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-¿Ya te sentís mejor? -Preguntó su novio suavemente al verla recién levantada.

-Cada vez que despierto y veo que tengo al mejor novio del mundo me pongo mejor -Susurró con voz ronca y él sonrió felíz, parecía un niño pequeño.

-Ya la próxima semana vuelven los peques, qué rápido pasa el tiempo -Comentó mientras se apoyaba en la mesada.

-Ajá -Puso el agua a hervir y preparó su bebida favorita.

-Te va a hacer mal, literalmente es lo único que tomás la mitad del día.

-Mentira, también tomo agua -Acarició al felino que ronroneó en sus piernas- Hola, mí amor.

-Ya me saludaste, eh -Ella rió y besó sus labios.

-Sos un tarado, pero aún así te amo -Entrecerró los ojos y reposó en su pecho.

-Sabés, me puse a pensar.

-Explota alguna bomba en Irán, no puede ser -Fingió estar sorprendida y él rodó los ojos.

-No, boba -Rió bajito y continuó- Que fuí el peor novio, nunca te compré flores y traje chocolates a tú puerta.

-Eso no me importa, el amor no es material -Tomó asiento en la mesada y sonrió suavemente- A mí no me importa si no me comprás cosas, sinceramente. La que debería regalos soy yo -Bajó la mirada apenada y él tomó su rostro entre sus manos.

-Vos me diste la felicidad y paz que necesitaba, ¿Qué más puedo pedir?

-Ay, Emi...-Susurró y se besaron.

-Solamente te digo la verdad, hasta siento a los chicos más felices cuando están con vos -Admitió.

-Como digas -Sonrió levemente, cayéndose lentamente de costado.

-¿A qué hora te acostaste? -Preguntó pero ella ya estaba más dormida que despierta.

La cargó estilo nupcial y ella enterró su cabeza en su pecho, era bastante cómodo y bonito oír sus latidos calmados. Hasta que cuando la dejó sintió que su cama tenía OTRO nivel de comodidad, o quizás solamente necesitaba dormir.

Tiró de él para que se acostara junto a ella y así durmieron abrazados mínimo una o dos horas, no llevo la cuenta de cuánto tiempo pasó.

[...]

-Me gustaría anotarme en los Leeds* -Él asintió.

-¿Sabés lo que tenés que hacer para poder estar? -Ella afirmó y sonrió de lado.

-Seguramente ya esté dentro a la semana -Bromeó y él rió, eso quería, le encantaban oírlo reír cada vez que tenía la oportunidad.

-Apuesto a que sí -Besó su cabeza mientras se levantaba de su asiento.

-¿Viste que van a hacer la "Copa de Campeones"? -Él gritó un sí desde donde estaba- Ay, holaa -Acarició al felino que caminó por toda la mesa hasta su dueña-¡Amor!¿Se puede pasear a los gatos? -Su novio estalló en carcajadas.

-Osea, sí se puede, pero casi nadie lo hace -Cuando volvió seguía riéndose.

-Ahh... Igual lo quiero pasear -Acarició su cabeza suavemente y sonrió.

El silencio en aquella casa era algo triste, ambos extrañaban a los dos pequeños revoltosos gritando y corriendo. Aunque sería más Santiago el que haría esas cosas.

La próxima semana ellos estarían de vuelta, aunque no podían evitar extrañarlos. Ella antes de ir a completar algunos formularios besó su mejilla, él era el que más los extrañaba.

¿Jugadora? [Emiliano Martinez y tú]Where stories live. Discover now