¿Jugadora? [Emiliano Martinez y tú]

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-¡Dos goles a cero!¡Argentina contra Paraguay! -El hombre por el micrófono anunció y los del selección Argentina no dejaeon de victorear.

-¡Sos un grande, Papuu! -Felicitó ella por el primer gol que había Sido anotado por él.

-¡Vos, boludo! -La abrazó fuertemente y sonrió.

Al verlo irse se quedó estática, nunca había esperado un abrazo de su parte, pero le había gustado que ya tuvieran más confianza entre ellos.

-¡Vamos, carajo! -Emi la cargó por detrás y apoyó su cabeza sobre la de ella.

-¡Estuviste espectacular, Emi! -Él le revolvió su cabello con alegría, mientras ella se trataba de safar de su agarre.

-Ni creas que te voy a soltar, eh -_____ rodó los ojos divertida.

-Sos un tarado.

-Pero soy tú tarado -Sus mejillas se tiñeron de rojo al verlo sonreír, ¿En qué momento habían llegado a esto?

Estaba contenta de estar a su lado, si era sincera, pero había algo que todavía le inquietaba. Quizás era el cambio en la relación que antes tenían, o algo así.

Mordió su labio inferior cuando fue dejada suavemente en una banca, aún seguía sumida en sus pensamientos que no notó que él ya se había comenzado a cambiar junto a los demás.

-¡Mierda! -Cubrió su rostro que estaba de rojo carmesí- Yo... P-Perdón...-Susurró aún con los ojos tapados, tratando de irse.

Emi la vió irse y se le escaparon las carcajadas, así que fue hasta ella y la ayudó a caminar.

-Sos muy vergonzosa -Bromeó y ella asintió- Espera.

-¿Qué? -Preguntó al ver que habían frenado.

-¿Te tapas los ojos porque me veo mal? -Susurró con una pizca de diversión en su voz, que claramente no fue captado por la contraria.

-¿Qué? No, no -Se destapó los ojos pero los cerró rápidamente al verlo sin su remera-¡Perdón! Es que... Vos sabés cómo soy.

-Solo estaba jugando -Besó su cabeza y la empujó suavemente al otro cuarto.

-Jesucristo...-Una sonrisa boba se asomó de sus labios, le encantaba la vista del cuerpo de su enamorado, pero era una persona que se avergonzaba de taantas cosas.

[...]

-¿Estás bien? -Preguntó Julián al verla darle vueltas a toda la cocina con su teléfono en mano.

-¡No! Osea, sí, pero no -Se sentó en el suelo e hizo lo mismo con él- Memo me habló, quiere que vayamos a comer algo juntos porque mañana vuelve a México -Explicó.

-¿Y por qué no vas?

-Tengo miedo de que Emi se sienta mal o de que piense que no lo quiero, o que...-Julián rápidamente la calló.

-Él tiene que entender que podés estar con otros hombre, aunque el Dibu siempre va a ser tú macho -Levantó el pecho y ella rió.

-¿Decís que le diga?

-Exactamente -Ella lo abrazó fuertemente y sonrió- Ay, ya sé que soy hermoso.

-Tarado -Besó su mejilla y subió hasta el cuarto de Emiliano-¡Emi! ¿Te puedo decir algo?

Lo buscó con la mirada hasta que lo encontró jugando al metegol con los demás muchachos.

-¿No invitan? -Preguntó se manera retadora.