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—  Despacio, despacio. —  Gruñó Severe recostandolo por la pared del ascensor

Realmente Jinx se sentía muy mareado y caminar hasta el edificio de los machos fue bastante difícil. Severe se ofreció a cargarlo pero Jinx era un poco orgulloso y no se dejó, sin embargo tenia un poco de náuseas y mareos, la verdad no entendía porque en ese día en particular le estaban atacando tan fuerte.

— Pronto estarás en tu cama.— Gruñó Severe mientras marcaba el piso de Jinx.

— Solo quiero que este día realmente pase muy rápido.

Sin embargo, en el momento en que él ascensor comenzó a arrancar, se detuvo en movimiento brusco y las luces de apagaron activando una luz de emergencia roja, a lo que Jinx comenzó a maldecir mientras presionaba el botón varias veces.

— ¡De nuevo está maldita cosa se averió!— Gruñó el felino sacando su celular para llamar a alguien.— ¿Query? ¿Estás en el edificio?

Severe se quedó callado tratando e mantener la calma, pensando en mil cosas para evitar asustarse. Desgraciadamente, había desarrollado claustrofobia por lo que estar en ese ascensor oscuro era realmente malo para él. Anteriormente se habi calmado porque Jinx estaba enfermo y no podía subir las escaleras, solo iban a ser unos segundo, minutos como máximo ¿Pero ahora? Sentís que comenzaba a sudar y que la respiración no le alcanzaba, tenía un nudo en la garganta.

— Rápido por favor.— Gruñó Jinx cortando la llamada.— Query dice que no  tardará en arreglar, unos diez minutos tal vez.

— Mierda.— Gruñó Severe apretando los puños.—¿No puede hacerlo más rápido?

— Dijo que como mínimo necesitaría ese tiempo.— Jinx lo miró proecuoado cuando Severe comenzó a respirar con dificultad mientras pasaba constantemente sus manos por su cabello.—¿Estás bien?

— No, no puedo estar aquí por tanto tiempo.— Gimió asustado.— ¡Tengo que salir de aquí!

— Oh no, tú eres...

Jinx había conocido a algunos machos que tienen traumas con lugares cerrados y pequeños: claustrofobia. Sin embargo, está era la primera vez que veía a uno tener una crisis, y no cualquier macho, sino que era un multihibrido que parecía que se estaba por volver loco. ¿Acaso ese día nunca se terminaria?

— ¡Está haciendo frio!— Gimió asustado.—¡¿Por qué está haciendo frio?! ¡No estoy en la cápsula! ¡No quiero volver allí!

— Severe, mírame.— Lo llamó pero el macho no lo escuchaba a medida que comenzaba a golpear las puertas creando abolladuras en el metal.— ¡Severe!

— ¡NO, NO, NO QUIERO ESTAR DE NUEVO EN LA CAPSULA!— Gruñó mientras golpeaba la puerta.— ¡ELLOS VENDRÁN Y ME HARÁN DAÑO!— Severe comenzó a rasguñar las puertas mintras perdida la cabeza.— ¡QUIERO SALIR!

—¡SEVERE!— Rugió Jinx usando todas sus fuerzas para tomar su brazo y giraralo hacia él para tomar su rostro entre sus manos.— ¡No estás en la cápsula!

—¡PERO HACE FRIO, ESTOY ATRAOADO EN UN LUGAR PEQUEÑO, HACE FRIO!— Comenzó a sollozar y Jinx tuvo la impresión que estaba frente a un cachorro aterrado, y lo que daba más miedo era que estaba a punto de cambiar a lobo, además que se había lastimado las manos.

— ¡No estás en la cápsula!— Gruñó Jinx mirándolo a los ojos.— ¡Estás conmigo, Sev, tú estás conmigo aquí!— Jinx lo sintió temblar como si se contuviera.— ¡Estamos en la Reserva, estamos en el edificio de los machos, tú eres libre y nadie te pondrá a dormir!

— ¡Hace frío Jinx, hace frío, está oscuro, está pequeña!— Comenzó a sollozar e hiperventilar aún mas que preocupó a Jinx.

Jinx no sabía cómo calmarlo, sinceramente tenía miedo que Severe se lastimarla o lo lastiamra a él, ahora lloraba pero luego perderia la paciencia y podría convertirse en algo muy peligroso. Utilizando lo único que se le vino a la cabeza, no sabía si funcionaria pero de seguro lo distraería, Jinx lo sujetó da mandíbula y sin previo aviso lo besó mientras lo abrazaba dándole pequeños golpes suaves en la espalda.

Severe apenas registró el beso cuando ya lo tenía correspondiendo a Jinx. No era una solución instantánea, aún se sentía desesperado pero poco a poco se centró en Jinx y en su boca así como el movimiento en su espalda y se dejó guiar cerrando los ojos. Aún tenía miedo pero se sentía muy seguro entre los brazos de Jinx, su Jinx, el macho más molesto y bromista que existía y que además, era su pareja destinada.

Jinx lo envolvió de una forma que le ayudó a olvidar en dónde estaba, lo único que importaba era el aroma de Jinx, su calidez y su boca. Ni en sus mejores sueños pudo haber soñado ese momento, había estado resignado a amarlo desde las sombras, a verlo feliz y acoplado con alguna humana, pero su Jinx lo estaba besando y calmado ¿Que tan importante era para Jinx?

— ¿Estás mejor?— Gruñó Jinx mirándolo recuperar el aire.— No abras los ojos, Sev. Sigue conmigo.

— El frío...

— Nunca más te tocará, nunca más volverás a esa prisión si yo aún existo.— Le prometió el felino.— Eres libre y lo serás para siempre.

— La cápsula...

— No existe.

— Marcile, la Inquisición...

— No existen, ya no existen.— Gruñó el felino abrazandolo más fuerte.— Ahora estás aquí, conmigo, en la Reserva.

Severe abrió los ojos y lo miró más tranquilo. El color azul se había vuelto casi negro hace unos segundos pero ahora volvió a ser de ese color azul marino eléctrico, lo miraba como si fuera la calma en persona mientras lo abrazaba también.  Jinx le limpio las lágrimas que no sabía que había soltado y por un momento Severe se sintió avergonzado,ahora menos que menos Jinx lo consideraria como un macho interesante.

— Lo siento por obligarte a besarme.— Dijo apenado el multihibrido, aunque realmente no lo sentía.

— Cualquier cosa por evitar que te lastimes.— Gruñó el felino tomando sus manos heridas entre las suyas.

— No le diré a nadie de esto.— Le prometió el multihibrido.— No voy a avergonzarte.

— No es vergonzoso para mí.— Gruñó Jinx apenas negando.— Tuviste una crisis, yo te calmé de una forma especial, está todo bien.

Severe asintio pero entonces su espalda chocó contra la día pared y su miedo regresó, sentía que las paredes de volvían a cerrar y que no había espacio para el aire. Cerró los ojos esperando que la sensación se fuera pero solo sintió unos cálidos labios sobre los de él, conquistandolo de inmediato e impidiendo a la oscuridad hacer de sus maldades.

— Pensándolo bien, hay algo que me gusta y es besarte.— Escuchó decir a Jinx y el corazón de Severe se disparó.— Me gusta besarte Sevi, y me gusta mucho.

018:Severe (nuevas especies) 0.3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora