𝐊𝐀𝐍

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ヤ    ク    ザ   ヤ    ク    ザ

ヤ    ク    ザ   ヤ    ク    ザ

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|𝐊𝐀𝐍.

La mansión de la segunda familia nunca antes había estado tan vacía, ni siquiera en las noches. Los empleados no regresarían hasta la mañana siguiente, por lo que Vegas se encontraba completamente solo en aquel lugar, sentado en el sillón de cuero viejo, el cual solía pertenecer a su padre.

Le parecía increíble todos los cambios que había habido desde la muerte de Kan.

Seis meses habían sido demasiado cortos para todas las cosas que habían ocurrido.

La oficina de Kan era más fría de lo que recordaba y aún le era extraño no sentir la presencia de su padre a su alrededor, no escuchar sus gritos y, sobre todo, ser consciente de que ya no estaba ahí. Y a pesar de no haber tenido la mejor relación con él, lo extrañaba.

──Me pregunto qué dirías al verme aquí sentado ──habló para sí mismo tomando uno de los cuadros de Kan, que se encontraba sobre el escritorio.

En mes y medio, recién estaba sentado allí, cumpliendo con su papel como líder de la familia secundaria.

Había estado demasiado ocupado en las reuniones como para centrarse en el papeleo de la oficina.

«Seguro estarás maldiciéndome bajo tierra, diciéndome que no merezco este puesto y que la mejor opción era Nikhotin, pero lo siento, las cosas han salido de este modo» pensó mientras volvía a colocar el cuadro en su lugar para inspeccionar los cajones.

En el primer cajón había una pistola; en la segunda unos cuantos documentos y una pequeña caja vacía... en el tercero y antepenúltimo cajón, allí dentro se encontraba lo que parecía ser una diminuta maleta con un candado de combinación.

Vegas sintió una extrema curiosidad y tras intentar combinar unos cuantos números, al final decidió forzar la cerradura para abrir la maleta y encontrar lo que seguramente nunca se habría imaginado: fotos de kan, él y sus hermanos, además de unas cuantas cartas desgastadas que habían sido escritas por su padre. ¿Cuántos años llevarían en ese lugar? 

Lo primero que hizo fue detenerse a inspeccionar la fotografía que tenía entre sus manos, en ella aparecían él, Nikhotin y el pequeño Macao durante su infancia. Kan se encontraba de pie y sonreía ampliamente con Macao entre sus brazos, y en cada lado se encontraba Vegas y su hermana, agarrados a la mano de Kan. No recordaba nada de eso, pero parecían unidos.

El corazón de Vegas se encogió y las ganas de llorar quisieron dominarlo, sin embargo se contuvo y dio la vuelta a la fotografía para revisar las cartas y comenzar a leerlas en voz alta:

|𝐁𝐀𝐂𝐊𝐒𝐓𝐀𝐁𝐁𝐄𝐑| Kinnporsche OCWhere stories live. Discover now