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-¿Y cómo estuvo? -Preguntó Lautaro.

-¿Qué cosa? -Ella habló con voz ronca.

-No te hagas la boluda, todos sabemos que ustedes no se quedaron a ver una película -Cuti rió desde su asiento.

-Vos elegís creerme o no -Se encogió de hombros y sirvió café en su taza.

-¿Entonces...?

-¡Entonces nada, metidos! -Gritó y caminó hasta el patio, pero al oír la televisión se detuvo.

Fijó su vista en lo que veían De Paul y Marcos, ambos viendo las noticias hasta que apareció el director técnico de Países Bajos.

-Ella no tiene comparación con los demás jugadores -Habló un traductor por Louis Van Gaal, actual director técnico- Una mujer nunca va a ser capaz de ganar un Mundial. Sinceramente, Scaloni cometió un grave error al dejarla en su selección, una burla total hacia su propio país -El ya nombrado soltó una carcajada.

Su ceño se relajó y los dos se quejaron, caminó algo más pausada hasta afuera y los demás también estaban bastante preocupados.

Los malos comentarios siempre molestaban, pero ahora no dejaban de llegar y afectarlos. Así que Leo se le ocurrió una buena idea, convocando a todos fuera.

Se sentó en la ronda, todos sobre el césped, viéndolo atentamente. Él se aclaró la garganta y cruzó sus piernas estilo indio.

-A ver, muchachos -Los llamó- Sé que todos estamos mal por distintos motivos, no hace falta mencionarlos. Pero hay que calmarse, tenemos que tener la cabeza tranquila para este tipo de situaciones; la gente siempre critica hasta lo imposible, pero nosotros somos más fuertes y no podemos dejarnos decaer por ellos -Todos sonrieron- Así que quiero verlos con una sonrisa, hay que demostrar que somos mejores de lo que creen -Sonrió de lado y juntaron sus manos.

-¿Estás bien, mí amor? -Su esposo enrolló sus brazos en ella.

-Sí, sí -Rió suavemente- Solamente un poco molesta con el viejo ese de Van Gaal.

-¿Dijo algo sobre vos? -Su postura se acomodó.

Ella asintió-Pero como dijo Leo, hay que demostrar que somos mejores de lo que piensan.

-Qué me importa, lo voy a cagar a piñas a ese pelotudo de mierda -Se quejó y pasó todo el día insultándolo.

[...]

-Como amo las milanesas, las amo -Habló con la boca llena la (C/P).

-No se habla con la boca llena, maleducada -Bromeó Julián y revolvió su cabello.

-¡Callate! -Rió y cubrió su boca.

Todos en la mesa reían y almorzaban, generando un ambiente cálido para cada uno. Hasta que la contraria sintió un nudo en su garganta al recordar los sentimientos de hace algunas horas atrás.

-Voy al baño -Avisó y todos asintieron.

Caminó a paso rápido y cerró la puerta, su vista se nubló y cubrió su rostro con sus brazos. Sollozando en silencio.

Sentía un dolor profundo en su estómago, sentía que iba a devolver toda la comida. Luego de todo el llanto secó su cara y sacó la foto de su madre que adornaba su teléfono.

Solía ​​mirarla muy seguido, sonriendo para sí mismo sobre cómo solían ser las cosas antes. Su dedo acarició la imagen brillante mientras la miraba sonreír, se veía tan feliz.

Cerró los ojos por un momento, tratando de recrear la sensación de que ella estuviera a su lado una vez más. Podía escuchar su suave risa, sentir sus latidos mientras la abrazaba, oler su perfume... Pero todo eso se había ido.

¿Jugadora? [Emiliano Martinez y tú]Where stories live. Discover now