Una vieja amistad, 17 años sin verse, un reencuentro inesperado.
Sus vidas habían cambiado, ya no eran aquellos chiquillos de ocho y diez años, ya no se dejaban humillar por nadie, ya habían madurado y encontrado su camino.
¿Pero qué pasa cuando s...
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-¡JODER! – grito con impotencia mientras golpeo con mi puño la pared, siento el ardor en toda mi mano, pero no me importa, porque duele muchísimo menos que mi corazón.
¿Cómo todo se pudo haber ido tan a la mierda? Solo quería llegar a casa, ver a Olivia y entregarle mi parche, para que se convierta definitivamente en mi mujer, pero jodidamente cagué todo, como siempre. Odio los malditos malos entendidos, y puedo jurar por lo que más quiero en esta vida, que es Olivia, que no toqué a Harper, no coqueteé con ella, no me interesa ella como mujer, solo la quiero proteger, no quiero que le vuelva a pasar lo que le pasó en ese maldito lugar. ¿Por qué nadie me entiende?
Camino como león enjaulado en mi habitación, haciendo mi mejor esfuerzo en no mandar todo a la mierda e ir tras ella, pero sé perfectamente que hoy no podemos arreglar nada, ella está muy enojada, dolida y decepcionada. Jodida mierda, lo que me dolió ver todas estas emociones en sus tan expresivos ojos, y la impotencia por no poder explicarle bien las cosas, porque realmente ni yo lo entiendo.
Alguien toca la puerta y yo solo gruño un "déjenme en paz" mientras vuelvo a pasar una mano por mi cabello, pero la maldita puerta se abre, y del otro lado encuentro a mi VP. Ambos nos miramos sin decir nada, yo quedo parado en mi lugar y él entra a la habitación, cerrando la puerta.
-Te traje hielo – dice tendiéndome una bolsa y me señala el golpe en mi mandíbula, ese que me dio él – Fui a llevar a Oli.
-¿Cómo está? – pregunto desesperado, mientras tomo el hielo.
-Como si le hubieran roto el corazón – me dice con ironía - ¿Qué carajos Hunter? ¿Qué mierda hiciste?
-Joder con todas sus malditas acusaciones. Amo a Olivia, nunca la engañaría, jamás – digo tajante e Izan suspira.
-Lo sé hermano, por eso no entiendo ni mierda lo que está pasando, ¿puedes explicármelo? – yo suspiro y me siento en mi cama, mientras él toma la silla de mi escritorio y se sienta.
-Parezco un puto disco rayado diciendo esto, pero cuando la vi en un colchón mugroso, casi desnuda, indefensa, esperando el próximo ataque sin siquiera pelear, sin esperanza de nada, algo dentro de mí se rompió y me dijo que debía protegerla. No sé qué mierda fue, que es que me lleva a tener este sentimiento para con ella, no sé si es que veo a mi madre reflejada en ella o que mierda. Pero necesito que esté bien. No la veo como mujer, como una mujer para mí, es como... es más como el sentimiento que tengo contigo, quiero protegerte porque eres mi hermano.
-Entiendo eso Hunter, realmente lo entiendo, tal vez, si yo la hubiera visto en ese terrible estado, hubiera sentido lo mismo que tú. ¿Pero no podías dejar que uno de nuestros hermanos la traiga?
-Si tú estás herido, no dejaría que ninguno de nuestros hermanos te toque, sería yo el que te lleve al mismísimo infierno de ser posible – él asiente con su cabeza y suspira, mientras se recuesta en la silla y estira sus piernas.
