ahora debes acompañarme a buscar a los Slytherin, por favoooooor, no puedo dejar que Riddle se le acerque

-¿Tom Riddle?- Ginny se acercó curiosa- ¿verdad que es un encanto?, no entiendo cómo es que se fijó en Draco

-¿De qué hablas?

-Bueno, Tom parece más amable que todas las serpientes, es educado, atento, bastante guapo- Harry casi gruñó con ello- tiene a todas babeando por él, puede que también me guste un poquito- sus mejillas se tiñeron del mismo color que su cabello mientras su hermano fingía arcadas- pero parece que solo tiene ojos para Malfoy, no puedo entenderlo

-¿Por qué lo dices?

-Le acaba de regalar un reloj en medio del comedor, parecía bastante lujoso

Fue todo para que Harry se echara a correr sin rumbo alguno, solo sabía que tenía que impedir que Tom "imbécil" Riddle le ganara la jugada.

Corrió y corrió por los pasillos empujando a algunos estudiantes, tropezando y tirando algunas cosas, el oxígeno le faltaba y sus piernas hormigueaban pero no podía darse por vencido, gracias a Merlín los encontró junto a las demás serpientes y no solos, aunque tampoco le pareció la cercanía con la que hablaban.

-Draco, el director quiere hablar contigo- no se le ocurrió alguna otra excusa para separarlo sin hacer el ridículo, aún así, Parkinson y Zabini se mordian los labios para no echarse a reír- ahora

El rubio se encogió de hombros y se levantó dispuesto a seguirlo, pero Riddle no podía dejarlo ir tan fácil.

-Te acompaño- ofreció

-Quiere hablar con él a solas- si las miradas mataran, Riddle ya estaría muerto a causa de Harry

-Puedo quedarme afuera- no le dió importancia- recuerda que aún me debes ese paseo por el lago- esta vez se dirigió a Draco

-¡Va a tardar mucho! sus padres están aquí

-¿En serio?- la voz de ambos Sly sonaba feliz

-Entonces con mayor motivo debo ir, me encantará saludar a los señores Malfoy

En serio lo intentó, quiso contar hasta 10 como Hermione le había enseñado

1...2...3...

-Supongo que les dará gusto saber que estás aquí

...4...5...6...

-Claro que sí- esta vez Zabini habló sabiendo que el Gryffindor estaba al borde del colapso- después de todo, son tus futuros suegros

Malditas serpientes traidoras

...7...8...9...

-¿Cuando es la boda?- preguntó Parkinson, definitivamente la chica no estaba de su lado, pensó

-En cuanto Draco al fin me diga que si

...10

-¡No son tus suegros, son los míos y si Draco se va a casar con alguien será conmigo, así que aleja tus sucias manos de mi novio!

En un acto casi primitivo, Harry sujetó la mano de su rubio llevándolo lejos de aquella escena, estaba tan celoso que no escuchó los reclamos y el intento del Slytherin por soltarse de su agarré.

-¡Con un demonio, Potter!- dijo cuando al fin se había liberado- mi padre se enterará de esto, maldito bastardo, si me queda una marca juro que te haré una peor- amenazó mientras acariciaba su muñeca derecha, el fuerte agarre le había dejado una marca roja

-¡Lo siento!- volvió a tomar la extremidad pero esta vez para besarla, acto que le subió los colores al heredero Malfoy- por favor perdóname es solo que...¡Riddle es un bastardo!, no tiene derecho a tocarte

-¿Quién lo va a impedir? ¿tú?

-¡Si!, eres mi novio

-Que yo recuerde, ni amigos somos, ahora sí me disculpas, debo ver a mis padres

-¡Pero te dije que haría todo por conquistarte!- gritó llamando la atención de todos que comenzaban a acercarse con ojos curiosos

-Pues actuando como un maldito salvaje no lo vas a lograr, idiota

Draco se fue dejándolo en medio de todos los chismosos que ahora veian a Harry con algo de lástima, pero a él no pudo importarle menos, seguía razonando las palabras del rubio, no podía simplemente actuar como un animal, Draco merecía a alguien que lo tratara como el ser más preciado en la tierra, Draco no necesitaba escenas de celos o que lo catalogaran como un objeto...¡lo había arruinado!

-¿Potter, verdad?- la voz de Tom le sacó de sus pensamientos- entonces es cierto, estás detrás de MI Draco

-No es un objeto de tu propiedad

-Lo será en cuanto me acepte

-Nunca lo hará

-Draco y yo tenemos historia, no vas a arruinar todo eso, te lo advierto, alejate de Draco

-¿O qué?

Ambos estaban frente a frente, sus miradas llenas de odio

-Haré que desees estar muerto- con esa simple advertencia, el Slytherin se fue dejándolo una vez mas solo.

Se repitió que no iba a ceder a su juego, que tenía que ganarse el corazón de Draco de forma limpia, claro que no pensó en que las serpientes eran escurridizas y se valían de sus trucos para asegurar su éxito y que, los leones no cazan.

••••••

-¡Muchacho! ¿qué haces aquí?- Dumbledore le sonrió desde su asiento

-Potter me dijo que mis padres estaban aquí

Dumbledore se puso pálido enseguida, ¿Narcissa ahí? por Merlin, no.

-¿Hay algún motivo para que vengan?- preguntó temeroso

-No lo sé, usted me mandó a llamar

-No que yo recuerde

Entonces todo tuvo sentido, solo fue parte del estúpido arranque de celos de Harry.

-¡Estúpido Potter!

Salió de ahí dando un portazo dejando que el director siguiera comiendo sus caramelos sin entender que es lo que pasaba en su escuela