nine ;

83 3 0
                                    

18/06/1960

5:24 A.M. ¿Qué rayos hago despierta a esta maldita hora?

Pues preparaba muchas cosas, debido a que el próximo amor de mi vida cumplía años, o sea, Paul.

En la noche George y Ringo se fueron sin dejar rastro de ellos, mientras que John se había quedado, agradezco eso.

Mientras John me ayudaba empacando mi obsequio yo ordenaba cada parte de mi casa.

Paul se encontraba en el piso de arriba durmiendo como un bebé, suertudo.

— Pequeña, ve a descansar.— John notó que mis ojos definitivamente querían cerrarse.—

— No, John. Tengo que mantenerme despierta las próximas yo que se horas.— Respondí harta de literalmente todo lo que estaba a mi maldito al rededor.—

— Bien. Te advertí.— Se sentó por un lado mío para después ponerle un listón color azul a mi regalo.— Después no quiero escucharte diciendo: "Ay, John, debí hacerte caso"— Intentó imitar mi voz causándome risa.—

— Cierra la boca, Lennon.— Rodee los ojos divertida.—

Después de varios minutos en silencio John lo rompió.

— Terminé. ¿Puedo ayudar en algo más?— Colocó el obsequio por un lado de el.—

— Gracias. Si quieres descansa. Es temprano, y supongo que aún hay tiempo.— Dije mientras inflaba uno que otro globo.—

— ¿Segura? Aún veo qué hay trabajo.— Observó los cientos de globos que estaban por todo el sillón.—

— Sí. Tenemos un par de horas.— John sonrió y se recostó en el sillón.—

— Buenas noches días.— Dijo antes de cerrar sus ojos.—

— Buenas noches días.— Reí un poco.—

Finalmente John se durmió, agradecía que no roncaba.

Luchaba por no dormirme, tenía que enfocarme.

¡Ya se! Pensaré en cosas que me gustan para mantenerme despierta, se que no tiene sentido, pero lo intentaré.

Pensé en muchas cosas que me gustaban. Entre unas de esas, Paul.

Paul es un extraordinario chico, zurdo, raro, inteligente y encantador. Se ganó mi corazón en muy poco tiempo haciendo que me enamorara completamente de él. Aún no sabía si lo que sentía por ese magnífico hombre era mutuo, pero espero saber la respuesta lo más pronto posible.

Sin notarlo mis ojos se iban cerrando poco a poco y sin pensarlo, me quedé dormida profundamente.

[ . . . ]

— ¡Llegamos!— Entró Ringo junto con George con algunas bolsas llenas de decoraciones.—

Esto provocó que John y yo despertáramos.

— Cállense.— Les lance un cojín para intentar regresar a mi estado normal.—

— No, no, no. Si me hicieron venir a esta hora van a tener que cooperar.— George se cruzó de brazos.—

— Sí, sí. Como sea.— Dijo John sin despegar sus ojos.—

George tomó el cojín que anteriormente les había lanzado para después arrojárselo haciendo que se estrellara en su rostro y despertándolo.

— ¡Idiota! ¡Eso dolió!— Tocó su nariz; pues ahí fue donde lo golpeó el cojín.—

Reí por lo sucedido, y lamentablemente el karma se hizo presente en esa conversación.

Ma Michelle; Paul McCartneyWhere stories live. Discover now