Desfloramiento

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Pobres de nosotros los poetas
que vivimos torturados por la histeria,
que suspiramos en una ingenuidad romántica.

Constantemente son quebradas nuestras alas,
en diminutos fragmentos desparramados en la tierra.

Nuestros versos son vanos y groseros
a pesar de su inocencia sarcástica y bendita.

Desde el cráneo privilegiado del poeta
surge la ternura que luego es pisoteada
y zozobra ante el espeluznante borde de sus excentricidades engreidas de fatalidad.

Pobres de nosotros los poetas
que con peregrinos versos manchamos las paredes,
que con singulares palabras intentamos significar algo pero no significamos nada.

Constantemente nos suicidamos por amor al arte,
en una verdad transparente y natural que nos libera.

Nuestros versos ofenden pero no nos deja impunes
a pesar de la injusticia establecida y del grito desgarrador.

Desde el cráneo privilegiado del poeta
surge el arte rígido, rutinario, angustioso y cerebral
donde ya todo nos agobia y nos aburre.

Irremediablemente las cosas no dicen nada
y llegamos al hartazgo de buscar alguna sensación que despierte nuestra apatía visceral.

Pobres de nosotros los poetas
que nos tocó vivir en este siglo hostil y brutal.
Donde la virtud es considerada ridícula y venal.
Donde el libertinaje es exaltado de inefable perversidad.

Nuestros versos huérfanos de la fe corren al azar,
porque ya son un sedimento de ruindad.

Los invasores indomables llegan caudalosos,
fastidiosos, desleales y dolosos.

Y con descoronada y avariciosa locura
toman al poeta y sus versos de bruces.
Y sobre sus desnudas y pobres nalgas
arrebatan su inocencia inmerecida
con un silencioso golpe, que empalidece...




Emputamiento (El límite de tus preguntas...) Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz