El cambio 2

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Cuando Kokichi hablaba de "recontradespidos" todos pensaban que solo era una de sus mil formas de seguir jodiendo a sus empleados, ahora Shuichi, Kaito y Gonta descubrieron que en efecto, si existen los recontradespidos y tienen forma de un documento que les prohíbe acercarse al hospital, pero ahora, después de tanto tiempo Kokichi había salido de baja, tenía prohibido aún hacer espectáculos, por lo que seguía la idea de que Miu hiciera el Show lo cual tenía nervioso a todo el circo, en especial a la rubia.

Miu: ¡Por supuesto que yo soy la elegida, soy asombrosa! ¡Pero no, no debería serlo! ¡Pero sí! ¡Pero no! PERO SI, PERO NO

Tsumugi: ¡DEJA DE MOVERTE!

Por más que intentará no podía centrarse, incluso cuando tenía que estar quieta ya que Tsumugi le estaba confeccionando el traje para su gran show, simplemente no podía dejar de pensar en su compañera.

Por un lado estaba la desesperación de que realmente no sabía cómo actuar, mucho menos frente a todo un público, por mucho que tratara de mentirse y darse ánimos, su lugar estaba en un laboratorio creando cosas peligrosas sin supervisión o poco éticas, por otro lado la angustia de la culpa, sentía como todos sus valores como inventora se desbordaban, incluso si Himiko le pidió que lo hiciera, se sentía sucia, mentirosa y tramposa, a veces incluso se preguntaba quién deseaba ver a la pequeña en el escenario con más ganas, la propia Himiko o ella.

No podía creer lo que llegaba a la mente, pero necesitaba consejo ¿Y quién mejor que el verdadero presentador del circo?

En cuanto la dejaron irse camino entre los vestidores buscando el camerino de su jefe, lo encontró rápido ya que todos sabían dónde estaba y tocó la puerta, pero nadie contestó, volvió a tocar y de nuevo solo había silencio, suspiro decepcionada y trato de irse, pero justo lo vió con Souda a lado, sus nuevos guardaespaldas atrás y su compañero llendo en dirección al camerino.

Souda: ya revisamos la luces y los cañones, todo en orden

Kokichi: Todo en orden no es lo que necesitó ¡Necesito más!

Souda: ¡Pero no hay más!

Kokichi: ¡CONSIGUE MÁS O TE DESPIDO!

Souda: ¡Cómo sigue dando tanto miedo en esa silla de ruedas, es todavía más enano que antes!

Kokichi: ¡COMO DIJISTE!

Souda: ¡NADA!

Souda salió corriendo en busca de ese algo "más" que quería su jefe, aunque Kokichi solo lo decía porque ya queria deshacerse de él, desde que salió del hospital ha estado más irritable de lo normal, algo que se esperaba, esa silla de rueda lo limitaba demasiado y en sus propias palabras "lo hacía sentir inútil" solo podía dar órdenes y quedarse en un lugar esperando a que traigan la rampa para pasar un escalón, además sus nuevos trabajadores les resultaban pesados a todos por igual.

Maki y Korekiyo solo se quedaban quietos y silenciosos mirando todas sus acciones, amenazando a cualquiera que se acercará y lanzando miradas asesinas al rededor, Ryoma por otro lado era más amable, pero a penas y mantenía una conversación, se notaba que solo estaba ahí por obligación y casi nada lo hacía reaccionar.

Kokichi extrañaba a sus guardaespaldas ineficientes y torpes, pero divertidos y de buen corazón, sobre todo a su acompañante, extrañaba su torpeza tierna que ocultaba una inteligencia increíble, su timidez absurda e inocencia que lo hacía blanco fácil de sus bromas, lo que más le llegaba a la mente cuando quería escapar de la realidad eran sus ojos, esos lindos ojos dorados tristes que parecían guardar una esperanza pura y una honestidad que jamás podía ver en nadie más.

Miu: ¡S-Señor Ouma!

Pero justo cuando lograba quitar a alguien del camino, otra persona entraba a molestarlo.

Kokichi: ¡Hey! ¡Miu! ¿Lista para el gran show? Ya es en un mes

Miu: pfff, obviamente

Maki abrió la puerta y Kokichi entro planeando dejar a todos afuera como acostumbraba, pero Miu lo detuvo.

Miu: ¡Ah, de hecho...! Quería hablar con usted...

Extrañado por su repentino cambio de humor la dejo pasar y todos los demás afuera, Miu se sentó en el sofá morado y Kokichi se puso frente al tocador para comenzar a arreglarse.

Kokichi: sé rápida ¿Qué quieres?

Miu: bueno, no es como que tenga dudas en serios, sobre esto del show y todo eso, pero... Bueno, quiero decir, soy bastante asombrosa, puedo hacerlo, pero... ¿Que sintió usted cuando hizo su primer show?

......

Shuichi estaba ansioso, ni siquiera estaba seguro de si estaba bien, después de tanto tiempo podría volver a ver a Kokichi, él le había dicho en un último mensaje que se vieran al otro lado del parque donde estaba el circo, justo en una banca rosada cubierta del sol por un árbol torcido, así que ahí esperó y esperó.

Después de un rato pudo verlo, se acercaba increíblemente sin sus guardaespaldas y moviendo la rueda de es silla, la mirada de Shuichi se rompió, verlo ahí, verlo así.

Kokichi: ¡No, no, no, ni se te ocurra tenerme lastima!

Shuichi reaccionó y sacudió la cabeza para acatar la orden.

Shuichi: S-Señor Ouma, yo...

Kokichi: Solo Kokichi

Shuichi: ¿Eh?

Kokichi: Dime Kokichi, Shuichi

Shuichi: A-Ah, sí, es que todavía no me acostumbro...

Lo que sentí en ese primer show, fue un sentimiento que pensé que jamás se repetiría.

Era como una combinación de miedo y emoción, confusión pero a la vez seguridad, sentía que no quería que pasara, pero en realidad lo deseaba con toda el alma.

Ese sentimiento se fue hace mucho, no volví a verlo así, todo se volvió monótono, aburrido y triste...

Pero lo que sentí en ese primer espectáculo regresó, regreso en unos melancólicos pero esperanzadores ojos dorados.

No quiero que se vaya de nuevo, no otra vez.

el circo - saiomaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora