Capítulo 10

36 1 0
                                    

-Señora Strong-escuche una voz detras de mi, gire a mirar al hombre con bata blanca.

-Doctor¿Cómo esta Peter?

-Su esposo se encuentra estable, aunque-hizo una pausa que me causo inquietud - por el momento es conveniente que no lo deje solo.

-¿A que se refiere?-temia por su respuesta.

-El señor Strong, llego aquí con una fractura femoral abierta, usualmente ocurre cuando son atacados por un arma de fuego a corta distancia, inmediatamente se lo sometio a cirugía, aplicamos un fijador externo para evitar más lesiones en sus tejidos blandos y ayudar en el tratamiento. En 4 meses aproximadamente se planifica retirar el fijador externo y reemplazarlo por uno interno mediante un proceso quirurgico.

-Y si no se cumple con el tiempo ni con la recuperación estimada¿Cuál es la alternativa?

-Esperemos que no sea el caso, si me disculpa debo ir con otros pacientes. Ahora el coronel se encuentra sedado, en unas horas despertara-dicho eso, el doctor se marcho

Me senti aliviada al saber el estado de Peter, si bien tiene una fractura pudo ser algo peor y no tener la opción de curarse.
Aunque, significa que no puede volver a la guerra ni retomar su trabajo de seguridad en el hospital por un tiempo hasta recuperarse completamente, de todas formas, estoy segura que no le agradara las limitaciones que conlleva su tratamiento.

Pasaron 2 horas que estuve a su lado y no veia señales de que despertara, decidi apoyar mi cabeza en el borde de su cama sobre mis brazos para descansar un poco. Cuando senti que me perdia en el sueño, escuche una voz a lo lejos, se volvia a repetir una y otra vez, abri los ojos asustada dirigiendo mi mirada al soldado, quién parecia estar despierto.

-Lucia-hablo esa voz masculina que me cautivaba.

-Peter-respondi alegremente-¿Cómo te sientes?-intente levantarme pero hizo presión con su mano sobre mi brazo.

-Quedate ahí-ordenó-Solo quiero mirarte-elevo su mano hacia mi rostro deslizandola con lentitud y delicadeza sobre el borde del mismo, fijando su vista hacia mi

-¿Quieres que llame al doctor?-él négo con molestia.

-Esos imbeciles me volveran a sedar y juro que si los vuelvo a ver los matare con mis propias manos.

-Tranquilo, soldado-coloque mi mano sobre la suya.

-¿Ya te lo dijeron?-pregunto disgustado

-Si, aunque todavia tengo unas dudas.

-¡¿QUÉ MÁS QUIERES SABER?!-elevo su tono de voz

-En como seguira tu tratamiento-aclaré.

-¡Y hasta que eso ocurra, estare en una maldita silla de ruedas!-expreso molesto

-Es temporal-contradije-Con la rehabilitación pronto estaras caminando

-¿Y SI ESO NO SUCEDE?

-No importara, porque todos los que te queremos estaremos a tu lado para cuidarte-me incline hacia su rostro dandole un beso en la comesura de sus labios.

-Quiero estar solo.

-¿Cómo te atreves a echar a tu esposa?-fingi enojo

-¿Qué dices?-pregunto confuso.

-Así como lo escuchas, resulta que soy la señora Strong ¿Cuando pensabas contarmelo, cariño?-hable con ironia.

-¿Señora Strong?¿Quién te llamo así?

LA VIDA PERFECTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora