Mis noches pasan sin dormir.
Me siento tan débil y cansado.
Me siento tan deprimido y derrotado.
Y siento que mi cuerpo no resistirá un nuevo amanecer.
Lo siento pero no puedo ni quiero salvarme,
ya es tarde y la respiración me pesa.
He decidido acabar con todo y se que esta será mi última noche,
los latidos de mi inútil corazón se desaceleran.
Mi cuerpo pide dejar de respirar porque está agotado.
La única solución para terminar con esta angustia es que mi ser descanse en paz.
Ya puedo sentir el sutíl llamado de la muerte y es un verdadero alivio,
ya que cuando gritaba era porque realmente te necesitaba.
Pero nadie tiene la culpa porque este adiós lo llevaba grabado en el alma y ya no se puede posponer más.
Quizá es solo un sueño y un delirio de mi mente,
que se burla de mí locura y desesperanza.
Prefiero partir en silencio, alejándome
definitivamente de vos
para no acabar odiándote.
Por eso se que la única salida es terminar con todo esto.
Que nadie esté triste, sepan que estoy feliz de irme...
