HERENCIA GRIEGA - BIBLE Y BUILD (Adaptación)

Capítulo Nueve

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- ¿Cómo te sientes?

Bible acomodó a Build en un asiento de su jet privado con tanto cuidado como el que hubiera empleado con un inválido.

- Estoy perfectamente bien - contestó Build.

Sus blancos dientes rechinaron al pronunciar tal afirmación. Estaba seguro de que, si le preguntaba una vez más qué tal se encontraba, se pondría a gritar. Tantas y tan exageradas atenciones le parecían del todo innecesarias.

Ahora no sufría la menor molestia física. Irónicamente, se sentía con la salud de un caballo.

Cuando despegaron, Build se puso a leer el National Geographic e intentó parecer que no se daba cuenta de la mirada de Bible.

- No me hablas... - murmuró Bible.

- Por supuesto que te estoy hablando. ¡No soy un niño, por Dios!

- No te conozco cuando te pones así. Es como si estuvieras rodeado de alambre de espino.

- Vamos de camino a un funeral. Perdona si no me pongo a parlotear
- Build se tapó la cara con la cubierta de la revista.

Bible dejó su asiento y se sentó en el que estaba al lado de Build.

- Podemos superar todo esto... pero tenemos que hablar.

Build tiró la revista al suelo hecho un manojo de nervios. Sentía que sus emociones descansaban en el filo de una navaja. Su corazón estaba lleno de impulsos contradictorios.

Quería que Bible estuviera cerca de él y, al mismo tiempo, no podía resistir la tentación de empujarlo y apartarlo de si. Con la mano, se alargó el bajo elegante de la ropa que llevaba puesta.

- Déjame tranquilo ahora, por favor.

- Yo también he perdido un hijo... - dijo Bible - No me apartes de tu lado, sýzygós mou.

Al levantarse para ir al compartimiento donde se encontraba la cama, Bible le agarró la mano.

- ¿Qué? - saltó Build.

- Podemos compartir algo más que una cama - le dijo Bible con un candor desconcertante.

Furioso, se libró de su mano y huyó de él. Desde que perdió el niño, Bible se había pasado las noches enteras abrazándolo sin ni siquiera tocarlo. ¿Sabía él lo mucho que echaba de menos el sexo? Y ahí estaba Build, sin apenas dirigirle la palabra y, aun así, sin poder apaciguar el deseo que sentía por él.

Sus manos se cerraron en puños. Bible tenía razón. Había una barrera entre ellos, pero esa barrera era mucho más simple de lo que él creía.

Por supuesto, ya no culpaba a Bible porque este no hubiera querido tener un hijo. No era tan estúpido como para seguir culpándolo por eso.

No, después del aborto, Build se había dado cuenta de que, si estaba sufriendo, era sólo por culpa de él mismo. El amor no correspondido provocaba ese tipo de desilusiones.

Lo peor de todo era que Build estaba obsesivamente enamorado de Bible.

Siempre lo había estado. Pero cuando eran tan sólo amigos, por lo menos había entre los dos la suficiente distancia como para que Build pudiese conservar su orgullo, su sentido común y su independencia.

En resumen, se las había arreglado muy bien sin Bible. Después de que el sacerdote bendijera por segunda vez su matrimonio, sin embargo, las cosas habían cambiado y, con ellas, también sus aspiraciones.

Aun así, no podía culpar a Bible por no amarlo. Bible nunca le había prometido amor eterno. Se comportaba como un romántico porque había nacido para ello.