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Ahora mismo estaba una Avery en la biblioteca, leyendo, aburrida, estudiando, y más cosas.

Hoy será mi primer examen, estoy nerviosa, si no saco un 90 en adelante mi madre me matará.

No me podía concentrar pensando en el día de ayer, fue magnífico..

Un chico se sentó a un lado mío. No lo había visto, tengo que concentrarme.

— Vamos, Avery. Deja de torturarte. Tómate un descanso.— Dijo el chico de al lado susurrando.—

— John, no puedo. Necesito tener una magnífica nota, o si no mi madre me matará.— Susurre sin mirarlo.—

— Tú me obligaste, pequeña Avery.— Me quitó el libro.—

— John, no estoy jugando. Lo necesito.— Aún susurrando.—

— Bonita, me duele verte así. Estresada, con tu pierna temblando y cansada.— Alzó el libro.— Si vienes conmigo, te lo regresaré. Además, es muy temprano.— Guardó el libro en su mochila.— Sígueme.— Comenzó a caminar y obvio lo seguí.—

Caminamos en el patio, casi nunca venía aquí, pero es muy hermoso.

— ¿Ya desayunaste?— Preguntó.—

— Aún no, no espero hacerlo. Tengo mis responsabilidades.— Refiriéndome a estudiar le dije.—

— Vaya, perdóname, mamá.— Se burló.— Vayamos por una dona.— Dijo.— Esta vez si traje dinero.— Reímos.—

— Me alegra, Lennon.— Conteste.—

Sin duda tomarme un descanso no estaba resultando tan mal.

— Yo invito, señorita.— Pagó John.—

— No hacía falta.— Dije sentándome.—

— Claro que lo hacía.— Rió.— Paul ayer me contó de su charla en francés.— Dijo más tenso.—

— ¿Ah, sí?— Asintió.— Bueno, la charla fue admirable, bonita, entre muchas cosas.— Sin darme cuenta ya estaba sonriendo cómo una loca.—

— Se nota que la disfrutaron.— Su cara decía lo contrario, pero decidí no decir nada al respecto.—

— Algo así.— Tome un poco de mi café.—

Charlamos por mucho tiempo.

— John.— Lo miré.—

— Dime, bonita.—

— ¿Qué hora es?— Pregunté ansiosamente.—

— Ay no.. ¡es tarde!— Gritó.—

— ¡¿Qué?!— Me alerté.—

— ¡Vamos!— Corrimos por toda la universidad, llegué a tiempo afortunadamente.—

— Llegamos..— Agitadamente dijo.— Suerte, bonita.— Dijo y me besó la mejilla para después salir corriendo hacia su salón.—

— ¡Igualmente, Lennon!— Dije. El sólo volteo mientras corría y me sonrió.—

Impactada por el afecto de John entré al salón.

Lastimosamente en esta clase no me tocaba con John pero en la siguiente me tocará con John.

El examen había comenzado, noté muchos ojos en mi examen, claro, como soy la nerd del salón me van a copiar.

Escondiendo un poco mis respuestas seguí respondiéndolo.

Estaba estresada, no entendía muy bien unas preguntas. Y era obvio que no podía preguntar. Lo único que me diría la maestra es:

"Lee bien las preguntas, señorita Foster."

Ma Michelle; Paul McCartneyWhere stories live. Discover now