Capítulo 7

126 12 0
                                    

Daniela

7 años después

Camino por los pasillos directo hacia mi destino sin siquiera pensar en detenerme. No puedo creer que esta sea la tercera vez en la semana que estoy aquí, creo que esto se está volviendo costumbre y me estoy cansando.

Una vez frente a mi destino, toco la puerta de la cual cuelga un cartel con la palabra "Dirección" e inmediatamente esta se abre dejándome ver a la persona que colma mi paciencia.

- Que bueno que llegó señora Lamber - dice la mujer de mediana edad haciéndome pasar a su oficina.

- No sé que puede tener de bueno - le dije sin más.

- Debido a la manera en la que piensa, creo que no le gustará saber el por qué está aquí otra vez

- La verdad es que ya me lo imagino, así que vallamos al grano ¿Qué fue esta vez? Oh mejor dicho ¿Quién fue esta vez?

- Su querida Ethel, dejó a su maestra en ridículo otra vez y les dijo a sus compañeros como se hacían los bebés sin omitir ningún detalle

Llevo dos de mis dedos hasta el puente de mi nariz para calmarme, ya que si no lo hago puedo llegar a cometer una locura aquí mismo. Volteo mi mirada hacia la responsable de todo esto y esta solamente me mira como si fuera una blanca oveja. Sin embargo, el que también esté su compinche aquí no me sorprende de nada. De seguro él la siguió en todo estos.

- ¡Bien! Ya que me dijo el por qué Ethel está aquí, ahora podría decirme que pinta Ethan en todo esto.

- Simple, su hijo aunque está en un salón diferente. No pudo evitar armar un revuelo en su salón, le dijo a su profesor que era un inepto dando clases de matemáticas y que por esa razón los estudiantes no sabían nada ¿Le parece eso suficiente motivo para que esté aquí?

- La verdad es que no, no me parece suficiente. Lo que me molesta de esta situación sinceramente, no es tener que venir cada vez que usted me llama. Más bien es el hecho de que en esta escuela no les de la gana de poner a mis hijos en un grado más avanzado. Ellos no deberían de estar en tercer grado, más bien deberían de estar en quinto y debido a eso es que ellos se comportan así.

- Ya le he dicho señora Lambert que sus hijos están en el grado que les corresponden debido a su edad. No vamos a pasarlos a ningún otro curso.

- Y yo ya les he dicho que son niños con un coeficiente intelectual de 146, por el amor de Dios. Se aburren con facilidad porque el contenido que les están dando ellos ya se lo saben.

- Pues entonces evite que tengan acceso a internet y verá como esto no pasa.

- Sabe una cosa directora, usted ya me tiene harta y cansada. Usted no es más que una vieja amargada, resentida y frustrada. La cual paga su fracaso en la vida haciendo que mis hijos la pasen mal en la escuela, sin embargo, le tengo noticias. Hoy mismo me llevaré a mis niños de esta maldita escuela y los llevaré a una en donde si valoren su inteligencia. No como aquí.

- Usted es una grosera y una falta de respeto, sabe perfectamente que no puede sacar a sus hijos de la escuela. Nosotros podemos denunciarla por eso.

- ¿Ah sí? Pues hágalo, la reto a hacerlo y entonces verá quién soy yo.

...

Llego a la casa y abro la puerta para dejar que mis hijos pasen, esos que me sacan canas verdes y sin embargo, son mi razón de ser.

Hace ya siete años que tuve la dicha de convertirme en madre y aunque no me enteré de la mejor manera. Aquella vez acompañada de mi mejor amiga y mi hermana en el baño de mi antiguo departamento, acepté mi realidad.

El padre de mis Hijos Where stories live. Discover now