El gato en la ventana [Shadowpeach/LMK]

Capítulo 2: Recuperación.

Era un nuevo día, y por suerte, MK no se había quedado dormido y estaba saliendo de casa tarde, incluso le dio tiempo de desayunar, además de eso, recogió algo de dinero que guardaba en casa, más tarde iría a comprar comida para Macaque, aunque aún estaba indeciso sobre eso, porque aunque ahora mismo use su forma de gato, no significa que vaya a comer ratones y esas cosas... ¿O si?

—¡Macaque!—

El chico se alejó de su cuarto para ir a la sala, listo para caminar hacia la puerta de su apartamento. Acurrucado en sí mismo se encontraba el gato negro, encima del sofá, realmente cómodo y sin intenciones de moverse, sin embargo, levantó la cabeza para mirar al chico.

—¿Qué sucede?—Preguntó el mono de sombras.

—¿Qué puedes comer?—

—Lo que sea.—Respondió vagamente Macaque, realmente cuando tienes que sobrevivir solo con lo que encuentras, dejas de volverte exigente.

—¡Entendido! Nos vemos luego.—

Al decir eso, salió de casa, debía ir a trabajar, y seguro que a Pigsy le daría emoción ver que el chico estaba allí desde temprano, claro que solo era una estrategia para que le dejara irse antes y poder comprarle las cosas al gato.

Fue realmente una sorpresa para Pigsy ver a MK tan temprano, pero solo lo felicitó y dejó que trabajara, pues se fue rápidamente a hacer las entregas, sin darle tiempo al cerdo de decirle algo más. 

Luego de unas horas, MK había regresado, encontrándose a Tang sentado donde siempre, disfrutando de un platillo de fideos, junto a Mei, quien saludó con emoción a MK al verlo.

—¿Ya has entregado todo?—Preguntó Pigsy desde la cocina, sin creer lo que veía.

—¡Si! Cada uno de los pedidos.—Respondió sonriente MK.

—Parece que ese gato si era de la buena suerte.—Pigsy sonrió, algo que poco hacía.—Por cierto, ¿Te trataste esas heridas, chico?—

—¡No te preocupes! Ya sabes, soy el gran Monkie Kid después de todo, unos arañazos no son nada.—MK respondió orgulloso, levantándose las mangas de su chaqueta, mostrando sus brazos vendados.

—¿Tienes un gato, MK?—Preguntó Mei con curiosidad y emoción.

—¿De verdad Pigsy le permitió tener una mascota cuando apenas cuida de si mismo? Pensé que era algo que yo haría, no Pigsy.—Comentó Tang mientras seguía comiendo.

—Eh... Si. Lo adopté ayer, estaba en la calle y herido.—MK no estaba seguro de poder seguir con esta charla, le prometió al mono no decir nada después de todo.

—¡Quiero verlo!—Dijo Mei, agarrando de las manos al chico.—¡Y estoy segura de que Sandy también se emocionará! ¿Es niño o niña? ¿Y si le presentamos a Mo?—