🌸𓏲 ❛ 𝗗𝗲𝘀𝗰𝗼𝗻𝗼𝗰𝗶𝗱𝗼𝘀. | 𝘚𝘰𝘯𝘪𝘤 𝘹 𝘓𝘦𝘤𝘵𝘰𝘳𝘢.

1O: favores. (1/3)

POV ____:

Ya es fin de semana. Aquellos dos días en particular dónde tenía la libertad de descansar todo lo que yo quisiera. Ir a la escuela ya me estaba matando, y rogaba cada día a qué las vacaciones de verano llegasen pronto.

Somnolienta vi el reloj que se hallaba a un lado de mi cama, marcando las 11 en punto. En contra de mi voluntad me digné a levantarme, puesto qué mi abuelita se había despertado hace un buen rato, por lo que quería ayudarle en lo que necesitara. Di un largo bostezo, estirándome en el mismo lugar.

"¿Hm, y si vuelvo a dormir?" ¡No! ¡No! Pensamientos procrastinadores  invadían mi cabeza, no debo caer en la tentación de acostarme... Y soñar... Y descansar plácidamente. Ahg, tan sólo estoy perdiendo el tiempo.

Me levanté de un salto, dirigiéndome directo hacia el baño para lavar mi cara. Luego lavé mis dientes, y con toda la pereza del mundo, peiné mi cabello.

Volví a mi habitación para vestirme. No soy de ocupar prendas a la moda, por lo que tan sólo me puse una playera blanca de mangas cortas, un suéter negro que contenía un logo rojo, y unos shorts y pantys oscuras, del mismo tono que lo anterior.

Bajé las escaleras apresurada, mi estómago pedía a gritos que lo llenara. Me hice un pan con mantequilla y bebí algo de té que quedaba en la tetera. Me senté en una esquina de la mesa para desayunar tranquila.

── Buenos días, dormilona. ── Comentó una dulce voz detrás mío, reí un poco.

── Buenos días abue, ¿Cómo amaneciste? ── Le di otra mordida a mi pan.

── Bien, gracias por preguntar. ── Hizo una pausa, como si estuviera pensando en que decir. ── Oh, oye, querida, me apena preguntarlo pero ¿Podrías hacerme un favor? ── Asentí sin pensarlo. ── Necesito enviar esto a una de mis amigas en la ciudad, sé que es tu día libre y lamento si es molesto linda.

── No me molesta en lo absoluto, termino esto y voy enseguida para no atrasarme más, jeje. ── No tenía planes para salir hoy, pero si es por ella no le veo el lado malo.

── Muchas gracias, cuando vuelvas te haré galletas. ── Eso me animaba a llegar aún más rápido.

En cuánto terminé mi comida lavé la taza que ocupé. Limpié las migajas y fui a qué mi abuela me pasara lo que quería mandar. Me despedí de ella dándole un beso en la frente y cerré la puerta de la casa.

Y aquí vamos de nuevo, la misma rutina de antes, ir a la estación y esperar el tren. Aburrida en mi asiento movía los pies, esperaba no encontrarme con ningún inconveniente, y con inconveniente me refiero a, sí, esa persona...

( ... )

Después de un largo viaje me bajé agotada, mis piernas estaban dormidas y adoloridas de tanto estar sentada. El sol marcaba su punto más alto, el calor que hace es insoportable, debí haber traído conmigo una botella de agua aunque sea.

Seguí al pie de la letra la dirección de la señora, su casa quedaba muy lejos de mi paradero, corrí para acelerar el paso y acortar el tiempo de espera. Según yo el sitio ya quedaba cerca, y dando vuelta en una esquina lo hallé. Toqué dos veces esperando a que me atendiera, y una vieja de al menos 70 años me abrió.

Sus facciones lucían molestas, me miró de pies a cabeza como si me juzgara con la mirada. Me sentí incomoda por el silencio, hasta que decidí romperlo.

── Buenas tardes doña, mi abuela le envió un recado, ella no pudo asistir así que vine en su lugar. ── Extendí la bolsa que me encargaron para que lo recibiera y pudiera marcharme rápidamente.