El gato en la ventana [Shadowpeach/LMK]

Capítulo 3: Soledad.

A veces, las cosas no salen como uno lo piensa, y en este momento, MK estaba realmente desesperado. Se levantó tranquilo hasta que vio su teléfono y se dio cuenta que iba realmente tarde a trabajar, ¡Su alarma no había sonado! Rápidamente tuvo que levantarse y comenzar a arreglarse lo más pronto que podía, tirando las cosas y sin preocuparse por donde pisaba, de todas maneras se daría cuenta si pisaba a Macaque sin querer, o quizás no deba preocuparse porque el mono hizo del sofá su propia cama (Aun cuando le habían comprado una).

De todas maneras, era agradable ver que el gato se había tomado enserio lo de sentirse cómodo, aquel pensamiento solo alegró al chico.

—¡Ya sabes dónde está la comida, nos vemos luego!—Fue lo único que gritó el chico para irse corriendo hacia el trabajo.

Seguramente Pigsy estaría muy enfadado. 

Nada fuera de lo común, al menos.

Desde que consiguió los poderes de Monkey King, la verdad es que el trabajo de repartir comenzó a ser más fácil, al menos algunas veces cuando tenía que hacer entregas en lugares muy lejanos o de difícil acceso, después de todo, conducir a veces era más lento que caminar, si era sincero.

No es que lo canse demasiado, pero par aun joven como el, lo divertido era jugar y no trabajar, pero eran cuestiones de crecer, no importaba y debía de aceptarlo. Al menos cuando llegue a casa podrá disfrutar de acariciar el suave pelaje de Macaque, cosa que a veces conseguía lograr, chantajeando al mono con el pretexto de que "Este fue el trato, tu te quedas, yo tengo un gato, y eso incluye poder acariciarlo".

Si, era realmente agradable ver a un gato en casa, ¡Y totalmente diferente a la vibra que usualmente tiene Macaque! Esa del chico malo o villano, pero ya estaban mejorando eso, porque aunque le quede muy genial, MK prefería disfrutar de lo bueno con el mono de pelaje oscuro, porque el también merecía una vida feliz, quizás incluso arreglar las cosas con Monkey King. Con todo eso que pudo oír en el teatro de sombras... MK sabía que era algo realmente difícil.

¡Pero para eso estaba él! Para ayudar (A cambio de tener un gato al cual acariciar).

Quizás mantener la forma de un gato le va perfecto a alguien como Macaque, de hecho.

...

MK solo sonreía mientras subía las escaleras hasta su hogar, feliz y satisfecho con el simple hecho de imaginar que tan pronto como llegue, va a poder tocar aquel suave y relajante pelaje de gato, muy terapéutico, justo como lo dice Sandy.

Pero toda la emoción del chico se va cuando tan pronto como pone una mano en su puerta, esta solo se abre.

Su puerta estaba abierta.

¿Cómo?

El joven se puso alerta, entrando al apartamento con su bastón dorado en manos, mirando alrededor, viendo el desastre que era su hogar, aunque ahora no estaba seguro si fue su culpa o la de alguien que entró a su hogar.