Ma Michelle; Paul McCartney

one ;

11:26 p.m.

Soy Avery, una francesa chica que aún no le encuentra sentido a su vida.

En este momento me encontraba en la Universidad, con mis ojos a punto de cerrarse para descansar. Pero sentí una mano acariciando mi cabello.

Rápidamente me volteé para mirar quien era.

Era John Lennon, uno de los chicos más pesados de la escuela.

— Lindo cabello, ¿me das un poco?— Murmuró.—

— Cierra la boca, Lennon.— Dije soltándome de su agarre.—

John Lennon junto con sus amigos se acercaban a mi y me decían cualquier cosa para molestarme, y desafortunadamente lo lograban.

Minutos después de lo ocurrido finalizó la clase y en general se acabó el día de clases.

Me dirigí hacia mi casillero y dejé todo.

Me encontraba hambrienta, desde anoche no comía entonces salí de la escuela y fui directo a una cafetería.

Estaba caminando pero sentí que alguien me seguía.

— ¡Hey, Bonita!— Gritó la voz que más odiaba en el mundo.—

Era Charlie, uno de los amigos de John.

Me di la vuelta y miré que ellos ya me habían alcanzado.

— ¿Qué quieren ahora?— Pronuncie.—

— Esa no es la manera de responder.— Dijo John acercándose más a mi por lo cual yo retrocedía.— Te invito un café, ¿qué dices, bonita?— Volvió a decir pero ahora pasó su brazo por mis hombros.—

— Aléjate de mi, Lennon.

— Pero solo estoy siendo amable.— Dijo riéndose, yo solo estaba demasiado incómoda.—

— ¡Aléjense de ella!

Gritó una voz que reconocería en todas partes.

Se encontraba ahí Roger, mi novio.

— Miren nada más quien llegó, Roger Taylor. El baterista fracasado.— Dijo John, lo único que pensé fue: "esto no va a acabar bien".—

— Cierra la boca, idiota.— Respondió a la defensiva.— Suelta a mi novia.— Continuó Roger.—

— Roger, vámonos.— Dije soltándome del agarre de John y tomando el brazo de Roger.—

— Esto no se va a acabar así...

Roger y yo nos fuimos de ahí, fue un momento tenso y incómodo. No lo disfrute para nada, bueno, sólo un poco.

— A veces pienso que le gustas a Lennon.— Dijo el rubio.— No lo culpo. Pero me molesta.— Dijo de nuevo.—

— Sinceramente no creo que le guste, pero también me molesta.— Dije aún agarrada del brazo de Roger.—

El no dijo nada y me abrió la puerta de su auto para después dejarme pasar y para que el suba al auto y comenzara a manejar.

Como era de costumbre Roger colocó su mano en mi muslo, ya estaba acostumbrada a eso y a los comportamientos extraños de Roger.

— ¿Quieres ir a mi casa?— Me lo esperaba.—

— Iría pero estoy en semana de exámenes y tengo que estudiar.— Dije.—

— Oh, claro. Eso no será problema. Tienes suerte en tener un novio experto con la anatomía humana.— Dijo con su voz coqueta.—