Lía Rivas, una joven estudiante universitaria en busca de su pasión, se embarca en una emocionante travesía hacia la realización de sus sueños. En la búsqueda de su vocación, Lía se adentra en el apasionante mundo del periodismo, dispuesta a dejar s...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
El entrenamiento de hoy era el último en la ciudad deportiva antes de irnos a Arabía para jugar la semifinal de la Supercopa de España contra el Real Madrid. Estaríamos un día y medio sin entrenamiento, ya que mañana volamos hacia allí a las seis de la tarde y hasta las seis de la mañana no llegaríamos. Nos esperaban unas nueve horas de vuelo que no quería ni pensar en ellas. Por lo tanto, ese día también lo teníamos libre para descansar.
Hoy no tuve que parar a recoger a Gavi porque su padre tenía que ir a hacer algunas gestiones y le traía al campo. Además Fer y mis padres me habían traído para luego, llevar a estos últimos al aeropuerto. Al llegar al aparcamiento, me despido de ellos y voy al vestuario. Al entrar ya están allí Gavi, Ferrán, Ansu, Eric, De Jong y Jordi.
Dejo la mochila de entrenamiento en mi lugar y me siento. Ya había venido con la ropa puesta desde casa y no tenía que cambiarme hoy aquí. Gavi se acerca a saludarme y se sienta a mi lado.
—¿Qué tal ayer? —pregunta con una sonrisa. —¿Ayer? Bien, ya viste. Jugamos un rato al FIFA. La cabrona me dijo que no sabía jugar y me metió un golazo. —Tío —me mira detenidamente. —Siempre siempre siempre —recalca la palabra durante tres veces. — duermes la siesta y ayer no dormiste. —No siempre la duermo, ayer no me apetecía —comento restándole importancia. —Yaaaaaa —alarga la última vocal. —Qué casualidad. ¿Por qué no le dices algo y te lanzas? —¿Qué? —Pedri, tío. No intentaste ni decirle lo de la comida, que a mi me da igual que me uses si me invitas a comer comida de tu hermano, pero te deberías de lanzar más si crees que te mola. Simplemente míralo como una salida de amigos. Tampoco hace falta que te comas tanto la cabeza.
Nos quedamos en silencio durante un rato mientras se escuchaban las voces de los demás. —Después del FIFA vimos una película y nos quedamos dormidos en el sofá —comento centrando la vista en mis pies. —Cuando me despertó, estaba acurrucada en mi pecho y la tenía sujeta por la cintura —recalco. —Dios, Pedri —ríe Gavi. —Admite que te gusta. —Hombre, gustar no lo sé, pero me parece guapa. —Es guapa. —corrobora tan tranquilo. —¿Quién es guapa, chiquillo? —pregunta Geri acercándose a nosotros para dejar sus cosas. —Lía —responde Gavi sin apenas pensarlo.
No quiero que parte del equipo lo supiera porque siempre se suelen ponerse muy pesados con las bromas y no tenía nada claro. Y tampoco quería que la chica se enterara.
—¿Te gusta? —vuelve a decir Geri con una sonrisa despeinandole y ganándose la atención de Ferrán y Jordi. —No, hombre. Estábamos hablando de que nos parece guapa —me involucra acarreando que ahora dirigieran su mirada a mi también. —Ya, ya. —Yo creo que le gusta más a Pedri —comenta Ferrán sorprendiéndome y le lanzó una mirada asesina. —No, no. —Uy... —comenta Jordi alejándose con una sonrisa. Sabía que iba a intentar averiguar más.
Por suerte tuvimos que salir al entrenamiento. Xavi nos divide en grupos para empezar a hacer ejercicios. Y en el último cambio me pone con Ansu, Eric y Gavi. Estamos practicando pases hasta que le tiro sin querer uno más fuerte a Gavi y no lo consigue parar. Mientras va a por el balón, veo pasar a Lía intentando esquivarnos y no meterse en ninguna práctica. Pero Gavi vuelve y ya no puedo seguir mirando hacia donde, así que volví al juego.
Estaba concentrado haciendo los pases se la tiro a Eric, Eric a Gavi, Gavi a Ansu y Ansu en vez de dármela a mí, la lanza hacia el lado contrario. Sigo el balón y choco con la mirada de Lía quien había parado la pelota. Únicamente dirige su mirada hacia mi y lanzándome la pelota añade: —Te necesito luego en la azotea para grabar el vídeo del partido con Ferran. Me dijo que os esperara así que me voy con tu hermano. —Vale, guapa —respondo instintivamente guiñándole un ojo. Noto una mueca extraña en su cara que trata de disimular girándose y dirigiéndose a las gradas. —Flipas la cara de bobo que tienes —comenta Gavi volviendo a pasarme el balón de manera más fuerte.
Xavi no tarda mucho en pitar el final del entrenamiento. Y tras saludar algunos fans y hablar con mi familia, me voy al vestuario con el resto de los chicos. Me ducho, coloco los pantalones y cuando estaba buscando la camiseta y chaqueta para ponerme, se acerca Ferrán.
—Flipas la cara de bobo que se te quedó —comenta sentándose con una sonrisa divertida y repitiéndo las mismas palabras que Gavi había utilizado en el campo. —¿Qué hablas? —Anda, no te hagas el tonto—ríe. —Cuando Lía se acercó a vosotros. —Ah. —¿Quieres que os deje ir solos hasta la azotea? —¿Qué? No —respondo poniéndome la camiseta y cogiendo la chaqueta. —Vente tú también. —Bueno, vale. —Ayer estuvo en mi casa —comento abrochando la cremallera y guardando la ropa en la mochila. —Estuvimos jugando al FIFA, viendo una película y nos dormimos en el sofá. Abrazados —comento esto último en un tono más bajo. —Pero, ¿te gusta? —pregunta levantándose del sitio. —No lo sé, me parece guapa. —¿Y por qué no le pides salir algún día vosotros solos? —No me atrevo a preguntarle. —No pierdes nada —se encoge de hombros mirándome. —Una salida de amigos —dice con una sonrisa mientras me da un golpecito en la espalda. —Seguro que te aclarabas.
Me deja pensándolo. Sabía que tenía razón, pero me ponía nervioso el hecho de preguntarselo. Decido ignorar esos pensamientos, al menos por ahora, termino de guardar todo y salgo afuera para buscar a mi familia y encontrarme con Lía y Ferrán.
