Adore You

Gustos

-¡¿Qué?!- Pansy estaba con los brazos cruzados con la molestia pintada en su rostro mientras miraba a Potter y Hermione.

Toda la tarde, ambos chicos habían estado ahí preguntando por el pequeño rubio, (Ron se rindió después de que intentara abrir la puerta y terminara con la cara pintada de verde Slytherin) Blaise, incluso Theo, Crabe y Goyle habían salido a decirle que todo estaba bien, pero Harry no se iría hasta estar seguro de que el niño estuviera sano y salvo, no se iría hasta verlo con sus propios ojos y Hermione había dado su palabra de hacer lo que fuera para que pudiera ver al pequeño Malfoy.

-Solo quiero verlo- insistió con aire cansado pero la mirada que le regaló a la Sly le hizo saber que no se rendiría

-Está bien, está en su casa con sus amigos, nadie mejor que nosotros para cuidarlo- Harry quería decir que no, que no había nadie mejor que él para cuidarlo

-¿Tomó su siesta?- fue lo único que salió de su boca mientras sus uñas se enterraban en sus palmas

-Si, ¿algo más?- la indiferencia y el fastidio en el rostro de la chica le hizo rabiar, pero sabía que no era buena idea hacerla enojar, no si quería ver a Draco.

-¿Qué es lo que quería?, no pude hacerlo dormir- dijo con pesar

-Eso es porque Draco a esa edad solo duerme bajo situaciones específicas- explicó la chica recordando con cariño cuando iba a casa de su amigo y dormían la siesta- hasta los seis años, la cama en la que dormía parecía tan suave como una nube que se mecía lentamente y con una temperatura especifica para hacerlo dormir, el techo tenía que ser estrellado con su constelación brillando mientras le cantaban una canción de cuna, sino hay nada de eso, simplemente no puede dormir

Granger pensó que en definitiva, Draco había sido el niño más mimado del mundo.

-¿Qué canción?- Parkinson abrió los ojos sorprendida, después su confusión pasó a ser una sonrisa divertida

-¿Vas a aprenderla para cantarle, Potty? Astoria puede hacerlo, de hecho, ella fue quien le cantó para que durmiera- Pansy se deleitó con la mirada iracunda del azabache.

-Puedo hacerlo mejor que ella- soltó como si fuera un desafío para el que se había preparado toda su vida ¿quién se creía la menor de las Greengrass como para cantarle a su Draco?

-¿Qué es lo que quieres en verdad, Potter? ¿Por qué te importa tanto Draco?, hasta hace unos días ambos se hacían la vida imposible- Pansy no perdió detalle de todas las expresiones que atravesaron el rostro de Harry, sorpresa, negación, miedo, enojo, pena

-Supongo que eso es asunto de ellos- intervino la Gryffindor al ver que su amigo estaba tan rojo que su rostro parecía estallar- Harry no...

-Porque eso es lo nuestro- habló de pronto y en un tono que se acercaba a un grito- él me molesta y yo a él porque así funcionamos- ni siquiera el sabía de dónde había salido esa explicación pero se sentía bien decirlo- sin él mi vida sería muy aburrida y estoy seguro que también hago su vida interesante- Parkinson le miró con una mueca- al menos se entretiene pensando en como molestarme- añadió un poco abatido- además, yo le hice eso, debería ser yo quien lo cuide...tan solo...déjame verlo, por favor

-No lo conoces, no sabrás que hacer

-¡Claro que lo conozco!

En lugar de molestarse por el tono brusco de voz, Pansy decidió molestar un poco más al chico

-Si me dices su color, fruta y animal favorito te dejare pasar- Potter estaba por abrir la boca pero Pansy aún no terminaba- solo te recuerdo que los gustos de Draco cambiaron cuando llegó aquí

-¿Quieres decir...te refieres a sus gustos de cuando tenía tres años?

-Exacto, ¿para que me serviría que me dijeras lo que le gusta a sus 16 años? es su yo de tres años a quien debemos complacer- el de ojos verdes boqueo como pez fuera del agua, la Sly tenía razón- entonces ¿de verdad lo conoces?- retó la chica

-Azul, durazno y búhos- Pansy abrió los ojos tanto como pudo ante la respuesta- ¿estoy bien, querida?

Con terror, Harry describió tras de si a los padres de Draco, Lucius y Narcissa se veían pacíficos y Harry podía jurar que la mujer le veía con cariño

-Señora Malfoy- la voz de Pansy ya no era segura y retadora, ahora podía percibir un ligero temblor- yo...yo...pase, por favor

-Despues de ti, Harry- Narcissa insistió, Lucius solo le miraba con desagrado

-¿Me van a matar?- preguntó el ojiverde obteniendo una sonrisa de Narcissa quien lo pasó de largo una vez dentro de las mazmorras

-Si fuera por mi, al menos un cruciatus te lanzaría- susurró Lucius mientras seguía a su esposa

-¿Ya no eres tan valiente?

-Callate, estás igual de asustada que yo