El gato en la ventana [Shadowpeach/LMK]

Capítulo 8: Sanando.

MK se había quedado en su apartamento, esperando saber qué tal acabaron las cosas, y al final, parece que terminaron bien, pues Macaque había regresado y no parecía que venía de una pelea, por lo que era una buena señal.

—Así que... ¿Hablaron las cosas?—Preguntó MK mientras estaba en la cocina, sirviendo dos tazas de té.

—Si, de cierta forma creo que... Pudimos resolver los conflictos.—Respondió el mono, quien estaba sentado en el sofá, sin ser un gato.

—¿Entonces ya no van a intentar matarse cuando se vean?—El chico se acercó y le ofreció una taza, para luego sentarse a su lado.

—Supongo que si, decidimos... Iniciar de nuevo.—

—Pero afrontaron el pasado, ¿No? Porque tratar de simplemente ignorar lo que sucedió no es realmente...—

—Tranquilo, si lo hablamos. Pero queremos... Intentar empezar de nuevo para dejar de pensar en el pasado.—

—¿Crear nuevos recuerdos? Suena lindo.—MK sonrió.—Entonces... ¿Me contarás la historia?—

—...¿Qué historia?—

—¡Ustedes dos! No sé demasiado y no he hablado con Monkey King. ¿Eran pareja entonces? ¿Cómo era?—

—Ya te lo he dicho, él era un idiota.—

—¿Entonces te gustaba porque era idiota?—

—¿Qué? ¡No! El era...—Macaque dejó de hablar, dándose cuenta de lo que trataba de hacer el niño, era increíble como había desarrollado la habilidad para chantajearlo y lograr que hablara de esta manera.—Buen intento, niño.—

—¡Vamos! ¿Por qué no lo dices? No creo que sea tan terrible.—

—Eran otros tiempos, es todo.—La cola del mono se movía ansiosamente, mientras que el mono de sombras simplemente tomó un poco de té para relajarse.

—Bien, entonces no voy a insistir...—Solo iba a preguntarle a Wukong más tarde.

El chico finalmente se levantó del sofá, tomándose su té mientras se dirigía a la cocina otra vez. 

—Por cierto.—Habló otra vez MK.—Ya que están en buenos términos ahora, no creo que debas ir otra vez con él de manera permanente.—

—¿A qué te refieres?—Preguntó el mono.

—Están arreglando las cosas, y lo mejor es ir lentamente. Ambos necesitan sanar y conocerse otra vez.—

—Lo tendré en mente.—

—¡Bien!—

MK se terminó su té y lo dejó en el fregador para lavarlo después, entonces caminó hacia la puerta.

—Voy a salir un rato, trata de no destruir la casa.—

—No prometo nada.—

El chico rio y luego salió de allí, listo para ir con Wukong, tenía ganas de saber qué tal fue todo. Tal parece que su trabajo de ayudar a estos monos estaba sirviendo de algo.